Hoy por la madrugada, poco después de las 2 AM, la Policía de Entre Ríos se encontró con un misterio escalofriante. Fue en la zona de Paraná, en el cruce de las calles Virrey Vértiz y Los Yaros, cerca de la cancha del club Ciclón del Sur. Un Renault Clio de cinco puertas ardía en la noche en el descampado con su patente todavía atornillada.
En el asiento trasero había un cadáver a medio calcinar.
Así, intervino personal de la Comisaría 9° de la Ciudad, de Bomberos, la Dirección Criminalística y de la División Homicidios, en un expediente instruido por la fiscal Melisa Saint Paul, según confirmaron fuentes policiales en la provincia a Infobae. A través de la patente se obtuvo el nombre de la titular, Gisela C., oriunda de la zona, 37 años. También, el Clío tenía una persona autorizada para conducirlo: Silvio C., su hermano, 49 años, en una familia dedicada al negocio del transporte, empleado del Ministerio de Salud provincial.
La División Homicidios se entrevistó con la mujer: aseguró que su hermano, un hombre “muy reservado”, había tomado el auto esa noche para no volver. Su última conexión de WhatsApp marcaba las 21:18. Su hermana no le conocía amigos, asociados, ni siquiera tenía redes sociales a su nombre. El auto quedó secuestrado en una comisaría de la ciudad para posteriores análisis.
Altas fuentes del caso suponen, por lo pronto, sin una confirmación, que el hermano de la mujer sería la víctima.
Esta mañana, poco después del hallazgo del Clío, la Policía provincial fue alarmada por un llamado al 911 de otro hallazgo en el vertedero de basura de la ciudad: se encontraron dos manos entre los residuos, dentro de una bolsa, información adelantada por medios locales como El Once TV. Las manos, confirman fuentes, no estaban quemadas. Pericias de la Dirección Criminalística señalan que corresponderían al hombre desaparecido.
Así, la división Homicidios se aboca a resolver el caso, a la espera de nuevas pericias.
El misterio se suma a otros casos de la historia reciente como el del esqueleto encontrado en la Ribera de Quilmes a comienzos de este mes que todavía continúa sin ser identificado. En el cruce de Yoldi y Echeverría, en una zona de pajonales en la ribera, los bomberos voluntarios locales fueron alertados de un incendio por radio.
Así, ingresaron al lugar y fueron por las llamas. En medio de su labor, uno de ellos sintió algo bajo su bota. Llamaron a la policía y efectivos de la Comisaría 1° de la jurisdicción que llegaron al lugar: en medio de los pastos altos había un cadáver calcinado, un esqueleto ennegrecido. Las llamas llegaron directamente hasta los huesos, con unos fragmentos de ropa todavía a su alrededor.
La UFI N°4 de la zona con la fiscal Karina Gallo está a cargo de la investigación del caso, calificado como averiguación de causales de muerte. Por el momento, el cuerpo no fue identificado.
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