Día Internacional de la Juventud: 1 de cada 2 jóvenes en Colombia no estudian, ni trabajan o se encuentran en la informalidad

En Colombia, de los cerca de 11.500.000 de jóvenes en edad de trabajar, el 51 % están excluidos de oportunidades de educación o empleo formal

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Dentro del grupo de jóvenes, hay algunos que enfrentan más barreras para
acceder y permanecer en un empleo formal. FOTO: FUNDACIÓN CORONA
Dentro del grupo de jóvenes, hay algunos que enfrentan más barreras para acceder y permanecer en un empleo formal. FOTO: FUNDACIÓN CORONA

Hoy en Colombia, una tarea prioritaria es la generación de oportunidades para la población joven, pues de los cerca de 11.500.000 de jóvenes en edad de trabajar, el 51 % están excluidos de oportunidades de educación o empleo formal, esto es 1 de cada 2 jóvenes. Esta cifra deja en evidencia que en el país se está perdiendo más de la mitad del potencial de la juventud que, si hoy accediera a las oportunidades requeridas, podrían contribuir al desarrollo social y económico del país.

Ante esto, es fundamental tener en cuenta las necesidades y barreras, pero, sobre todo, el potencial de la juventud colombiana para promover el desarrollo social y económico del país.

Es por esto que el programa Global Opportunity Youth Network – GOYN Bogotá, iniciativa apoyada en Colombia por Fundación Corona, lanzó el Informe 2022 “Jóvenes con Potencial: Retos, Avances y Recomendaciones en la Generación de Oportunidades para Jóvenes con Potencial en Bogotá”.

Este, presentado previamente a la celebración del Día de la Juventud 2022, que es este viernes 12 de agosto, tiene como fin visibilizar las problemáticas a las que se enfrentan la población joven al intentar acceder y culminar la trayectoria desde la educación, hasta el empleo, pues al analizar las cifras de dicho informe, se puede observar que el porcentaje de jóvenes que no accede a estas oportunidades presenta un aumento progresivo, pasando del 34 % en 2018 a 37 % en 2022.

Jóvenes con potencial

En Bogotá actualmente se estima que viven casi 1.900.000 jóvenes que representan cerca del 16 % de la población joven del país y el 25 % de la población de la ciudad. Aproximadamente 1.800.000 son jóvenes se encuentran en edad de trabajar, sin embargo, el 37 % está excluidos de las oportunidades de formación y empleo formal, representando más o menos a 671.000 jóvenes que ven limitado su bienestar y calidad de vida.

“Los jóvenes con potencial, que se refieren a los jóvenes que no trabajan, ni estudian o están en la informalidad, representan una oportunidad enorme para generar movilidad social. El empleo y la generación de ingresos de estos jóvenes acelera la recuperación económica y para esto debemos trabajar de forma colectiva y colaborativa, reconociendo las necesidades particularidades de esta población. GOYN Bogotá como plataforma nos llevará a construir modelos más equitativos y este informe es una herramienta clave para los tomadores de decisiones para crear políticas públicas y acciones que respondan a las necesidades puntuales de los jóvenes”, indicó el director ejecutivo de Fundación Corona, Daniel Uribe.

Al analizar las cifras por género, se evidencia que existe una mayor participación de las mujeres jóvenes en la inactividad, que los hombres, esto asociado en su mayoría al cuidado y actividades del hogar, representando el 76 % de quienes se dedican a estas actividades, no necesariamente por voluntad, limitando el tiempo que pueden dedicar a oportunidades de formación y empleo y que en la mayoría de los casos no son remuneradas.

Esta situación que afecta de manera diferencial a las mujeres refuerza la existencia de barreras de género en el acceso a oportunidades, que inician desde edades tempranas en las que la dedicación a actividades del hogar y del cuidado incide en las trayectorias de educación desde la etapa escolar y que se amplían hasta condicionar las trayectorias de las mujeres a la inactividad.

