Más del 50% de los jóvenes de la Generación Z ya no contesta llamadas por miedo a que sean malas noticias

La preferencia por mensajes escritos y multimedia está desplazando el uso tradicional del teléfono, un fenómeno que genera nuevas dinámicas sociales y desafíos en el ámbito profesional

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Esta problemática ha sido influenciado
Esta problemática ha sido influenciado por las comunicaciones SPAM o los ciberataques. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El fenómeno de la telefobia entre los jóvenes de la Generación Z ha adquirido una dimensión que trasciende la simple preferencia tecnológica, al punto de que el 56% de los jóvenes asocia las llamadas telefónicas con la posibilidad de recibir una mala noticia.

Este dato, extraído de un estudio realizado por Uswitch en el Reino Unido, revela que la aversión a responder el teléfono no solo es una tendencia, sino que se ha convertido en un rasgo generacional con implicaciones directas en el ámbito laboral y social.

Qué generación es la que menos responde una llamada telefónica

El rechazo a las llamadas telefónicas se manifiesta de manera aún más marcada en un 23% de los jóvenes, quienes admiten que nunca atienden este tipo de comunicaciones.

Este grupo prefiere las aplicaciones
Este grupo prefiere las aplicaciones de mensajería o redes sociales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La investigación consultó a personas de entre 18 y 34 años, y sus resultados muestran que la preferencia por la mensajería instantánea y las redes sociales ha desplazado casi por completo el uso tradicional del teléfono.

De hecho, el 48% de los participantes prefiere comunicarse a través de aplicaciones como WhatsApp o redes sociales, lo que evidencia un cambio profundo en los hábitos de interacción.

Por qué la Generación Z no suele comunicarse a través de una llamada

La Generación Z, compuesta por quienes nacieron entre 1997 y 2010, ha crecido en un momento donde el acceso a teléfonos inteligentes es cotidiano desde la adolescencia. Para estos jóvenes, el teléfono inteligente se percibe más como una herramienta de acceso a internet que como un medio para realizar llamadas.

Los jóvenes se interesan más
Los jóvenes se interesan más por enviar mensajes que por realizar o recibir llamadas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Esta transformación en la percepción y el uso del teléfono ha llevado a que las llamadas se reserven para situaciones consideradas serias o excepcionales, mientras que la comunicación cotidiana se canaliza por vías escritas o multimedia.

Asimismo, el contexto actual, marcado por el aumento de llamadas comerciales y de SPAM, ha reforzado la idea de que una llamada inesperada suele estar vinculada a asuntos urgentes o negativos.

Liz Baxter, del Nottingham College, señaló a La Vanguardia que, el temor a las llamadas entre los jóvenes no resulta sorprendente, porque muchos de ellos “no han tenido la oportunidad de hacer y recibir llamadas telefónicas” y consideran que el teléfono “no es la función principal” del dispositivo.

Qué consecuencias tienen este fenómeno a nivel social y laboral

No contestar una llamada puede
No contestar una llamada puede generar problemas en un trabajo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las consecuencias de este fenómeno se hacen evidentes en el ámbito profesional. La telefobia puede convertirse en un obstáculo para el desarrollo laboral de la Generación Z, porque las llamadas telefónicas siguen siendo una herramienta clave en el mundo corporativo, tanto para la comunicación interna como para la atención a clientes.

Por este motivo, investigadores académicos han comenzado a analizar los efectos de la telefobia y a buscar estrategias para ayudar a los jóvenes a superar esta barrera.

Por qué ya no se usa el teléfono para realizar llamadas

Según Baxter, “pueden hacer cualquier cosa en el teléfono, pero nosotros automáticamente usamos mensajes de texto, notas de voz y cualquier cosa excepto usar un teléfono para su propósito original, y por eso la gente ha perdido esa habilidad”.

Esta dinámica se ha fortalecido
Esta dinámica se ha fortalecido por el aumento de la digitalización. (Imagen ilustrativa Infobae)

La especialista subrayó que el auge de la tecnología ha facilitado la comunicación sin necesidad de hablar, lo que paradójicamente ha hecho más sencillo evitar el contacto directo.

Para Baxter, la llamada telefónica se asocia con lo negativo o con malas noticias. Explicó que los jóvenes “no saben qué o quién está al otro lado” y tampoco pueden anticipar “qué va a decir”.

En contraste, la mensajería escrita ofrece un ambiente más informal, permite tomarse el tiempo para responder y proporciona retroalimentación visual sobre cómo actuar, lo que resulta más cómodo para quienes han crecido en la era digital.