Femicidio en Venado Tuerto: dictaron la prisión preventiva para el marido de la mujer asesinada

El imputado intentó establecer “un móvil de intento de robo”, pero se comprobó su culpabilidad y ahora la Justicia emitió su fallo para el avance de la investigación

Compartir
Compartir articulo
Stella Maris Eidner tenía 37 años
Stella Maris Eidner tenía 37 años

En el día de ayer dictaron prisión preventiva para un hombre de 43 años que está acusado de haber apuñalado y asesinado a su pareja en la ciudad de Venado Tuerto, ubicada en el departamento General López.

Fue el juez de Venado Tuerto, Eduardo Bianchini desde La Justicia de Santa Fe, el que tomó dicha medida a partir del aberrante acto cometido por Marcelo Gusella (43), quien fue acusado de “homicidio agravado por el vínculo” y en un “contexto de violencia de género”, en perjuicio de Stella Maris Eidner (37).

El fiscal de la causa, Iván Raposo, comentó en la audiencia imputativa que tuvo lugar este miércoles, que el hecho se produjo cuando la mujer salía de su casa para dirigirse a su trabajo en el Hospital Regional del pueblo donde despeñaba tareas como enfermera de la institución.

“Luego del crimen, cuando la policía llegó al lugar, el acusado estaba junto al cuerpo de la mujer y el hijo de ambos”, detallaron fuentes judiciales a las cuales pudo acceder Télam.

Asimismo agregaron: “Este hombre en principio manifestó que su pareja había sido víctima de un homicidio en ocasión de robo”.

Inclusive se cree que el imputado intentó establecer “un móvil de intento de robo”, para encubrir la causa y así evitar ser acusado. No obstante, con el avance de la investigación y las pericias que se llevaron a cabo, dicha hipótesis quedó completamente descartada.

“Se comprobó la inconsistencia de su relato a partir de contradicciones con el encargado y compañeros de trabajo de la empresa local Ricedal, donde él trabajaba”, explicó el fiscal a cargo, luego de que se activara el protocolo de femicidio.

Lugar del asesinato (Foto: Google maps)
Lugar del asesinato (Foto: Google maps)

En tanto, una de las pruebas que fue clave en la detección del hecho fueron las cámaras de seguridad debido a que las mismas “lo registran llegando minutos después del crimen, con un bulto, que entendemos, era la vestimenta y el arma blanca”, las cuales fueron encontradas posteriormente.

De la misma forma lo tomaron las cámaras de seguridad de los vecinos que “muestran a una persona con capucha, gorra visera, que estuvo agazapado 20 minutos aguardando a que la mujer saliera de la casa y buscará la motocicleta que utilizaba para ir a trabajar”.

“Se puede apreciar en los registros fílmicos, además, que cuando sale la mujer de la casa, este sujeto la aborda, pero luego sale corriendo”, relató y agregó que de todas formas no se ve el momento preciso del ataque y el deceso.

Se sumó como prueba a la investigación el hallazgo de rastros de sangre en el lugar del hecho, en el interior de la vivienda y también a dos cuadras del femicidio.

El mismo tuvo lugar el jueves pasado, cerca de las 5.30, frente a una vivienda cercana al cruce de las calles Cerrito y Chile, del barrio Victoria, en dicha ciudad ubicada unos 165 kilómetros al sudoeste de Rosario, donde la víctima residía con el ahora imputado.

Fueron sus gritos y el escándalo que generó la situación, lo que alertó a uno de sus dos hijos, quien fue el primero en asistirla y pedir ayuda a los vecinos.

De esta forma, llegaron al lugar efectivos policiales que aseguró que al encontrarse con la mujer pudieron constatar que había fallecido en el acto por la gravedad de sus heridas, seis puñaladas hechas con un cuchillo de 30 centímetros de largo, que iban de la zona del tórax hasta el abdomen.

Con este contexto y a partir del análisis y la investigación, el fiscal Raposo sentenció que, “las pruebas contra el femicida, son contundentes” y que, en caso de ser condenado, podría corresponderle la pena de “prisión perpetua”.