“Lo anterior, permite evidenciar que es necesario y urgente incluir un enfoque de género en las estrategias que promueven oportunidades para la población joven de manera que se generen alternativas para las mujeres jóvenes para completar sus proyectos de vida. Adicionalmente, es necesario involucrar y sensibilizar los entornos familiares que les asocian estas cargas pues en muchos casos vienen asociados a prácticas basadas en género que les impiden a las mujeres aceptar las oportunidades aun cuando estas se presenten” dijo el director de Goyn Bogotá, Juan Carlos Reyes.

Jóvenes con potencial por grupos poblacionales

Al analizar en el informe las cifras de los jóvenes con potencial para estos grupos poblacionales, se evidencia que mientras el porcentaje de jóvenes que no acceden a oportunidades de educación y empleo formal en Bogotá es del 37 %, esta misma cifra es del 72 % para la población joven con discapacidad, del 69 % para la población joven migrante de Venezuela, 47 % para la población joven que se reconoce dentro de algún grupo étnico y del 41 % para la población joven LGBT, cifras que reflejan que ser joven y pertenecer a estos subgrupos poblacionales significa estar expuestos a mayores barreras que el resto de la población joven, que se traducen en un menor acceso a las oportunidades de educación y empleo.

Desconexión desde la educación hasta el empleo

Para el caso de Bogotá, se estima que para 2021, había cerca de 107.000 jóvenes desconectados de la educación media, que requieren finalizar la etapa escolar, lo que representa el 16 % de los Jóvenes con Potencial y se destacan factores relacionados con el acceso a herramientas tecnológicas, pues cerca del 57 % de los jóvenes que no acceden a oportunidades de formación o empleo formal no tiene acceso a computador e internet, haciendo evidente la importancia de estas herramientas en el acceso a oportunidades.

Así mismo, cerca de 363.000 jóvenes se encontraban desconectados de la formación posmedia, que requieren oportunidades de formación para el trabajo o en la educación superior, siendo el 54 % de los jóvenes con potencial y 199.000 jóvenes desconectados del mercado laboral, que requieren oportunidades laborales pues ya hoy están formados, siendo el 30 % restante.

“Es relevante entender que las estrategias para reconectar a la población joven con oportunidades están directamente relacionadas con los puntos de desconexión de la trayectoria, pues de esta forma al garantizar el tránsito completo, se genera una mayor incidencia en el bienestar de esta población”, agregó el gerente de Educación y Empleo de Fundación Corona, Rafael Arias.

Por otro lado, un análisis detallado de la informalidad laboral permite evidenciar que este tipo de actividad está relacionada de manera cercana con el máximo nivel educativo alcanzado siendo este un factor importante en la probabilidad de acceder al mercado laboral formal, ya que mientras la tasa de informalidad para la población joven que alcanzó la educación primaria es del 64 %, esta disminuye a 40 % para la población joven que finaliza la educación media y a 25 % y 19 % para quienes finalizan niveles técnicos o tecnológicos y universitarios respectivamente.

Los niveles de informalidad laboral también están asociados con una menor remuneración que incide directamente en el nivel de ingreso de los jóvenes y por ende en su bienestar. Para el 2021 el ingreso laboral mensual de la población joven ocupada en Bogotá era de 1.395.191 pesos, sin embargo, para la población joven en empleos informales esta cifra era de 1.017.372 pesos versus 1.566.899 pesos de la población joven ocupada en empleos formales.

¿Qué se puede hacer?

Después de analizar las cifras de la población joven en la ciudad, el informe propone diferentes acciones que permitan mitigar las barreras a las que se enfrenta este grupo poblacional. Estas son:

- Focalizar estrategias de generación de oportunidades por localidad o sector, entendiendo las necesidades de los jóvenes a partir de su contexto diario,.

- Implementar un enfoque integral de mitigación y prevención que permita responder de manera efectiva a las problemáticas a las que se enfrentan, reconociendo la importancia de las trayectorias y conociendo los puntos de desconexión para generar habilidades que les permita acceder y permanecer en un empleo formal.

- Generar un enfoque diferencial de género, reconociendo que las mujeres jóvenes se exponen a barreras mucho más amplias que los hombres jóvenes.

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