El Tribunal Oral Federal N°1 de Salta condenó este miércoles a los hermanos David y Santiago Bejarano por el homicidio agravado por alevosía y el uso de arma de fuego de Darío Monges, el asesor político que fue hallado dentro de su camioneta con cinco tiros en la cabeza el 3 de septiembre de 2022. El delito prevé una pena de prisión perpetua, que será comunicado en una próxima audiencia de cesura.
Al mismo tiempo, los jueces Marta Liliana Snopek, Federico Santiago Díaz y Mario Marcelo Juárez Almaraz absolvieron al padre de ambos, Catalino Bejarano, por el beneficio de la duda y fue liberado.
Durante la lectura del veredicto, la presidenta del Tribunal dio un adelanto de los argumentos del fallo. Entre otros, mencionó el reloj Rolex que los peritos encontraron “correctamente colocado” en la muñeca izquierda de la víctima, que fue encontrado tendido sobre el asiento del conductor de su Ford Eco Sport Blanca.
¿Por qué llamó la atención este detalle? La respuesta a esa pregunta la dieron los familiares de la víctima al declarar como testigos. Su padre Arnaldo Monges, marino retirado, contó que le enseñó a pelear a sus cuatro hijos varones “desde chiquitos”. “Sabía artes marciales, solo lo podían matar a tiros”, mencionó sobre la resistencia que podía prestar Darío ante un ataque físico.
Tanto su hermano como su esposa, a su turno, indicaron que, cada vez que iba a pelear, se sacaba su Rolex y lo guardaba en el bolsillo del pantalón.
Para los jueces, esto prueba el asesor se encontraba en “estado de indefensión” cuando fue abordado por los homicidas, a quienes conocía. “Se encontraba relajado, sentía que estaba entre amigos y se sentía seguro, sin riesgo”, dijo la magistrada al repasar este indicio.
“El crimen fue cometido por los imputados el día entre la noche 1 y la madrugada del 2 de septiembre del año 2022. Para concretarse, David y Santiago se valieron de la relación de confianza, trato frecuente y negocios comunes de narcotráfico, producto de la amistad que tenían con la víctima”, indicó Snopek.
En ese sentido, los jueces consideraron que se trató de un asesinato “a traición”. “Se encontraba sentado en el asiento del acompañante con el cinturón de seguridad, puesto que lo coloca en un estado de indefensión, no lo esperaba. ”, agregó la jueza, quien señaló contradicciones y “mentiras” de los hermanos durante el proceso.
En tanto, el Tribunal determinó que los cinco disparos provinieron de una pistola calibre 25, con características similares a la que solía llevar en la guantera de su camioneta Monges. El arma nunca se encontró, al igual que su celular.
Al mismo tiempo, consideraron pruebas de importancia los impactos de antenas de celulares y las cámaras de seguridad que marcaron el recorrido de la víctima y su camioneta.
“El vehículo fue registrado a las 22:31 por una cámara en calle Deán Funes 2926, aproximadamente a 300 metros del taller de los Bejarano. El recorrido continuó hasta horas 23:11 del día jueves del 1 de septiembre del año 2022, tomado por las cámaras de Ángel Margara, Ángel Vargas y Jorge Newbery. Finalmente, se concluye con el hallazgo final del vehículo, a unos 80 metros de la ubicación de una cámara en barrio El Círculo”, precisó.
Otro elemento que fue tomado en cuenta fue el resultado de la prueba odorólogica y el hallazgo de ADN en el volante que dio cuenta de la presencia de David Bejarano en la camioneta. Al mismo tiempo, la declaración de un testigo de identidad reservada ubicó a los hermanos dentro del vehículo y dejó afuera a su padre.
“Podemos decir que ambos homicidas actuaron con un plan común para dar muerte a Monjes. Planificaron y actuaron con la misma finalidad, llevando a cabo una acción determinante y conducente para lograr su cometido”, aseguró la jueza sobre la condena por los delitos homicidio agravado por alevosía y el uso de arma de fuego.
Al absolver a Catalino, el Tribunal descartó la figura de premeditación, tal como solicitaron los fiscales Eduardo Villalba y Mariana Gamba, junto a la querella, representada por Nicolás Escalante.
El cuerpo fue encontrado por unos niños del templo evangélico del barrio Círculo, que jugaban a la pelota cerca de la Ford Eco Sport de Monges. Los chicos corrieron a contarle a su pastor. El hombre se comunicó al 911 y, desde ese momento, se corrió el velo sobre una oscura trama que gira en torno al narcotráfico y a la concesión de beneficios a presos narco, en los que estarían involucrados el capo Cristian “Gringo” Palavecino, el jefe de sicarios Alejandro “Cabezón” Díaz y el ex secretario de Seguridad Benjamín Cruz.
Durante el debate, también surgió información sobre la liberación de rutas para el tráfico de cocaína y dólares, con permisos oficiales de circulación durante la pandemia. Esa línea comenzó a ser investigada por Villalba. “Es peor que la fiesta de Olivos”, dijo el fiscal tras la revelación en el juicio.