Condenaron a un ex juez federal por abuso sexual y violencia de género

Recibió una condena a cinco años de prisión por varios delitos. Estuvo a cargo del juzgado más importante de La Pampa

Compartir
Compartir articulo
infobae

En 2013 comenzó una carrera en la Justicia federal de La Pampa y era el juez con más poder de la provincia. Hoy fue condenado a cinco años de prisión por intento de abuso sexual y amenazas en situación de violencia de género a empleadas de su juzgado.

Es el caso del ex juez José Antonio Charlín, quien le hizo vivir al personal del juzgado federal de Santa Rosa una verdadera pesadilla laboral en el poco tiempo que estuvo al frente. Pero más que situaciones incómodas, el entonces magistrado cometió delitos. Por eso hoy el Tribunal Oral Federal de La Pampa lo condenó a cinco años de prisión y a 10 de inhabilitación para ejercer cargos en el Poder Judicial, informaron a Infobae fuentes judiciales.

La pena es de cumplimiento en una cárcel pero la detención de Charlín no se hará efectiva hasta que la condena sea confirmada.

Con la excusa de saber de qué material era la ropa, tocaba a una secretaria; le puso una trincheta en el cuello a otra; amenazó a un periodista e hizo lo mismo con los empleados si no le decían a qué partido político pertenecían. Esos fueron algunos de los nueve hechos que el tribunal oral dio por probados.

José Charlín (foto “El Diario de La Pampa”)
José Charlín (foto “El Diario de La Pampa”)

Charlín fue designado el 5 de octubre de 2012 como juez federal de General Pico, en La Pampa. Su nombramiento fue propuesto por la entonces presidente Cristina Kirchner y aprobado por el Senado Nacional después de quedar primero en el concurso público para ocupar el cargo.

Pero ese juzgado no estaba habilitado, por lo que el Consejo de la Magistratura lo designó el 16 de mayo de 2013 como subrogante en el juzgado federal de La Pampa. Es el más importante de la provincia porque tiene la competencia electoral. De hecho, Charlín fue el juez a cargo de las elecciones primarias de ese año.

Pero su trabajo fue lo menos importante. Tanto la Cámara Federal de Bahía Blanca como el gremio de empleados judiciales lo denunció por violencia física y psíquica, acoso laboral y sexual.

Charlín dejó el cargo poco tiempo después, en agosto de 2013, cuando el Consejo de la Magistratura le quitó la subrogancia. El Consejo también lo investigó y cuando estaba cerca de enviarlo a juicio político, Charlín renunció en julio de 2016 a ser juez de General Pico. Fue un cargo que nunca llegó a ocupar.

Su carrera judicial terminó pero continuó la causa penal. Los jueces del Tribunal Oral, Luis Salas, Orlando Cosia y Carlos Grosso, hicieron lugar al pedido de la fiscal María Luz Castany y hoy lo condenaron.

Uno de los hechos que el tribunal dio por probados fue el intento de acoso sexual a la secretaria penal del juzgado, Iara Silvestre. La mujer relató en el juicio cómo Charlín le hablaba de sus pechos, le hacía comentarios groseros, le tocaba la ropa con la excusa de preguntarle de qué material era y en una oportunidad le pasó la mano por toda la espalda hasta la cintura.

El tribunal oral que condenó a Charlín (foto “El Diario de La Pampa”)
El tribunal oral que condenó a Charlín (foto “El Diario de La Pampa”)

Los mayores hechos fueron por amenazas. El caso más extremo lo vivió Adriana Bauman, secretaria privada del juzgado. Charlín le gritaba y la insultaba, y una vez la mujer estaba sentada en su escritorio y el juez la tomó por la espalda y le puso una trincheta en el cuello mientras le pedía que llamara a una persona por teléfono bajo amenaza de hacerla echar.

También fueron amenazados con ser despedidos una docena de empleados contratados de la Secretaría Electoral. Charlín los citó uno por uno para preguntarles quién los había nombrado y cuál era su afinidad política, y decirles que podía echarlos porque quería nombrar a gente de su confianza. Los empleados declararon que Charlín les dio copias de sus contratos en donde había resaltado con marcador fluorescente la cláusula que preveía que podía echarlos.

El periodista del diario El Diario de la Pampa Adrián Pascual también sufrió a Charlín. El juez lo agarró del brazo y lo sacó del edificio donde se estaba haciendo el recuento de votos de la elección primaria bajo la advertencia de que se tenía que portar bien porque tenía el ejército a disposición para echarlo y que el diario tenía que informarse mejor antes de publicar algo contra él. Ese medio fue uno de los primeros que publicaron las denuncias contra Charlín.

También fue condenado por malversar fondos públicos. Charlín gastó 32.970 pesos del juzgado para comprar sillones, una televisión full hd de 32 pulgadas, un reproductor, un escritorio, un equipo de música y sanitarios.

La prueba central que tuvo en cuenta el tribunal fueron los testimonios de los empleados del juzgado. Relataron el clima hostil y de violencia en el que trabajan.

Los empleados que trabajaron con Charlín tras la condena (foto “El Diario de La Pampa”)
Los empleados que trabajaron con Charlín tras la condena (foto “El Diario de La Pampa”)

El tribunal ordenó que se investigue otro hecho. En una oportunidad, Charlín le quitó el arma a su custodio y apuntaba en el pasillo del juzgado.

El juez estuvo cerca de evitar el juicio. Había firmado con la Fiscalía un juicio abreviado para recibir una condena de tres años de prisión en suspenso, con la que evitaba la cárcel. El tribunal oral y la Cámara Federal de Casación Penal lo rechazó y eso habilitó el juicio.

Durante el juicio, la defensa de Charlín no negó los hechos. Pero señaló que no eran delitos, sino un destrato o actitudes desubicadas que se tenían que resolver a través de una vía administrativa.

El tribunal oral condenó a Charlín por los delitos de amenazas, amenazas coactivas agravadas, amenazas en situación de violencia de género, abuso de autoridad y malversación de caudales públicos, abuso sexual en grado de tentativa en situación de violencia de género y daño por romper parte del mobiliario del juzgado.

Los jueces darán los fundamentos de la sentencia el próximo 28 de mayo. A partir de allí, la defensa de Charlín podrá apelar la condena para que sea revisada por la Cámara Federal de Casación Penal.