El caso del crimen de Lautaro y la desaparición de Lucas: el juez dejó la causa por “temor” a su integridad física

El juez de Garantías 5 de Quilmes, Julián Busteros, se excusó de seguir interviniendo en la causa por la desaparición de Lucas Escalante y el crimen de Lautaro Morello en Florencio Varela, al asegurar que a lo largo del proceso fue “amenazado, difamado” y “hostigado”. La decisión del magistrado llegó luego de que sufriera un revés por parte de la Cámara de Apelaciones de Quilmes.

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Busteros había dictado en agosto pasado la prisión preventiva del comisario mayor Francisco Centurión, uno de los sospechosos del caso. Decidió que el acusado continuase detenido por el delito de sustracción de caudales públicos, pero no por la presunta privación de la libertad de Escalante, tal como lo había pedido el fiscal a cargo de la investigación, Daniel Ichazo.

El fiscal apeló aquella resolución y esta semana la Cámara falló a su favor y le solicitó al juez que “dicte un nuevo pronunciamiento ajustado a derecho” respecto a la situación de Centurión. Sin embargo, ante ello, Busteros expresó que no se encuentra en condiciones. Explicó que “en la causa se han suscitado situaciones de gravedad suficiente para ver comprometida mi independencia e imparcialidad”.

En esa línea, en un documento de cinco páginas al que accedió Infobae, argumentó: “A lo largo del proceso he sido amenazado, difamado, hostigado en los medios de comunicación, locales y nacionales, en las redes sociales y mediante carteles en la vía pública”.

Puntualmente, el juez refirió a dos ocasiones en las que, durante manifestaciones de allegados a las víctimas, la sede de los juzgados fueron vandalizadas. E hizo mención a una reunión con familiares en la que, dijo, fue insultado.

“También fue insultado el secretario del juzgado y todo el personal del juzgado fue testigo de la cantidad de gente reunida en la puerta profiriendo insultos y amenazas a este magistrado”, añadió.

Y sostuvo: “Frente a la necesidad de reeditar el acto procesal no parece aventurado suponer que las manifestaciones contra el subscripto serán similares o que el clima de violencia moral que vengo sufriendo se verá incrementado”.

Así, consideró: “Esta situación de temor por mi integridad física, la del personal que presta funciones en la sede del juzgado (que cuenta solamente con una custodia durante el horario judicial) resulta un caso de gravedad suficiente para tener por configurada la causal de excusación prevista en el inciso 13 del art. 47 del C.P.P.”.

De esta manera, Busteros remitió el expediente a la sede de la Secretaría de Sorteos de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal Departamental para que se designe un nuevo Juzgado.

El caso

Morello y Escalante salieron a bordo del BMW de Escalante desde Florencio Varela el 9 de diciembre pasado. Mientras que el cadáver de Morello fue hallado incinerado seis días después en el Camino del Buen Ayre, Lucas continúa desaparecido hasta hoy.

Poco después hubo dos sospechosos arrestados: los primos Maximiliano y Cristian Centurión. Este último es el hijo del comisario investigado. Fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular.

En una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve al hijo del comisario cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que, se sospecha, pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.

Además de los primos Centurión y del comisario, en la causa hay otro sospechoso arrestado: el ex jefe de la seccional de Bosques, el comisario Sergio Enrique Argañaraz. En su caso, está imputado por el delito de encubrimiento.