Acorralado por la Justicia y condenado por corrupción, Lula da Silva presume de ser "el presidente más votado de la humanidad"

El ex mandatario brasileño, que fue sentenciado a 12 años de cárcel y tiene varios procesos judiciales pendientes, publicó un listado con los mandatarios que recibieron más votos

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Lula da Silva (Reuters)
Lula da Silva (Reuters)

El ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), condenado por corrupción y con varios procesos judiciales pendientes, es el líder más votado del mundo en elecciones presidenciales, con 136,3 millones de votos, según recordó el propio Lula en su cuenta de Twitter.

El recuento, que se limita a los votos obtenidos en las dos primeras vueltas (elección y reelección) y que no tiene en cuenta datos sobre censos electorales o porcentajes de votos, incluye en la lista a los ex mandatarios de los Estados Unidos, Barack Obama (2009-2017) y de Rusia, Vladimir Putin, quien con su tercer mandato es el dirigente con más tiempo en el cargo en su país desde la caída de la Unión Soviética.

En cuarto lugar, sitúa al estadounidense Franklin Roosevelt (1933-1945), seguido por la indonesia Megawati Sukarnoputri (2001-2004) y por Bill Clinton (1993-2001).

Si en el recuento incluyera la segunda vuelta, el ex presidente Lula da Silva alcanzaría 278 millones de votos, apuntó por su parte el Instituto Lula, que fue el primero que difundió la lista que luego replicó el ex mandatario.

El estudio aparece en un momento especialmente delicado para Lula, condenado a doce años de cárcel la semana pasada por un tribunal en segunda instancia que lo halló culpable de delitos de corrupción.

La condena deja al ex presidente al borde de la inhabilitación política, lo que le impediría competir en las presidenciales del próximo octubre, y con riesgo de ingresar a prisión.

De acuerdo con un sondeo de la encuestadora Datafolha, si Lula no fuera inhabilitado como candidato y se librara de prisión mediante las apelaciones que aún le restan, obtendría en la primera vuelta entre un 34 y un 37%, y entre un 44 y un 49% en la segunda y definitiva instancia.

No obstante, los ánimos están divididos, porque el 51% de los encuestados considera que el ex jefe de Estado debería ser inhabilitado y quedar fuera del proceso electoral.

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