Día Internacional de la Alfabetización: en México aún hay 5.7% de la población que no sabe leer y escribir

La población adulta mayor, indígenas, mujeres y personas con alguna discapacidad son las que presentan un mayor rezago educativo

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En diversas comunidades del país, niños trabajan en los campos en los periodos de cosecha y por la tarde van a estudiar (Foto: Cuartoscuro)
En diversas comunidades del país, niños trabajan en los campos en los periodos de cosecha y por la tarde van a estudiar (Foto: Cuartoscuro)

El 5.7% de los mexicanos de 15 años o más aún son analfabetas, así lo reportó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el marco del Día Internacional de la Alfabetización, que se celebra cada 8 se septiembre.

El instituto recalcó que de 2010 a 2018, el porcentaje de la población en México que no sabe leer ni escribir pasó de 7.4% a 5.7%, sin embargo, aún se mantiene una brecha educativa importante en comparación con otros países.

De acuerdo con la información recabada a lo largo de 10 años (2008 a 2018), el rezago educativo disminuyó, al pasar de 21.9% a 16.9%, con mayor énfasis entre la población adulta mayor (65 años o más), en la cual pasó de 68.5% en 2008 a 54.5% en 2018. Sin embargo, este grupo continúa siendo el que presenta mayor prevalencia de esta carencia.

La población con alguna discapacidad fue el segundo grupo de población con mayor reducción en rezago educativo, al pasar de 58.5% en 2010 a 46.9% en 2018.

Alumnos de una escuela primaria en Acapulco, Guerrero, regresaron a clases sin tener escuela, debido a que el edificio resultó dañado por el sismo del 19 de Septiembre de 2017 (Foto: Cuartoscuro)
Alumnos de una escuela primaria en Acapulco, Guerrero, regresaron a clases sin tener escuela, debido a que el edificio resultó dañado por el sismo del 19 de Septiembre de 2017 (Foto: Cuartoscuro)

Las y los menores de 18 años son el grupo de población con menor prevalencia de rezago educativo en los últimos 10 años, al pasar de 10.5% en 2008 a 7.3% en 2018. En tanto, en la población adolescente y joven (entre 12 y 29 años) pasó de 18.4% a 11.4% en el mismo periodo.

Respecto a la población indígena, en 2008 el rezago educativo era de 37.6%, mientras que para 2018 el porcentaje disminuyó a 31.1%. En lo que corresponde a la población hablante de una lengua indígena la evolución de esta carencia fue de 49.9% a 43.4% en los mismos años.

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El Coneval destaca que la población que habita en zonas rurales presenta mayor rezago educativo en comparación con quienes viven en las zonas urbanas. Destaca que en 2008, el 36.3% de las personas que vivían en zonas rurales tenían rezago educativo, mientras que en las zonas urbanas era de 17.6 por ciento. El año pasado, dichas cifras se situaron en un 28.2% y un 13.2%, respectivamente.

También hay una brecha entre sexos, pues el número de mujeres analfabetas es mayor al de los hombres. Al respecto, destaca que mientras en 2008 el 23.1% de las mujeres no sabían leer y escribir, en el caso de los hombres era el 20.7 por ciento. En 2018, la cifra se redujo a 17.4% para las mujeres y a 16.3% para los hombres.

Recomendaciones del Coneval

En diversas comunidades, padres de familia y maestros tuvieron que improvisar aulas con madera, laminas, plásticos y sábanas para que los alumnos pudieran tomar clases. Hay regiones que aún no se recuperan (Foto: Cuartoscuro)
En diversas comunidades, padres de familia y maestros tuvieron que improvisar aulas con madera, laminas, plásticos y sábanas para que los alumnos pudieran tomar clases. Hay regiones que aún no se recuperan (Foto: Cuartoscuro)

En su informe, el Coneval recomendó al gobierno de México generar mecanismos de apoyo a la inclusión educativa  destinados específicamente a jóvenes de bajos ingresos en educación media y superior. Esto implica becas de manutención de amplia cobertura y una educación gratuita.

Otra de sus recomendaciones es la construcción de inmuebles para fines educativos, para aquellos alumnos que  actualmente asisten a clases en espacios construidos con materiales precarios o con otro tipo de insuficiencias. Material duradero, mobiliario suficiente, servicios básicos y recursos pedagógicos son claves.

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A fin de garantizar la inclusión, es necesario priorizar instalaciones que cuenten con los diseños y materiales necesarios para personas con alguna discapacidad, así como explorar alternativas para incrementar su inclusión escolar y la conclusión de sus estudios.

También se debe incrementar la disponibilidad de instituciones públicas que ofrecen educación media superior en regiones con poca oferta de servicios y alta concentración de población potencial.