Acho, del Desafío The Box, fue el salvador de Omega en su castigo

El participante del Amazonas aprovechó sus habilidades viviendo en la selva para ayudar a sus compañeros.

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Captura video de Caracol Televisión.
Captura video de Caracol Televisión.

La guerra entre Alpha y Omega, en el Desafío The Box, está declarada y, después de un ciclo de pérdidas, el quipo morado tuvo el beneficio de recibir un premio y castigar a sus oponentes. En esta ocasión, el castigo para los integrantes del equipo rosado fue pasar la noche a la intemperie, fuera de la ‘Ciudad de las cajas’, construida para esta edición del programa.

Tobia, Cundinamarca, el municipio en el que está ubicada toda la producción del programa está ubicado a unos 74 kilómetros de Bogotá. A pesar de ser un sitio turístico en el que los visitantes pueden realizar actividades como rafting, torrentismo y paintball; también es un lugar que tiene áreas extensas de selva tropical no habitadas.

Por esta razón, los integrantes del equipo Omega debían sobrevivir la noche y empezar el día con tan solo unas linternas, una olla y unos anzuelos en esta zona. Los demás integrantes de los otros equipos, incluso los de Alpha que son sus declarados enemigos, estaban preocupados por ellos, pues justo la noche del castigo llovía más que otros días.

Sin embargo, Omega tenía una ventaja, y es que dentro de su equipo está Cristian Acho, más conocido como Acho o ‘Achoman’, un indígena del Amazonas con orígenes Uitoto, quien sabe a la perfección defenderse en zonas como estas. “Para mí esto no es un castigo”, señaló desde un principio el amazónico.

Al salir de la casa y quedar a las afueras del lugar de grabación, los desafiantes se propusieron seguir las órdenes de Acho, quien estaba emocionado por la experiencia. Empezaron a buscar madera para encender una hoguera y luego el amazónico encontró un lugar perfecto para hacer un ‘cambuche’.

Participantes de Omega reciben su castigo en una noche lluviosa

Gracias a Acho, los participantes pudieron refugiarse del frío y la lluvia en un lugar improvisado debajo de un árbol y con hojas que les servían como cama. “Si Acho no estuviera acá, estaríamos muertos de frío, tirados en el piso mirando el cielo”, apuntó Pipe, mientras Karen agregó que “el hecho de que Acho esté acá mejora todo, él se crió en el Amazonas, pescando y trepándose. Todos los que estamos acá somos de ciudad, no sabemos nada de esto, dependemos totalmente de él”.

La noche pasó y varios concursantes señalaron que el frío fue inclemente; sin embargo, el ‘cambuche’ y la fogata realizadas por Acho les generaron la mayor comodidad posible. Al empezar el siguiente día, el amazónico se levantó emocionado por ir a un río que se escuchaba cerca, quería pescar.

Acho logró pescar varios peces pequeños conocidos como nicuros y les enseñó a sus compañeros cómo cocinarlo con una olla y una fogata de leña. “Gracias Alpha, esto para mí fue un paseo”, dijo el amazónico a sus compañeros mientras recordaba que todo eso se lo había enseñado su abuelo.

“Si yo no estuviera acá no sé cómo hubieran hecho, porque ellos no están acostumbrados. Lo bueno es que para una próxima ocasión ellos ya van a saber cómo pescar, cómo armar un ‘cambuche’ y cómo armar una fogata”, dijo el amazónico.

Acho enseña a sus compañeros a sobrevivir en la selva

Los demás integrantes del equipo le agradecieron a Acho por ayudarlos a sobrevivir y comer, puesto que en este ciclo el equipo estaba sin el beneficio de la comida, razón por la que señalaron que el castigo se había convertido en un premio.

Al volver a pasar por las casas de los otros equipos, los integrantes de Omega saludaron a Paola, capitana de Alpha, pero que estuvo por un tiempo con ellos, y luego hablaron con los integrantes de Beta, quienes los aplaudieron y les manifestaron que estaban muy preocupados por ellos.

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