
En la historia de Toy Story 4, Woody, Buzz Lightyear y el resto los personajes se disponen a hacer un viaje familiar por carretera con Bonnie y sus padres. Pero cuando aparece Forky, una manualidad escolar convertida en juguete, empiezan los problemas.
Forky, que es un tenedor descartable, no se siente como un juguete, y por eso Woody quiere ayudarle a descubrir su real importancia para la niña. Todo se complica cuando el cowboy y sus amigos terminan perdidos en una tienda de antigüedades, lugar en el que deberán hacer frente a Gaby Gaby, una muñeca de plástico secundada por un grupo de siniestras marionetas.
Tras un cierre lacrimógeno y redondo con Toy Story 3, la llegada de una nueva secuela generaba desconfianza. Para qué arriesgarse a expandir una historia que había logrado su clímax en un capítulo ideal que conformaba una trilogía animada perfecta. Sin embargo, el realizador Josh Cooley se animó y pergeñó junto a los guionistas y productores de Pixar una nueva película que puede leerse como epilogo, un metraje plagado de humor, aventuras, suspenso y claro, nuevos momentos emotivos.
El tráiler de la película "Toy Story 4"
Sin la figura de Andy, la pequeñita Bonnie ha logrado suplantar el factor humano del filme con carisma, inocencia y un toque naif irresistible y encantador. Los juguetes clásicos siguen funcionando, ahora con un lifting visual gentileza de las nuevas tecnologías de animación que hacen que brillen más, que los colores resulten más estridentes y las texturas más palpables.
El guión es inteligente y tiene un clásico desarrollo de género, con momentos de acción, intriga y sin ningún bache, intensidad pura a lo largo de los cien minutos de duración.
Los diálogos, los chistes tanto físicos como verbales siguen siendo uno de los puntos fuertes (sobre todo si se escuchan en el idioma original), donde actores como Tom Hanks, Keanu Reeves y Tim Allen aportan tonos, ductilidad e histrionismo que el doblaje no permite.
Pero sin dudas, el gran acierto de esta secuela se da en la construcción de efectivos personajes secundarios, sin contar a Forky irresistible juguete de tendencias suicidas que es protagonista fundamental: Ducky y Bunny, dos peluches salidos de un puesto de feria que son responsables del humor más corrosivo y sarcástico del filme; Duke Caboom, un doble de riesgo un tanto miedoso e imprevisible; Gaby Gaby, la villana surgida de los años cincuenta; y los siniestros muñecos de ventrílocuos conforman el variopinto y logrado grupo de nuevos juguetes que expanden el universo de Toy Story.
Sin dudas este filme vale la pena, aúna generaciones de espectadores combinando homenajes y guiños con nuevos caminos argumentales. Ante tan bella y divertida película, una quinta entrega, ya no parece ni tan lejana, ni tan mala idea. Woody y compañía, siguen siendo, nuestros amigos fieles…
SEGUÍ LEYENDO
Últimas Noticias
Brian Rullán fulmina a compañeros podcast de Laura Spoya: “Desde que ella entró ahí todo se fue a la mie...”
El programa de Magaly Medina presentó mensajes donde el empresario critica las actitudes de Laura y expresa su molestia por su cercanía con colegas del pódcast y el productor

Silvia Severino, psicóloga: “Estas seis señales indican que un hombre te está utilizando”
Desaparecer durante días o no definir la relación son algunos de los indicios claros de que una persona nos está manipulando

Vecinos golpearon a un joven que intentó robarle a un hombre la silla de ruedas en La Plata
Algunos testigos intentaron frenar la agresión. Ahora, las autoridades trabajan por identificar al presunto delincuente

Seis ministros faltarán a la última sesión del Congreso hasta febrero: dos de ellas son clave para responder sobre las denuncias de acoso contra Paco Salazar
El PP centra sus críticas en las ausencias de María Jesús Montero y Pilar Alegría, a quienes acusan de “proteger” al exasesor del presidente del Gobierno y evitar que la denuncia llegase a la Fiscalía

Sebastían Ramírez, abogado, sobre salarios: “Si la empresa siempre te paga tarde o llevan varios meses sin pagarte, puedes extinguir el contrato y tener indemnización y paro”
El Estatuto de los Trabajadores protege al empleado ante incumplimientos graves de la empresa, garantizando una compensación económica al abandonar el puesto


