Migrantes africanos: una oleada invisible y silenciosa que preocupa a la ciudad fronteriza de Piedras Negras

Autoridades y organizaciones civiles advierten que desde mediados del año pasado aumentó el número de personas provenientes de África que llegaron a esta frontera del estado de Coahuila

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Desde mediados del año pasado se intensificó la llegada a México de migrantes africanos. (Foto: Cuartoscuro)
Desde mediados del año pasado se intensificó la llegada a México de migrantes africanos. (Foto: Cuartoscuro)

Un vuelo de África a Ecuador, en Sudamérica. Luego seguir como sea a través de Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, hasta llegar a la frontera con México y cruzar a la ciudad de Tapachula, en Chiapas.

Ya en territorio mexicano emprender el camino más difícil y peligroso hacia la frontera con Estados Unidos, a través de Tamaulipas y con rumbo a Piedras Negras, en Coahuila, donde está el acceso al puente internacional de Eagle Pass que conecta con el estado de Texas.

Esta es la ruta que han seguido cientos de migrantes africanos que han llegado a México en los meses recientes, en su propósito de cruzar hacia territorio estadounidense en busca de asilo.

Como los miles de centroamericanos que desde octubre pasado han atravesado el país para esperar en Tijuana una oportunidad de asilo para entrar a Estados Unidos, los africanos también huyen de sus países, expulsados por guerras y pobreza.

Pero ellos, a diferencia de los centroamericanos, viajan solos o en pequeños grupos, intentando pasar inadvertidos para las autoridades migratorias de todos los países que van dejando atrás.

Como los migrantes centroamericanos, los africanos también huyen de la violencia. (Foto: Cortesía Zócalo)
Como los migrantes centroamericanos, los africanos también huyen de la violencia. (Foto: Cortesía Zócalo)

Por eso, el reciente arribo masivo de migrantes africanos a México ha pasado casi inadvertido. Menos para los habitantes de Piedras Negras, ciudad fronteriza del estado de Coahuila, donde la mayoría busca refugio en los albergues que reportan ya sus cupos llenos, pues por allí pasan también los centroamericanos.

Organismos locales calculan que, a partir de la segunda mitad de 2018, la cifra de migrantes africanos, centroamericanos y sudamericanos se duplicó en la región del noreste de México respecto al período anterior y se triplicó respecto del segundo semestre de 2017.

"Tenemos migrantes, especialmente familias, que llevan un mes en la Casa del Migrante, donde se les tiene que dar alimentación, atención médica, ropa, un techo y una cama", dijo al diario Reforma Juan Antonio Sierra, quien atiende un alberge llamado Juan Diego.

Tamaulipas: la trampa

Por la saturación de los albergues y de un lugar donde resguardarse en Piedras Negras, muchos africanos prefieren quedarse en las ciudades fronterizas del estado de Tamaulipas, pese al riesgo que significa para ellos el acecho del crimen organizado.

Sonia Villarreal, alcaldesa de Piedra Negras, explica que su ciudad es un destino seguro para ellos en comparación con Nuevo Laredo, en Tamaulipas, donde los migrantes se topan con la delincuencia organizada que les pide cobra entre 500 y 1.000 dólares para dejarlos llegar a la guardarraya o línea divisoria de la frontera.

Las iglesias evangélicas de ambos lados de la frontera apoyan a los africanos. (Foto: Iglesia Torre del Refugio)
Las iglesias evangélicas de ambos lados de la frontera apoyan a los africanos. (Foto: Iglesia Torre del Refugio)

Pero en algún lugar tienen que esperar luego de un viaje de más de 3 meses. Por eso, Piedras Negras es una mejor opción para ellos, aunque la alcaldesa advierte que su ciudad no tiene la infraestructura adecuada para albergarlos, y tampoco la ciudad de Eagle Pass, en Texas.

No obstante, dijo que las dos ciudades han intentado coordinarse para atender a los migrantes africanos procedentes sobre todo de Congo, Nigeria, Camerún y Angola, y la comunidad cristiana de Texas incluso ha adecuado algunos inmuebles para habilitarlos como albergues.

Sin embargo, la demanda crece todos los días. La prensa de Coahuila ha dado cuenta de la incesantemente llegada a Piedras Negras de migrantes africanos que, en su mayoría, tienen muy pocas posibilidades de cruzar a Estados Unidos.

Según datos de las organizaciones locales de migrantes que cita la prensa local, sólo 1 de cada 10 acceden al estatus de asilo para entrar a Estados Unidos. El resto es muy probable que decida quedarse en México ante la falta de recursos y de oportunidades en sus países.

"Nosotros tenemos como unos 170 que ya por lo menos pasaron a Eagle Pass (zona internacional donde esperan su acceso a territorio estadounidense), pero eso no significa que ya recibieron asilo", dijo al diario Vanguardia José Guadalupe Valdés, sacerdote y asesor de "Frontera Digna", uno más de los albergues de migrantes que hay en Piedras Negras.

Las autoridades de Piedras Negras advierten que la capacidad de la ciudad está rebasada. (Foto: Cortesía Zócalo)
Las autoridades de Piedras Negras advierten que la capacidad de la ciudad está rebasada. (Foto: Cortesía Zócalo)

Viaje sin retorno

Aunque esta ciudad de Coahuila –como todas en la frontera– está acostumbrada al paso de los migrantes, no deja de llamar la atención el paso de cada vez más africanos, como antes fueron haitianos que huían de la pobreza en la isla.

"He estado preguntando la razón por la que vienen a Piedras Negras y me han dicho que por la seguridad", dijo el padre Valdés. "Los cameruneses, por ejemplo, vienen porque su vida está en peligro, en el Congo también hay un conflicto muy fuerte y hay violencia entre las mismas etnias".

Esas son las historias de los migrantes africanos que la prensa local ha recolectado a lo largo de estos meses en que la atención nacional ha estado fija en los centroamericanos que esperan en Tijuana para cruzar a Estados Unidos.

Pero los testimonios de los africanos también tienen un tono de urgencia. "Hay una crisis política en mi país: asesinatos, torturas y arrestos todos los días y en cualquier momento puedes morir", relató un migrante de nombre Fondem a un reportero de Vanguardia.

"Tengo hermanos que han sido asesinados, mis mejores amigos han sido arrestados y torturados, por eso tenía que huir", le dijo. "Lo único que te queda hacer es desaparecer, escapar, y por eso corremos para buscar un futuro en algún lugar del mundo".

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