Tres palabras que nunca debes decir al contestar la llamada de un número desconocido

Diferentes organizaciones alertan sobre tácticas de estafadores que manipulan grabaciones de voz para fraudes financieros

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Decir "sí" en una llamada
Decir "sí" en una llamada desconocida puede ser usado para autorizar transacciones sin el consentimiento del titular. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Responder una llamada de un número desconocido puede convertirse en la puerta de entrada a estafas y fraudes. Organizaciones de consumidores y entidades bancarias han alertado sobre una nueva modalidad delictiva basada en la recopilación y manipulación de la voz de las víctimas para suplantación de identidad y fraudes financieros.

Existen tres palabras o frases comunes que pueden ponernos en riesgo al atender una llamada de un número desconocido: “sí”, “hola” y “aló”. Aunque parecen respuestas inofensivas y usuales, los estafadores han encontrado la manera de utilizarlas en su beneficio.

Las palabras que no se deben decir en una llamada desconocida

  • “Sí”: la palabra que puede autorizar transacciones sin tu conocimiento

Responder con un simple “sí” al atender una llamada es algo que la mayoría de las personas hace sin pensarlo. Sin embargo, este monosílabo puede ser utilizado para realizar fraudes a gran escala. Según el Banco de España, los delincuentes graban la voz de las víctimas pronunciando esta palabra y la utilizan para aprobar transacciones, contratar servicios no deseados o incluso autorizar préstamos en su nombre.

Organizaciones alertan sobre tácticas de
Organizaciones alertan sobre tácticas de estafadores que manipulan grabaciones de voz para fraudes financieros. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El fraude del “sí” es una de las tácticas más empleadas en el vishing (estafas telefónicas), donde los estafadores se hacen pasar por empleados de bancos u otras instituciones. Durante la llamada, suelen hacer preguntas como:

  • “¿Me escucha bien?”
  • “¿Es usted el titular de la cuenta?”
  • “¿Quiere recibir más información sobre nuestros servicios?”

Cualquier respuesta afirmativa es grabada y, posteriormente, puede ser utilizada como supuesta prueba de consentimiento en operaciones fraudulentas. Aunque en la actualidad no existe un sistema bancario que autorice transacciones únicamente con la voz, los delincuentes combinan esta grabación con otras tácticas de ingeniería social para obtener datos adicionales de sus víctimas.

  • “Hola”: la trampa de la grabación y manipulación de voz

El simple acto de decir “hola” al atender una llamada puede parecer inofensivo, pero en realidad puede ser el primer paso de una estafa. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España ha advertido sobre los peligros de responder llamadas desconocidas de manera desprevenida.

Los ciberdelincuentes utilizan programas avanzados de manipulación de audio para modificar grabaciones de voz y hacerlas parecer legítimas en llamadas a bancos o empresas de crédito. Con una muestra clara de la voz de la víctima, pueden simular conversaciones completas para engañar a sistemas de verificación automatizados o a empleados de instituciones financieras.

Decir "aló" activa sistemas automatizados
Decir "aló" activa sistemas automatizados que seleccionan números para estafas o telemarketing. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, existen fraudes en los que se registra la voz del usuario y, posteriormente, se le hace creer que ha aceptado suscripciones o contratos de servicios inexistentes. En estos casos, las víctimas pueden ser contactadas más adelante por falsos representantes de empresas que les exigen el pago de un servicio que, supuestamente, han aceptado.

  • “Aló”: cómo los sistemas automatizados identifican respuestas humanas

Otra práctica común al contestar el teléfono es decir “aló”, especialmente en algunos países de habla hispana. Sin embargo, responder de inmediato con esta palabra puede activar sistemas automáticos de telemarketing o fraude.

Muchas compañías, bancos y operadores telefónicos utilizan call centers con programas que marcan números de manera automática. Cuando un usuario responde y dice “aló”, el sistema detecta la respuesta y transfiere la llamada a un operador. Si no hay empleados disponibles en ese momento, la llamada se corta.

Este fenómeno es una de las razones por las cuales muchas personas reciben llamadas de números desconocidos que se interrumpen segundos después de ser atendidas. Al quedarse en silencio unos segundos en lugar de hablar de inmediato, el sistema puede interpretar que la llamada no fue respondida y desconectarla antes de que se transfiera a un operador.

Evitar dar información personal por
Evitar dar información personal por teléfono y contactar directamente a la entidad oficial es clave. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además de las empresas legítimas, los delincuentes también utilizan estos sistemas para seleccionar posibles víctimas. Una respuesta inmediata les indica que el número está activo y que la persona está dispuesta a contestar, lo que puede llevar a recibir más intentos de estafa en el futuro.

Cómo protegerse de estas estafas

Ante la creciente sofisticación de los fraudes telefónicos, es fundamental adoptar medidas de seguridad al atender llamadas de números desconocidos. Aquí algunas recomendaciones clave:

  • No responder con un “sí”, “hola” o “aló”: en su lugar, opta por respuestas más neutras como “¿Quién habla?” o “¿Con quién desea comunicarse?”.
  • No proporcionar información personal: si la llamada proviene de un supuesto banco o empresa, es mejor colgar y contactar directamente a la entidad a través de sus canales oficiales.
  • Evitar continuar la conversación: si hay dudas sobre la legitimidad de la llamada, lo mejor es terminar la comunicación sin dar oportunidad a los estafadores de obtener más información.
  • Monitorear movimientos bancarios: revisar periódicamente las cuentas bancarias y reportar cualquier transacción sospechosa de inmediato.
  • Bloquear números sospechosos: si se recibe llamadas reiteradas de un mismo número desconocido, es recomendable bloquearlo y reportarlo a las autoridades o empresas de telecomunicaciones.