El caso de la mujer argentina obsesionada con parecerse a Barbie: “Lo logré sin cirugías estéticas”, asegura

Se llama Marcela Iglesias y vive en California. Desde muy joven quiso lucir como la famosa muñeca a quien considera su “ídola”. Asegura que logró ser igual solo con maquillaje y pelucas. Su marido, en cambio, sí se sometió a operaciones y botox para ser igual a Ken

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Marcela Iglesias, la "Barbie humana", asegura que jamás se hizo una cirugía porque tiene miedo a las operaciones. "Tardo 40 minutos en lograr mi look con peluca, lentes de contacto y maquillaje", afirma
Marcela Iglesias, la "Barbie humana", asegura que jamás se hizo una cirugía porque tiene miedo a las operaciones. "Tardo 40 minutos en lograr mi look con peluca, lentes de contacto y maquillaje", afirma

Rubia, cabello largo, pestañas eternas y ojos celeste cielo. A eso hay que sumarle cintura pequeña, piernas largas y cuerpo con forma de guitarra. Así quiere verse en el espejo Marcela Iglesias, una argentina residente en California que se dedica a las inversiones en bienes raíces y que siente devoción por la icónica muñeca Barbie.

Desde muy joven, cuando aún vivía en la Argentina, tuvo la idea de transformarse en una Barbie humana y antes de llegar a la pubertad, se rellenaba los pechos y la parte trasera de los pantalones para recrear las curvas del juguete que la empresa estadounidense Mattel lanzó al mercado en 1959.

Con el paso de los años, ya no necesitó los rellenos ficticios y trabajó su cuerpo para que sus formas naturales se asemejen a las de su ídola de plástico. Hoy, Marcela usa pelucas, lentes de contacto y pestañas postizas, pero asegura que jamás se hizo una cirugía estética para lograr el parecido: “Tengo miedo a las operaciones y busqué otras alternativas para lograr el aspecto de mis sueños”, señaló.

Marcela Iglesias en su adolescencia. Ya a los 14 años usaba los tacos altos de su madre para estilizar su figura y comenzó a teñirse de rubio para lograr la imagen de su ídola
Marcela Iglesias en su adolescencia. Ya a los 14 años usaba los tacos altos de su madre para estilizar su figura y comenzó a teñirse de rubio para lograr la imagen de su ídola

Su figura provocó comentarios de todo tipo en las redes; algunos la acusaron de ser “plástica” y “falsa”. Pero Marcela insiste en que, a pesar de haberse colocado botox y rellenos labiales, no pasó por el quirófano. Su look se compone –además de la peluca y los lentes de contacto celeste– en maquillaje y una variedad de atuendos inspirados en la muñeca. Y su físico, repite, es el resultado de trabajar duro en el gimnasio.

“A los hombres, mujeres y niños en particular les encanta mi look de Barbie. Me miran y por lo general mis vestuarios también llaman la atención”, sostiene Iglesias
“A los hombres, mujeres y niños en particular les encanta mi look de Barbie. Me miran y por lo general mis vestuarios también llaman la atención”, sostiene Iglesias

“Siempre digo que la cirugía debería considerarse la última opción. Quiero ser percibida como una mujer muy fuerte que sabe lo que quiere en lugar de ser una ‘tonta’. Barbie es una inspiración para ser lo que quieras ser. Tú controlas tu propio destino. Lo creas o no, me lleva 40 minutos crear mi look. Sé exactamente lo que estoy haciendo. Por lo general, preparo mis conjuntos con anticipación, especialmente cuando tengo que hacer mi segmento de YouTube”, reveló en una entrevista con Daily Mail, el periódico inglés que llevó a sus páginas su historia.

“A los hombres, mujeres y niños en particular les encanta mi look de Barbie. Me miran y por lo general mis vestuarios también llaman la atención”, sostiene.

“Recuerdo haber visto a todas mis amigas y vecinas jugar con las muñecas y divertirme mucho vistiéndolas con atuendos nuevos, jugando a la casa con ellas. Con el paso del tiempo, me obsesioné más con la estética de la muñeca porque cada una de las Barbies me parece perfecta”, reconoció Iglesias.

“Comencé a rellenar mis senos y la cola para parecerme más a la muñeca, pero cuando mi cuerpo adquirió sus propias formas más curvas, de repente se veía muy voluptuoso. Fue entonces cuando comencé a pensar en convertirme en una muñeca humana”, agregó.

Marcela Iglesias confiesa: “Mi mamá no quiso  nunca comprarme una muñeca cuando era pequeña en Buenos Aires, porque decía que yo estaba obsesionada”
Marcela Iglesias confiesa: “Mi mamá no quiso nunca comprarme una muñeca cuando era pequeña en Buenos Aires, porque decía que yo estaba obsesionada”

Desde los 14 años, Marcela empezó a cambiar su estilo. En su adolescencia ya usaba los zapatos con taco alto de su madre para estilizar su figura. Y también de muy joven comenzó a visitar con frecuencia la peluquería para intentar que su cabello fuera más y más rubio.

Tanta era su obsesión, que en su casa se le prohibieron tener una Barbie mientras crecía: “Mi mamá no quiso nunca comprarme una muñeca cuando era pequeña en Buenos Aires, porque decía que yo estaba obsesionada”, afirmó.

Rodeada de otras niñas que sí tenían la muñeca, Iglesias asegura que allí nació ese deseo irrefrenable de convertirse en una Barbie humana.

Cuando se instaló en los Estados Unidos, donde conoció a su esposo Steven Berman, logró que todo lo necesario para ser una Barbie humana fuera más fácil accesible. “Vivir en Hollywood ayuda mucho porque hay muchas cosas que puedo comprar para ser igual a una muñeca Barbie. Mucha gente me acusa de parecer falsa, pero si me conoces en persona verás que mi belleza es natural. Generalmente creo mi look con maquillaje, pero eso no significa que soy una persona plástica”, afirmó.

Marcela Iglesias y su esposo Steven, quien se sometió a diferentes cirugías estéticas para parecerse a Ken y ama el look de su esposa
Marcela Iglesias y su esposo Steven, quien se sometió a diferentes cirugías estéticas para parecerse a Ken y ama el look de su esposa

Steven no solo “ama” su aspecto, sino que también ha sido parte de esta transformación. En el transcurso de tres años, para parecerse a Ken, él mismo se sometió a procedimientos como una platismaplastia (un estiramiento de cuello), un implante de mentón, botox, rellenos y un levantamiento de hilo PDO (que levanta la piel flácida). Actualmente conviven en California y tienen un hijo.

Marcela tiene más de 172 mil seguidores en Instagram, donde comparte sus transformaciones inspiradas en Barbie.

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