Córdoba: una adolescente de 16 años fue baleada por otra chica en la puerta de su casa y está en coma

Sucedió el domingo a la madrugada en barrio Ciudad Evita. Tiziana Montero recibió un tiro en la frente y la bala le quedó alojada en el cerebro. Aunque su estado era crítico, en las últimas horas, los médicos del Hospital de Urgencias, confirmaron a la familia que no hay muerte cerebral

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Tiziana tiene 16 años y es la menor de cuatro hermanas. Actualmente cursa el tercer año del secundario (Facebook)
Tiziana tiene 16 años y es la menor de cuatro hermanas. Actualmente cursa el tercer año del secundario (Facebook)

La última vez que habló con Tiziana, la joven de 16 años le comentó que quería tomar un curso de maquillaje y de manicura. Gabriel Montero (43), de profesión carpintero, prometió ayudarla con la condición de que no descuidara sus estudios. Horas más tarde, la menor de sus cuatro hijas era baleada en la puerta de su domicilio.

Sucedió el domingo a la madrugada en barrio Ciudad Evita de Córdoba. De acuerdo con los medios locales, Tiziana Montero regresó a su casa después de una fiesta, donde su ex novio tuvo un altercado con otro joven. Mientras la adolescente y su ex pareja conversaban en la puerta del domicilio de ella, el muchacho con el que el joven había discutido previamente arribó en moto acompañado por una chica para tomar represalias.

Sin mediar palabra, la mujer sacó un arma y disparó. El balazo -que aparentemente iba dirigido al ex novio de Tiziana- le dio en la frente a ella y quedó alojado en su cerebro. Tras el incidente, y según el relato de su padre, la adolescente fue trasladada en un patrullero al Hospital de Urgencias de la ciudad de Córdoba. Su estado es crítico pero, en las últimas horas, evolucionó.

Tiziana Montero fue baleada en la cabeza en la puerta de su casa en la madrugada del domingo (Foto/Facebook).
Tiziana Montero fue baleada en la cabeza en la puerta de su casa en la madrugada del domingo (Foto/Facebook).

Hija de Gabriel y de Silvia y hermana de Melanie (24) y de las gemelas Génesis y Ariana (21), Tiziana cursa el tercer año del secundario y es la menor del clan Montero. El último en enterarse de que la habían baleado fue su papá que, en un descuido, había dejado el celular silenciado y jamás escuchó los llamados y mensajes de su ex mujer y sus hijas. “Me enteré por mi hermano que me vino a avisar a mi casa, dice el hombre a Infobae.

Tanto Gabriel como el resto de la familia de Tiziana aseguran desconocer los motivos del brutal ataque. “No tenemos idea. Pasó una moto con una pareja y ella estaba conversando con su ex novio. Ella estaba de frente a la calle. Cuando escuchan que venía la moto, el chico vio que la chica sacó el arma, él se corre y le pegan en la frente a mi nieta. ¿Por qué tienen el derecho de quitar la vida así?”, dijo la abuela de la adolescente a Telefe Córdoba durante una marcha que organizaron en el centro de la ciudad para pedir “Justicia”.

Hasta ahora no hay detenidos por el hecho, pero el círculo de la joven manifestó saber quienes fueron los responsables. Durante la movilización, una de las hermana de Tiziana afirmó frente a las cámaras que “son gente del barrio” y dijo que “no es la primera vez que pasa algo así”.

Este lunes al mediodía, familiares, amigos y vecinos de Tiziana se concentraron en la intersección de Bv. San Juan y Vélez Sarsfield, para pedir “Justicia” por la adolescente (Foto/Facebook)
Este lunes al mediodía, familiares, amigos y vecinos de Tiziana se concentraron en la intersección de Bv. San Juan y Vélez Sarsfield, para pedir “Justicia” por la adolescente (Foto/Facebook)

Al momento de la comunicación con Gabriel Montero, su hija Tiziana sigue en coma inducido y con respirador. Sin embargo, los profesionales del Hospital de Urgencias hablan de una evolución.

Al principio nos dijeron que la situación era irreversible y que si lograban salvarla, mi hija iba a quedar en estado vegetativo. Ahora nos confirmaron que no tiene muerte cerebral y que quizás puede salir adelante”, se ilusiona Gabriel que, desde el domingo, está instalado en la puerta de la institución médica.

“Somos cerca de diez y nos vamos relevando. No queremos movernos de acá”, se despide el hombre.

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