Por eso es importante determinar los factores que indican que estamos siendo espiados, ya que hay ciertas señales que ayudan a detectarlo y saber cómo actuar frente a una situación, así para evitar que nuestra información personal quede expuesta.
Cómo podrían espiarte las aplicaciones y escuchar tus conversaciones
El acceso al micrófono y la cámara de un teléfono móvil es una función esencial para aplicaciones como las de mensajería o videollamadas, pero también es una puerta abierta a posibles abusos. Muchas aplicaciones solicitan permisos para acceder a estas herramientas con el objetivo declarado de “mejorar la experiencia del usuario”. Sin embargo, hay casos en los que el uso del micrófono podría extenderse a prácticas más cuestionables.
Estudios recientes han revelado que más de 250 aplicaciones disponibles en las tiendas de Google Play y App Store han utilizado los micrófonos de los teléfonos para escuchar el audio de fondo y recopilar información con fines publicitarios. Estas aplicaciones podían identificar los programas de televisión o música que el usuario escuchaba para ofrecer anuncios personalizados.
Además, investigaciones como las realizadas en la Universidad de Stanford han demostrado que no solo el micrófono puede ser utilizado con este propósito. Herramientas como los giroscopios de los teléfonos también pueden recopilar señales acústicas, convirtiéndose en micrófonos improvisados para recolectar datos sensibles.
Estas aplicaciones son espías al acceder al micrófono
El caso de StealthGenie, una aplicación que permitía espiar mensajes de texto, llamadas y conversaciones, es un ejemplo claro de cómo algunas aplicaciones están diseñadas explícitamente para vulnerar la privacidad. Estas aplicaciones suelen disfrazarse como herramientas de supervisión o incluso vienen preinstaladas en dispositivos.
Otra herramienta cuestionada es RCSAndroid, creada por el grupo Hacking Team. Esta tecnología permitía capturar audio de las conversaciones, sonidos ambientales e incluso otros datos personales sin que el propietario del dispositivo se percatara.
Aunque no todas las aplicaciones que solicitan permisos para el micrófono o la cámara tienen intenciones maliciosas, los usuarios deben ser conscientes de los riesgos. En el caso del ministro español Jorge Fernández Díaz, se sospecha que las grabaciones comprometedoras que salieron a la luz pudieron haberse realizado con un teléfono hackeado, lo que demuestra que estas prácticas no están limitadas al ámbito personal.
Cómo identificar si te están espiando tu micrófono
La mejor manera de protegerte contra aplicaciones espía es prestar atención a las señales que indican un uso inusual del micrófono o la cámara. Apple introdujo en iOS 14 una función llamada indicador de grabación, que muestra un punto naranja en la pantalla cuando una aplicación está utilizando el micrófono o la cámara. En Android, aplicaciones como Access Dots ofrecen una funcionalidad similar.
Además, revisa periódicamente los permisos otorgados a tus aplicaciones:
- En Android:
- Ve a Ajustes > Aplicaciones y notificaciones > Gestor de permisos.
- Examina permisos como el de la cámara o el micrófono y desactiva los que no sean esenciales.
- En iOS:
- Accede a Ajustes > Privacidad > Cámara o Micrófono.
- Desactiva los permisos de las aplicaciones innecesarias.
Por último, algunas señales de alerta incluyen un aumento en el consumo de datos móviles o batería, lo que podría indicar que una aplicación está funcionando en segundo plano de manera sospechosa.
Opciones adicionales para proteger tu privacidad
Para quienes buscan una capa extra de seguridad, existen soluciones físicas y de software que pueden ayudar:
- Bloqueadores de micrófono: dispositivos que se conectan al puerto de auriculares del teléfono para desactivar el micrófono.
- Cubiertas para cámaras: desde simples pegatinas hasta mecanismos deslizables que bloquean la lente de manera temporal.
- Aplicaciones de monitoreo: herramientas que notifican cuando se accede al micrófono o la cámara.
Como señaló el exanalista de la NSA, Edward Snowden, la única manera de garantizar que un dispositivo no está grabando es desconectar físicamente el micrófono de la placa base. Si bien esta medida extrema no es viable para la mayoría, destaca la importancia de abordar la privacidad con seriedad.