"Le decía que era hermosa, la acariciaba en las partes": el drama de una nena abusada durante casi dos años por el novio de su abuela

Ocurrió en Caballito: el presunto abusador, un financista de 75 años, ya fue enviado a juicio oral. Los llamados y los regalos a la víctima del acusado que sigue libre

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La víctima hoy tiene 16 años pero comenzó a ser abusada desde que tenía 12
La víctima hoy tiene 16 años pero comenzó a ser abusada desde que tenía 12

K. tenía 12 años en 2015, comenzaba a cursar el secundario en Caballito. De un momento a otro empezó a aislarse, de todo y de todos. Dejó de comer y de dormir. Se alejó de sus amigas, de la familia e incluso empezó a manifestar repentinos ataques de ira. Su mamá intentó pedir ayuda para entender qué le ocurría. Nada sirvió. La menor seguía sumida en una fuerte depresión y no había explicación alguna.

Más de un año y medio después, la chica -a punto de cumplir 14- colapsó en la madrugada del 28 de diciembre de 2016 y contó a su familia la verdad detrás de esos cambios en su comportamiento: había sido abusada, según ella misma, en reiteradas oportunidades por el novio de su abuela materna, un hombre identificado como J.M.V, que en ese entonces tenía 71 años.

La revelación tuvo lugar mientras estaban de vacaciones en una localidad de  la Costa Atlántica, lejos del departamento de Caballito en el que vivían junto a la abuela. El abusador no vivía con ellas, pero sí iba todos los días d visita. Según relató la mamá de la víctima a Infobae, durante esos 18 meses, ese fue el lugar en el que el hombre aprovechaba para acercarse a la nena y tocarla.

"Ella empezó a tener actitudes y comportamientos extraños. La mandé a entrevistas en el colegio, con psicólogos y nada. Pensé que era porque había comenzado en el colegio nuevo y seguía con actitudes raras, respecto a todos nosotros y a la comida. Era como que se sumió en una en una tristeza infinita. Así pasó un año y medio. Varias veces me pidió que nos mudáramos. Me lo pedía casi con desespero y no entendía por qué. Quería irse de la casa. Era un pedido de auxilio a los gritos", contó la madre, quien pidió que se preservara su identidad y la de su hija.

Conmocionada, la mujer casi de inmediato hizo la denuncia ante la Oficina de Violencia Doméstica y a los pocos días, le practicaron las pericias pertinentes, declararon las dos frente a psicólogos y la Justicia civil les otorgó la restricción perimetral contra J.M.V. Sólo quedaba contarle a la abuela que habían elevado una grave denuncia contra su pareja. La causa por abuso fue llevada adelante por el fiscal Horacio Fornaciari, pero como se jubiló a fines del año pasado, su colega Sandro Abraldes, uno de los acusadores que logró la condena al portero José Luis Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson, se hizo cargo del expediente bajo la firma del juez Guillermo Carvajal. 

Mientras tanto, las cosas en la casa de K. daban un giro radical.

Su mamá continúa: "Toda esa semana (la primera del año 2017) me dediqué a hacer todas las denuncias. Hasta ese momento mi mamá no estaba al tanto de nada. Una vez que tuve la orden perimetral, le conté todo. Incluso, estando en la Costa, el tipo éste la llamó dos veces al celular a mi hija. Creo que él sabía que iba ella me iba a contar. Fue como que llamó para atajarse. Y corroboré que mi mamá no estaba con él cuando la llamó. El tipo se la vio complicada porque la actitud la nena era distinta y la llamó dos veces", reveló la mujer.

"Después, mientras estábamos en la casa de mi mamá, el tipo empezó a llamar. Lo atendí y le dije que no llamara más. Creo que mi madre habrá hablado con él una vez más pero desde entonces la relación terminó", agregó. En medio del drama, la madre de K. le pidió ayuda al papá de la nena. Pero lo único que recibió fue rechazo. El hombre nunca creyó en la denuncia de su hija y terminó alejándose definitivamente sin brindarle apoyo. ´"Él fue un padre ausente. Nunca estuvo con ella y le dije que necesitaba que se hiciera cargo de su hija mientras yo trataba de afrontar esto, pero no lo hizo. De hecho puso en duda lo del abuso y nunca se hizo presente", remarcó la mujer.

Las pericias psicológicas, la Cámara Gesell y los exámenes en general fueron concluyentes: según las evaluaciones, la nena habría sido abusada en al menos cinco oportunidades, sin acceso carnal. El acusado apeló su procesamiento sin tener éxito. Así, la Justicia resolvió elevar la causa a juicio oral para el próximo 25 de junio en el Tribunal N°29 aunque no decretó la prisión preventiva para J.M.V, que era uno de los pedidos de la madre. En el debate, además del fiscal Abraldes, estará presente la defensora pública de menores, María Virginia Sansone.

