Los dramáticos últimos días de Gary Coleman, de Blanco y Negro: 10 mil dólares por una foto de su agonía, un golpe en la cabeza y muchas dudas

Desde su nacimiento batalló contra una salud endeble. La persona que hacía reír a millones en todo el mundo desde la pantalla chica vivió un infierno hasta después de su partida

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A los 10 años, Gary Coleman era toda una estrella de televisión gracias a la serie Blanco y Negro; en la vida real, todo sería era muy distinto
A los 10 años, Gary Coleman era toda una estrella de televisión gracias a la serie Blanco y Negro; en la vida real, todo sería era muy distinto

Miércoles 26 de mayo de 2010, 13:05 horas, un llamado al 911 por parte de una mujer alertó: “Su cabeza tiene sangre, hay sangre por todo el piso... No sé lo que pasó, de verdad no sé lo que pasó... Sólo oí un ruido, bajé a ver y estaba en el piso”. En ese instante, la mujer le coloca una toalla para detener la hemorragia. “¡Hay sangre por todos lados y no lo puedo ayudar! Tengo convulsiones, y si me estreso voy a convulsionar. No sé qué hacer...”.

Gary Coleman sufría una enfermedad renal congénita y se sometía a diálisis de tres a cuatro veces por semana. Fue al regresar a su casa en una de esas jornadas cuando cayó por la escalera, golpeando fuertemente su cabeza. De inmediato fue ingresado en el centro médico Utah Valley Regional, en la localidad de Provo.

“El señor Coleman sufrió una hemorragia intracraneal en su residencia en la tarde del día 26. Al mediodía del día 27 estaba consciente y lúcido, pero por la tarde perdió la consciencia y su situación empeoró”, explicaría la portavoz del hospital, Janet Frank, en un comunicado a la prensa. Apenas dos días después, el viernes 28 de mayo, el actor -recordado por aquel éxito llamado Blanco y Negro- años moría. Tenía apenas 42 años.

Gary Coleman nació en Illinois el 8 de febrero de 1968 con una enfermedad congénita del riñón que le causó nefritis y a los cinco años se sometió a un trasplante de riñón. La enfermedad sería la responsable de detener su crecimiento en 1.42 metros. Su camino a la fama fue meteórico. Con seis años fue la cara del comercial de un banco y realizó otras participaciones que llamaron la atención de un cazatalentos que lo recomendó para una nueva tira.

Gary Coleman posa con sus compañeros de elenco Dana Plato y Todd Bridges mientras estudian en el set de Diff'rent Strokes en 1980
Gary Coleman posa con sus compañeros de elenco Dana Plato y Todd Bridges mientras estudian en el set de Diff'rent Strokes en 1980

En 1978 se estrenaría la sitcom Diff’rent Strokes (Blanco y Negro, en muchos países de América Latina) en la cadena NBC. Allí podía verse a un Gary de apenas 10 años interpretando al adorable Arnold Jackson, un nene de comentarios ácidos que fruncía el ceño, miraba de costado y aumentaba el volumen de sus labios para pronunciar con voz gruesa: “¿De qué estás hablando, Willis?”.

En la serie, Arnold y su hermano Willis (Todd Bridges), huérfanos y habitantes de Harlem, eran adoptados por Philippe Drummond (Conrad Bain), un millonario viudo que vivía en Nueva York junto a su hija preadolescente, Kimberly (Dana Plato).

Por el escaso cambio físico que experimentaba Coleman, su personaje quedó estancado en esa edad. Para el actor fue cada vez más difícil ponerse ese traje que no le quedaba a medida. Empezaba a sentirse adulto, pero no podía despegarse de la imagen aniñada, mofletuda y de voz aflautada que cada semana caracterizaban a Arnold.

A los 14, en pleno éxito de la comedia, el actor se sometió por segunda vez a un trasplante de riñón pero su cuerpo rechazó el órgano. La frustración lo llevó tomar la decisión de tratarse con diálisis el resto de su vida. Cada semana, durante los siguientes años, se realizaba el tratamiento. Las secuelas fueron decisivas. Su expectativa de vida decreció y aumentó la posibilidad del riesgo cardiaco.

Coleman no quería saber nada con más temporadas de Blanco y Negro. Las últimas las hizo obligado por sus padres; todavía era menor de edad. Finalmente la serie dejó de emitirse en 1986 y se terminó el hechizo.

Gary Coleman empezaba a sentirse adulto, pero no podía despegarse de la imagen aniñada, mofletuda y de voz aflautada (Getty)
Gary Coleman empezaba a sentirse adulto, pero no podía despegarse de la imagen aniñada, mofletuda y de voz aflautada (Getty)

Pero no solo la salud de Coleman estaba fallando: el actor encontró que en su cuenta bancaria solo había 200 mil dólares de los millones que había facturado. En 1989 demandó a sus padres y aunque ganó el juicio, sólo recuperó 500 mil dólares de su fortuna. En 1999 se declaró en bancarrota. Consiguió un trabajo como guardia de seguridad en Hollywood, aunque la solución fue un problema y motivo de burla de curiosos.

En 2000 un chofer de colectivo le pidió un autógrafo y, en un ataque de furia, Coleman lo mandó al hospital: tuvo que pagar 1.665 dólares para cubrir los gastos. En 2007 fue demorado luego de protagonizar una pelea en la vía pública y al año siguiente, tras una discusión, atropelló a un joven que le tomó una fotografía. Sus ataques de ira comenzaron a ser célebres.

Pocos amigos se le conocieron. De hecho, hasta el momento sólo se recuerdan a Anna Gray, su amiga y confidente desde el año 1997, y el cantante, productor y diseñador de interiores Dion Mial. “La gente habla por atrás, te maltrata, te roba. Quieren estar conmigo por algún motivo, o porque eres una celebridad o porque necesitan algo de vos”, contó ante la prensa alguna vez, al momento de explicar por qué no tenía más amistades.

