Un niño de 10 años fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando viajaba a la frontera de EEUU para reunirse con su madre

El pequeño salió de Honduras junto con 40 migrantes que se dirigían a la zona fronteriza con México. En el camino fueron blanco de un ataque armado

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Un niño migrante de Honduras falleció este fin de semana en México, luego de recibir un disparo en la cabeza durante su viaje hacia la frontera de Estados Unidos, a donde se dirigía para reunirse con su madre, de acuerdo con información de medios hondureños y mexicanos.

Oscar Ramón Cardoza Sevilla viajaba con otros 40 migrantes centroamericanos en una camioneta Pickup para transporte de carga, cuando fueron blanco de un ataque armado en el que también murió un hombre, y una mujer de 36 años resultó herida.

Desde Honduras, el padre de Oscar dijo que el ataque provino de la Policía Federal mexicana: "Sí, eran policías, eso me dijeron, que era una patrulla con torreta, y los que les dispararon llevaban uniformes azules como el de los federales".

Las autoridades aseguraron que un grupo armado fue responsable del ataque cuando transitaba por el kilómetro 106 de la carretera Malpaso-Los Choapas, a la altura del municipio de Huamanguillo, en Tabasco, sureste de México.

Oscar cursaba el quinto año de la escuela en la comunidad de Tocoa, departamento de Colón. Dejó su casa el pasado 28 de septiembre, para viajar a Estados Unidos acompañado de una hermana de 15 años y una tía de 23.

Miles de migrantes se trasladan en camionetas a través de México rumbo a EEUU. (Foto: Especial)
Miles de migrantes se trasladan en camionetas a través de México rumbo a EEUU. (Foto: Especial)

Iba con familiares, pero se quedó solo

La madre de Oscar había pagado el viaje a los polleros –traficantes de personas– para cruzar la frontera norte de México, donde ella los esperaba. Era la segunda vez que intentaba llevar a su hijo con ella, pues antes ya lo habían detenido y deportado.

Ni la hermana ni la tía de Oscar aguantaron el viaje, que en las peores condiciones puede durar semanas, y se quedaron en un albergue de migrantes en la ciudad de Tapachula, Chiapas, informó Juan Ramón Cardoza, padre del menor, al reportero Wences Canales del Canal 50 de Honduras.

Oscar siguió solo el trayecto, como sucede con 18.000 niños migrantes que cada año atraviesan solos el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos, desde sus países en Centroamérica.

El sábado por la noche, cuando Oscar y 40 migrantes más viajaba a bordo de una camioneta que sirve para trasladar ganado y productos de campo, ocurrió el ataque en el que resultó herido de bala en la cabeza. Murió durante la madrugada del domingo, en el hospital Doctor Jesús Gilberto Gómez Maza, de Chiapas, estado de México, en la frontera con Guatemala.

El Instituto Nacional de Migración (INM), por su parte, aseguró que el sábado pasado los migrantes fueron perseguidos por un vehículo que, al no alcanzarlos, disparó en su contra. Tras los hechos, el Grupo Beta –cuerpo oficial de apoyo a migrantes– auxilió a las víctimas, quienes fueron trasladadas al Hospital Gómez Maza con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para ser atendidas.

El INM informó de los hechos a los consulados de Guatemala y Honduras para la inmediata asistencia a los familiares de las víctimas, según la versión oficial.

El activista y defensor de migrantes, Rubén Figueroa, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), pidió a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos investigar el ataque para deslindar responsabilidades, pues junto con las bandas criminales hay policías que extorsionan a los traficantes de personas.

Según la Coordinación Pastoral de Movilidad Humana de Tapachula, de 2014 a la fecha aumentó 70% la migración infantil porque niños y jóvenes huyen de sus países por problemas familiares, la violencia y el temor a ser reclutados por las pandillas.

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