"En ese sentido la Justicia actuó correctamente. El problema es que estuve más de dos años esperando a que me informaran la fecha de juicio oral. Mientras tanto, él quedó procesado y sin prisión preventiva, bajo el delito abuso sexual simple cometido en forma reiterada", apuntó la madre de K.

Por ahora, con sus 75 años, J.M.V sigue con su vida normalmente en su casa de Quilmes. Ya jubilado y registrado en el rubro de contaduría de la AFIP, el acusado trabaja en la misma financiera en la que se desempeña hace varios años.

Sandro Abraldes, fiscal de la causa (NA – HUGO VILLALOBOS)
Sandro Abraldes, fiscal de la causa (NA – HUGO VILLALOBOS)

Su apelación al procesamiento no fue la única arma que usó para defenderse en Tribunales. En sus declaraciones ante la justicia, J.M.V quiso invertir la culpa y acusó a la mamá de la nena de medicarla para que dijera que él había cometido los abusos.

"Alegó que yo, bajo los efectos de los psicofármacos, le lavé el cerebro para que dijera lo que dijo. Pero no fue lo único. También le daba regalos a mi hija como una suerte de soborno. Era para que no dijera nada. Yo tengo seis sobrinos y sólo le daba regalos a mi hija. Era con ella el asunto. Quiero que pague", dijo.

La lucha de una madre y el drama después del abuso

El camino para lograr que la Justicia elevara la causa a juicio oral no fue fácil en ningún aspecto para la madre de la víctima. El primer escollo que tuvieron que afrontar fue el estado de salud de ambas. Sumida en una fuerte depresión, la nena dejó de comer y comenzó a experimentar trastornos alimenticios: se volvió anoréxica.

"Llegó a pesar 39 kilos, sufrió un cuadro de hipokalemia (falta de potasio por desnutrición) que le generó una falla cardíaca que le pudo ocasionar un paro cardíaco. Fue muy grave", relató. La víctima comenzó un tratamiento en el que todavía continúa: visita a psicólogos y psiquiatras, está medicada. Nadie en la familia les creyó en un primer momento.

"Él se aprovechó de la situación vulnerable de ella. Mientras mi vieja se estaba cambiando o hablando por teléfono aprovechaba para manosearla. Ella estaba en el sillón y se sentaba a su lado. Le decía que era hermosa, la acariciaba en sus partes. Que la tocaba por encima de la ropa y que mientras tocaba él por debajo. Ella, llorando, me dijo que no le gustaba que le dijeran que era hermosa. '¿Quien te dijo? Si sos hermosa. Yo te lo digo', le decía yo. Ella me contestaba que 'no le gusta que se lo dijeran ni que la tocaran. Que no le gustaba que se lo diga un hombre", relató la mujer, quien hoy también enfrenta ella misma ataques de pánico y problemas alimenticios producto de todo el estrés que les trajo la situación. "Tengo 36 años y hoy peso menos que ella", detalló.

Hoy K. tiene ya 16 años y muestra una gran mejoría. Recuperó su peso, volvió al colegio y nuevamente estudia para su gran pasión: cantar profesionalmente.

La madre de la víctima es empleada pública del gobierno de la Ciudad y no cuenta con los medios económicos que sí tiene el acusado. Por eso no pudo contar con una abogado querellante. Es decir, se tuvo que mover por los distintos pasillos de la Justicia sin ningún tipo de asesoría. Logró lo que logró, completamente sola.

"El gobierno de la Ciudad no me patrocina. Fui al Colegio Público de Abogados, fui a la Defensoría del Pueblo a buscar ayuda y nada. Lo hice todo sola, sin abogado. Ni un abogado púbico porque como tengo un recibo de sueldo de 21.000 pesos en mano no tengo derecho a uno. Debería tener 17.000 en mano para poder acceder a un defensor público. Por eso no me pude presentar como querellante. Consulté con una abogada que aparece en los medios y me cobraba $100.000 para representarme. Yo no tengo esa plata. Me moví sola. Este tipo, en cambio, puso tres abogados y puso una perito psicóloga. Es un hombre con mucha plata, pero lo más seguro es que lo van a condenar", afirmó.

La madre de K. sabe que por la edad de J.M.V, es muy probable que le den pocos años de cárcel y prisión domiciliaria. Es por esto que una vez obtenga el fallo que está buscando, le iniciará una demanda civil porque durante todo este largo proceso tuvo que afrontar muchos gastos. "Mi sueldo se va en el tratamiento de mi hija. No me alcanza para mucho más. Por eso él se tiene que hacer cargo de todo esto aunque sea civilmente", dijo la mujer.

La figura de la pareja de la abuela como supuesto abusador de una niña dentro del hogar resuena poderosamente con el presente: la pareja de  la abuela fue el acusado de violar y embarazar a la chica de 11 años a la que se  le practicó una cesárea en Tucumán esta semana en medio de una fuerte polémica.

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