
En el barrio Perito Moreno de Bariloche, una zona de calles de tierra y casas humildes, a Mariano Cordi -el acusado de matar de un tiro en la cabeza a Valeria Coppa, su ex pareja- lo recuerdan como una persona que hablaba poco y no se metía con nadie. Vivió allí hace siete años con su ex mujer y sus dos hijos. Uno de sus vecinos dice que era "raro", pero nada más. Ningún signo extraordinario, ninguna conducta fuera de lo común.
Otros prefieren en cambio no responder si lo conocían o no. "No recuerdo", dice uno de ellos, que vivió a dos casas de distancia. Sin embargo, a unas cuadras de donde Cordi iba y venía con su Gol rojo hay un cartel pegado en un poste de luz con su foto y abajo una inscripción: "Asesino".
"Lo saludaba como a una persona común, hola y chau", dice una vecina de la madre del presunto femicida, a quien se lo cruzaba en la calle cuando Cordi la visitaba en el barrio Ñireco, a la entrada de Bariloche, y que se sorprendió al conocer la noticia del crimen. La casa materna está ubicada a lo alto de la escalera. Cuando Infobae visitó el lugar, la mujer –de unos 70 años- caminaba en césped de su jardín junto a dos perritos. "No tengo nada que decir", respondió a la consulta antes de que se le quebrara la voz.

Según el relato de sus vecinos, Cordi, de 41 años de edad, trabajaba de changas y vivía no lejos de ahí, en el barrio El Frutillar, camino a El Bolsón. En esa área de la ciudad cordillerana, los asentamientos se multiplican y el nivel de desempleo es apabullante. La Policía provincial allanó su casa y encontró dos explosivos y un arma de fabricación casera, similar a la que se sospecha que usó para matar a Coppa. Pocas horas después comenzó la cacería que culminó con la detención de Cordi no muy lejos de su casa, en la cima del Cerro Carbón, donde huyó tras presuntamente matar a su ex.
La pista del Cerro Carbón fue revelada por paseantes que frecuentan esa zona, una concurrida área turística que es la puerta de entrada al Valle del Challhuaco, adonde sólo se puede acceder a pie, a caballo o en vehículos 4×4. Un visitante informó que vio rastros de ropa y sangre mientras transitaba una de las sendas.
Con la ayuda de perros rastreadores, la policía encontró a Cordi a pocos metros de la cima. Estaba en calzoncillos, con quemaduras solares y un grave cuadro de deshidratación, indicaron a fuentes del hospital Ramón Carrillo de Bariloche. "¡Agua, agua!", repitió cuando fue detenido. Tenía una mochila con pocas pertenencias: un pantalón, marihuana, y otra arma casera.
Tras ser detenido, Cordi fue trasladado al hospital local para ser tratado por su cuadro de deshidratación. Varias horas después, sin embargo, el sospechoso seguía diciendo incoherencias y los médicos sospecharon que no era producto de la insolación: descubrieron que en su cabeza tenía una herida de arma de fuego, por la que fue fue operado de urgencia anoche.

"Estuvo en el quirófano hasta las 4 de la mañana", precisó a Infobae la fiscal Cendón, que ahora investiga si el disparo fue resultado de un intento de suicidio. En la operación le extrajeron esquirlas de un proyectil, cuyo orificio de entrada era casi imperceptible por el tipo de arma con la que fue disparado, según explicó la fiscal. La hipótesis es una sola: ¿intentó quitarse la vida y falló?

Hoy, Cordi se encuentra internado en condición estable y se espera que evolucione favorablemente para poder continuar con el proceso de indagatoria. "A mí lo que me interesa es que responda por el homicidio", subrayó Cendón.
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