
El auge de la inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama laboral a una velocidad sin precedentes, impulsado por un notable incremento en la inversión de las grandes empresas tecnológicas. Este avance, no obstante, plantea advertencias claras sobre los riesgos de transformación de empleos, con fuerte impacto en las mujeres dedicadas a tareas administrativas.
De acuerdo con el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de Naciones Unidas, realizado en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación de Polonia (NASK), uno de cada cuatro empleos en el mundo (25%) está potencialmente expuesto a la inteligencia artificial generativa (GenAI).
La OIT enfatiza que “la transformación, y no el reemplazo, es el resultado más probable”, aclarando que gran parte de las tareas podrán ser complementadas o modificadas por IA, en vez de ser eliminadas completamente.
Riesgo diferenciado: impacto por género y sector
El informe destaca que la exposición a la automatización varía según sector y género. En los países de altos ingresos, el 9,6% del empleo femenino se encuentra en puestos de alto riesgo de automatización, frente al 3,5% entre los hombres.

Esto implica que las mujeres en estos países tienen aproximadamente 2,7 veces más probabilidades de desempeñar funciones susceptibles a ser transformadas por IA. Sin embargo, la OIT subraya que estas cifras reflejan el potencial de exposición, no despidos inmediatos ni “probabilidades de perder el empleo”.
Las ocupaciones administrativas (“clerical jobs”) presentan la mayor exposición, dado que muchas de sus tareas podrían, en teoría, ser automatizadas por sistemas generativos. Esta realidad afecta mayoritariamente a las mujeres, que a nivel global ocupan una proporción significativa de estos puestos.
“Los trabajos administrativos enfrentan la mayor exposición de todos”, señala el reporte, que también advierte sobre una creciente exposición de empleos cognitivos digitalizados —como los vinculados a medios de comunicación, desarrollo de software o finanzas— medida que la IA evoluciona en capacidad.
El crecimiento de la inversión y los beneficiarios de la infraestructura IA

El gasto empresarial en infraestructura tecnológica para IA está en auge. Según encuestas de Morgan Stanley y Piper Sandler a directores de información (CIOs), la IA encabeza la lista de prioridades para nuevas inversiones: el 60% de los CIOs consultados por Morgan Stanley anticipa tener proyectos de IA generativa en producción antes de fin de año.
Piper Sandler destaca que el 93% de los CIOs planea aumentar el gasto en infraestructura de IA en 2025, y casi la mitad prevé subidas superiores al 25% vs. el año anterior.
Este flujo de capital beneficia especialmente a Microsoft Azure, Oracle Cloud, Amazon Web Services, Google Cloud y la fabricante Nvidia, líder indiscutible en hardware para IA y recomendada como “principal apuesta” por expertos sectoriales, según Barron’s.
Despidos, transición y matices en la automatización
El avance de la IA ya tiene reflejo en decisiones empresariales. De acuerdo con reportes de Bloomberg y Barron’s, Microsoft despidió recientemente a unos 2.000 empleados —en su mayoría programadores— en un proceso atribuido a la adopción de sistemas de IA. El propio CEO de Microsoft, Satya Nadella, señaló que cerca del 30% del código generado en la compañía proviene ya de sistemas automatizados.
Mark Zuckerberg (Meta) ha declarado públicamente la intención de reemplazar a numerosos programadores de nivel medio por IA generativa. Diversos informes, como los citados por Inc., evidencian dificultades crecientes para los trabajadores tecnológicos que buscan nuevos empleos, en parte por la digitalización acelerada.
Es fundamental matizar, según la OIT, que la exposición al riesgo no implica forzosamente pérdida inmediata de empleo. “Muchas tareas pueden realizarse de manera más eficiente gracias a la IA, pero aún requieren intervención humana”, destaca el informe. Factores como las brechas tecnológicas y educativas, o la infraestructura, provocan que el impacto de la automatización varíe notablemente según el país y el sector.
Recomendaciones para la transición: capacitación y diálogo social
Ante este escenario, la OIT y la ONU instan a gobiernos, empresas y sindicatos a promover el diálogo social y estrategias inclusivas. El objetivo es potenciar la productividad y calidad del empleo, especialmente en los sectores más expuestos a la automatización. “Es fácil perderse en la euforia de la IA. Lo que se necesita es claridad y contexto”, explica Janine Berg, economista principal de la OIT.
El informe recomienda programas de capacitación en nuevas competencias y actualización técnica, especialmente orientados a mujeres en roles administrativos, para reducir riesgos de exclusión laboral.
El éxito de la transición dependerá de la capacidad de adaptación de empresas, trabajadores y reguladores, así como de la gestión proactiva para mitigar riesgos y aprovechar las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial en el mundo laboral global.
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