Lo secuestraron frente a su esposa y apareció asesinado de tres disparos en la cabeza, esposado y con los pies atados con una corbata

Ocurrió en Pilar. La víctima contaba con antecedentes por robo. El fiscal Andrés Quintina titular de UFI Nº2 de ese distrito, investiga un ajuste de cuentas

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Lugar del hecho
Lugar del hecho

Ariel Robles, quien contaba con antecedentes por robo, fue asesinado de tres disparos en la cabeza, según indicó la autopsia. Su cadáver fue encontrado ayer, tras ser buscando durante algunas horas porque habían denunciado su secuestro, por efectivos de la Policía Bonaerense en el Arroyo Pinazo en la localidad de José C. Paz. Estaba esposado y con los pies atados con una corbata. Fue hallado luego de una denuncia al 911 de vecinos que observaron cómo en medio de la tormenta del lunes, un vehículo estacionó, arrojó un bulto y escapó a toda velocidad. Por los modos y la historia que antecedió al crimen, el fiscal del caso, Andrés Quintana, titular de la UFI Nº 2 Pilar, sospecha que se trató de homicidio por ajuste de cuentas. Por el momento hay tres detenidos.

Según las primeras informaciones, todo comenzó el lunes al mediodía, cuando Robles, de 41 años, le dijo a su esposa que lo acompañara a la casa de un conocido suyo, Oscar Alfredo Ledesma, de 34 años, ubicada Rumania al 2900 de la localidad de Lagomarsino, en Pilar. Así ambos se dirigieron al domicilio a bordo de una camioneta Toyota.

Una vez en el lugar, Robles le indicó a su esposa que esperara dentro del auto, que él ingresaba solo. Media hora después, comenzó una verdadera trama de horror. Un hombre armado salió de la casa de Ledesma y se dirigió a la camioneta donde se encontraba la mujer y la obligó a entrar. Cuando ingresó, observó a su esposo atado de pies y manos con cables a una silla y brutalmente golpeado. Tenía el rostro desfigurado por la golpiza que le habían dado, según declaró más tarde la esposa de Robles.

En medio de esa escena, Robles, balbuceante, le dijo a la mujer: Anda a casa y dales la plata que tengas”. Todo era para que lo liberaran. Le anunciaba, frente a sus ojos, que había sido secuestrado. Entonces, acompañada por dos captores, fue hasta su domicilio.

Allí, la mujer les entregó unos 30.000 pesos y algunos electrodomésticos. Con el botín en mano, le avisaron que Robles iba a ser liberado a la medianoche. Y la mujer esperó.

Pasado el horario marcado y al no recibir noticias de su esposo, la mujer se dirigió a la comisaría de Lagomarsino para denunciar lo ocurrido. El fiscal Quintana le tomó declaración. La esposa de Robles, entonces, le indicó donde estaba ubicada la casa de Ledesma y el fiscal dispuso un allanamiento de urgencia.

En el lugar continuaba Ledesma junto a dos mujeres de 24 y 26 años que estaban en la vivienda, pero Robles no estaba. Ledesma y las mujeres fueron detenidos. En la casa, según confiaron fuentes del caso, encontraron de un revolver calibre 22 largo con numeración suprimida y 15 municiones del mismo calibre. También había manchas de sangre por todo el lugar, indicaron los investigadores.

Se alertó a los efectivos de la zona para dar con Robles. Hasta que llegó la denuncia de los vecinos cercanos al Arroyo Pinazo y los efectivos encontraron el cuerpo del hombre. De esta manera, el fiscal Quintana calificó el hecho como robo con arma de fuego apta en concurso real con homicidio criminis causae, es decir, matar para ocultar otro delito, que prevé una condena a prisión perpetúa.

Esta tarde, Quintana sentó frente a él a los tres sospechosos para que brindaran su declaración indagatoria. Sin embargo, se negaron a declarar, según informaron fuentes del caso a Infobae. Ledesma, por su parte, no cuenta con antecedentes penales, indicaron las mismas fuentes.

Por estas horas, mientras se busca a otros sospechosos, para los investigadores, la principal hipótesis del crimen está relacionada con una deuda por un botín mal repartido: por venta de drogas o un robo.

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