Un participante de La Voz Argentina sorprendió con su amuleto: “¡Qué hace ese pollo al lado tuyo!”

Marco Díaz llegó al certamen con un juguete de plástico al que bautizó como Rogelio y que, según contó, le trasmite buena energía

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Un participante sorprendió al cantar con un pollo de plástico como amuleto en La Voz Argentina

Muchos artistas suelen usar distintos amuletos durante sus shows porque, de alguna manera, se sienten más seguros aferrados a ellos. Sin embargo, en la edición de este lunes de La Voz Argentina, por Telefe, un participante sorprendió a Soledad Pastorutti con un objeto muy particular al que le puso nombre propio y al que decidió tatuarse en el pecho. ¿De que se trataba? De un pollo de juguete al que el joven de 31 años, llamado Marco Díaz, decidió bautizar como Rogelio.

En la previa y en diálogo con Marley, conductor del ciclo, el participante contó que depositaba “mucha energía” en esa especie de “pollo de la suerte”. “Rogelio es tan importante en mi vida que hasta lo llevo tatuado. Me dediqué muchos años a la música y, de golpe y porrazo, terminé medio bajón por un par de caídas. No toqué la guitarra ni canté por dos años”, contó el muchacho, que actualmente trabaja como preceptor en un colegio y como guardavidas en el verano. Y aseguró que cuando apareció ese juguete en su vida, volvió a ponerse en marcha.

Lo cierto es que, llegado el momento, Marco tomó a su pollo y se dirigió al escenario para enfrentar al jurado compuesto por la Sole, Lali Espósito, Mau y Ricky y Ricardo Montaner en la audición a ciegas. “Mientras voy por el pasillo a cantar tengo una frase tatuada que dice: ‘El que abandona no tiene premio’. Y Rogelio, mientras voy caminado, me diría: ‘Dale nene, ponete las pilas’”, contó el participante. Y luego se puso a entonar el tema Loco (Tu forma de ser), con su guitarra en mano y su amuleto ubicado en una silla continua a la suya.

Marco Diaz canta Loco, tu forma de ser en La Voz Argentina

Al final de su performance, la única coach que se dio vuelta para pedir su voz fue Pastorutti. Pero, al ver la escena, no pudo menos que gritar: “¡¿Qué hace ese pollo al lado tuyo?!”. “Se llama Rogelio”, lo presentó el participante. Y Montaner bromeó: “Es un dúo, entonces”. “¿Y Rogelio a qué se dedica?”, insistió la Sole. “El supervisa todo y acompaña”, respondió Marco. Y contó el motivo por el que lo llevaba tatuado.

Inmediatamente, la intérprete de A don Ata y Lali lo asistieron con la guitarra para que el participante pudiera mostrar el tatuaje en cuestión. Y, entre una cosa y otra, hicieron que el amuleto terminara en el suelo dos veces frente a la mirada atónita de su dueño. Después, el muchacho contó que lo había comprado en Montevideo durante un viaje que había hecho a Uruguay, un día que venía de tomar unas cervezas y lo vio adentro de una red. “Le dije al vendedor: ‘Lo tenés que liberar’. ‘Compralo’, me dijo él. No sé cuántos dólares lo pague...”, reveló Marco.

Entonces, la Sole le indicó que tenía una voz muy especial y que lo notaba muy suelto. “Ando por el país. Voy haciendo videos con Roge con la guitarra, por los distintos paisajes”, comentó el muchacho sobre su pasión por la música. Y la folclorista le advirtió que no tenía un poncho del tamaño de su pollo, pero Lali decidió improvisar uno con una servilleta como para salir del paso antes de que el participante se retirara feliz por haber entrado al programa.

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