Gary Coleman consiguió un trabajo como guardia de seguridad en Hollywood, luego de alejarse los medios, aunque la solución fue un problema y motivo de burla de curiosos
Gary Coleman consiguió un trabajo como guardia de seguridad en Hollywood, luego de alejarse los medios, aunque la solución fue un problema y motivo de burla de curiosos

Cansado de vivir en Los Ángeles, en 2005 se instaló en la tranquila Santanquin, una pequeña ciudad en el estado de Utah. A comienzos de 2007, durante el rodaje de la película Church Ball conoció a Shanon Price, una pelirroja que trabajaba de extra y era 18 años más chica y 30 centímetros más alta. “Lo que importa no es la diferencia de altura, sino la inteligencia”, destacaba el actor. Se casaron en febrero de 2008.

Sin embargo, la pareja nunca terminó de consolidarse, y apenas un par de meses después -en mayo- ventilaron sus problemas conyugales en el programa The divorce court. Shannon acusó al actor de comportarse como un chico, encapricharse, arrojar cosas y golpearse la cabeza contra la pared. Coleman intentó justificarse: “El hombre es siempre el malo. Mi punto de vista no existe”.

La salud seguía en picada. Octubre de 2009, hospital de Utah Valley. Gary fue sometido a una operación a corazón abierto para reemplazar su válvula aórtica, procedimiento que se volvió largo y complicado. “Él tuvo muchas cirugías a corazón abierto, pero la mayoría de las personas no lo saben”, explicaría Dion Mial.

A pesar de la ruptura y las peleas, Coleman y Price continuaron viviendo juntos en la casa de Utah, mientras el actor libraba una lucha sin cuartel contra su cuerpo. El 26 de mayo de 2010 estaban recostados mirando la televisión. Ella le pidió algo para comer. Él bajó hasta la cocina. Un golpe estremeció la calma hogareña. Shannon corrió y lo encontró caído en un piso lleno de sangre.

A comienzos de 2007, durante el rodaje de una película, Gary Coleman conoció a Shanon Price, con quien se casó meses después
A comienzos de 2007, durante el rodaje de una película, Gary Coleman conoció a Shanon Price, con quien se casó meses después

Pasados 10 minutos del llamado al 911, un policía llega a la escena y controla la herida a la espera de los paramédicos. Gary apenas está consciente y no recuerda lo que pasó. A las 13.30 es subido a la ambulancia y trasladado al hospital. Pasadas 24 horas de ese ingreso, Gary evidencia cierta mejoría. Sin embargo, a las 16 de ese día 27 pierde la consciencia y más tarde sufre un ataque cardiaco, momento en que el equipo médico lucha por salvarlo.

Logran reanimarlo, pero desde ese momento ya no podría respirar y necesitaría la asistencia de una máquina. A 48 horas de su ingreso al hospital le informaron a su exmujer, quien lo acompañaba en ese momento, que tenía muerte cerebral y que no había más por hacer. Así las cosas, Shanon decidió que lo desconecten del soporte vital pasados 11 minutos del mediodía del 28 de mayo.

El testamento de Coleman de 1999 nombraba a Mial como ejecutor y ordenaba que su velorio fuera “realizado por personas que no tienen vínculos financieros conmigo y puedan verse entre sí a los ojos”. Sin embargo, ese documento fue reemplazado por uno posterior que cambió a Mial por Gray (a quien había dejado de visitar frecuentemente desde el momento en que él comenzó su relación con Price) y ordenó directamente “que no haya servicio fúnebre, velorio u otra ceremonia que conmemore mi fallecimiento”.

Sue Coleman y su esposo Willie habían tratado de obtener la custodia del cadáver de su hijo para devolverlo a Illinois una vez que se supo que se había divorciado de su esposa en 2008. Coleman se había distanciado desde hacía años de sus padres y no les otorgó ningún poder en su testamento. Incluso, sus progenitores supieron de su hospitalización y muerte por los medios de comunicación. “Lo amábamos y sabemos que muy dentro de su corazón nos amaba’', fueron las únicas palabras de Sue el día de la muerte de Gary.

La portada de Gary Coleman internado que provocó un escándalo
La portada de Gary Coleman internado que provocó un escándalo

Menos de dos semanas habían pasado de la muerte del actor cuando la tapa del tabloide sensacionalista Globe mostraba una imagen que dejó en shock a los Estados Unidos. Allí podía verse a Price al lado de la cama donde Gary se encontraba intubado, en la última instantánea que se conociera del caso. De inmediato la mujer fue acusada, tanto por la familia como los amigos de Coleman, de vender la fotografía para poder continuar lucrando hasta exprimir cada una de las posibilidades que tuviera.

La empresa matriz de Globe, American Media, confirmó que compró la imagen; no obstante, la portavoz Samantha Trenk no reveló el precio pagado ni quién vendió la foto, según CNN. Aunque otras publicaciones especularon con que hubo un pago de 10.000 dólares por la exclusiva.

No todo saldría bien para Price, ya que a la imagen le acompañaba un titular que no dejaba lugar a dudas sobre la teoría que se manejaba en el interior de la publicación: “Fue un asesinato”. Además, otra pregunta rondaba el caso: ¿estaba ella, ya divorciada, en condiciones de decidir sobre la salud del intérprete conectado a un respirador artificial? El centro médico confirmó ante los requerimientos de la prensa que Price contaba con los derechos legales para tomar decisiones médicas en nombre de Coleman.

En octubre de ese mismo año, la corte de Utah determinó que la muerte del actor había sido accidental y que no había evidencias en otro sentido.

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