El día que Charly tocó con un nombre falso y el loco debut de los Redondos: la fabulosa historia de La Esquina del Sol

Era un pequeño pub en Gurruchaga y Guatemala, en pleno Palermo, y abrió sus puertas junto con la democracia. Comenzó recibiendo grupos folclóricos, pero pronto se volcó al rock y se convirtió en un escenario consagratorio

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Charly como Giovanni y los de Plástico abren su recital en La Esquina del Sol con Cerca de la Revolución

Hubo un tiempo que fue hermoso, escribió en una de sus primeras canciones Charly Garcia y esa frase acabó siendo un decreto de necesidad y urgencia que cada joven díscolo rocker adquirió como una especie de ropero dónde guardar las buenas experiencias, digamos, hemos vivido un hermoso tiempo, no éste.

Estamos en 1984, no podría decirse que era una hermosura la vida en este pintoresco paraje, pero ya se vivía el final de la pesadilla. Volviendo a otro DNU rocker esta vez decretado por Ricardo Soulé: “todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina”.

Se terminaba la opresión, ya se olfateaba la libertad.

Habíamos recuperado la democracia, las veredas se llenaban de gente libre, cada local vacío se convertía en pub o librería… Estábamos de acuerdo en algo: todo es mejor en Democracia.

The times they are a changin, decretó Bob Dylan, y lo sabíamos.

Estábamos esperando el nuevo disco de Charly, extasiados con Clics Modernos. Nadie sabía bien en qué andaba, en las radios los musicalizadores, productores y conductores nos encontrábamos gozando de libertades impensadas unos años antes, en lo personal era parte de las primeras conversaciones en pos del lanzamiento de una radio nueva, que pasaría rock las 24 horas, sin programas de cancheros ni noticieros, con tres chicos que no llegaban a los 30 años de dueños, Daniel Grinbank, Marcelo Morano y Ramiro Amorena, uno managereaba bandas de rock, el otro venía de Radio Rivadavia y el tercero distribuía discos. No dejaban de ser tres jóvenes emprendedores de aspecto discutible pero convencidos del plan, eso sí.

Días de oro en los que tener 20 años te permitía encarar lo que sea. A diferencia de hoy, la adolescencia terminaba a los 19 como mucho, así que al cumplir 2 decenas ya tenías que saltar al vacío, definir la vocación, vivir lejos de tus padres, independizarte económicamente, doblar la ruta recorrida intelectualmente.

Charly en La Esquina del Sol
Charly en La Esquina del Sol

A los 21, poco después que la aventura militar fallida por todos los flancos acabara de la peor manera, inmediatamente después de finalizar su servicio militar obligatorio, un amigo de todos -porque todos éramos amigos- Gustavo DeRosa, alquila un local en Palermo para hacer un pub. Corría 1984 a toda velocidad y con nosotros dentro, transitando todo vertiginosamente, tratando de recuperar los años perdidos.

Quizás de ahí la urgencia por vivir.

El local en cuestión se llamó “La Esquina del Sol”, estaba en Gurruchaga y Guatemala, cerca de la primera Trastienda en Thames y Gorriti. Obviamente el barrio estaba lejos de ser el centro neurálgico que es en la actualidad, pero ya empezaba a tener su propia onda.

Por lo que me acuerdo, que no es ni mucho ni preciso, era un salón con un escenario que estaba al mismo nivel que todo lo demás, es decir que los músicos tocaban en la misma altura que habitaban los parroquianos, como mucho ponían unas sillas de mimbre para que no haya invasión aunque cualquiera podía aparecer cantando al lado de Luca o Miguel Abuelo. Nadie iba a quejarse, era una especie de karaoke digno de “El vengador del futuro”, la peli de Verhoeven.

Por otro lado, nada se sabía de Charly García, pero Clics Modernos, recién salido a las disquerías, sonaba en todos lados.

Me atrevo a afirmar que Clics Modernos fue en los 80´s lo que Artaud de Spinetta en los 70´s, quiero decir, no se si el mejor disco de la década pero sí el más avant garde, el más elevado sobre los otros, el que marcó el pulso de la época.

Una obra gestada en Nueva York, donde García se instaló junto a Joe Blaney, ex ingeniero de sonido de The Clash, con la ayuda casi incidental de Pedro Aznar que estaba allá tocando en el Pat Metheny Group, más un par de músicos de sesión. Bíblico.

Pero no lo había presentado por acá, se terminó la aventura Serú Girán, de ahí a NYC, Clics, y cri... cri...

Aquí se juntan el ansia tribal por ver otra vez a Charly en acción, el plan maestro del maestro y el destino de ese pibito de 21 con un pub que no terminaba de arrancar.

Los Twist en La esquina del sol
Los Twist en La esquina del sol

Cuenta Gustavo DeRosa: “salía de la colimba y me dije que no era vida la mía en casa de mis viejos, clase media baja, tenía que hacer plata rápido con algo. Laburando, no sabía en qué. Había estado estudiando comunicación social becado en la USAL, donde también estudiaban en otros cursos los de Soda Stereo. Así que pensé en abrir un local, pero dedicado al folklore, era medio psicobolche yo. Quería tener a Tarragó Ros, Jaime Torres, Jorge Cumbo, Los Trovadores, de hecho todos tocaron en la Esquina, pero no venía nadie. Nadie venía. Sobre todo porque estaba La Trastienda ya instalada cerca y ellos acaparaban ese nicho.

“Un día entra al local Horacio Nieto, que era manager de María Rosa Yorio (“Ah si”, le contesto yo, “Horacio Nieto, Moby Dick, era musicalizador en radio Del Plata, en el Submarino Amarillo”) Bueno -sigue DeRosa-, la contrato a Yorio y se empezó a llenar el lugar. Tenía un tema muy de moda que se llamaba “Haciendo el amor en la cocina”, tocaba ese más algunos temas de PorSuiGieco, metía 200 personas por noche, colmaba la Esquina. Empezó a tocar todos los sábados”.

Un día, María Rosa me dice ‘Gus, ¿puedo festejar acá el cumple de mi hijo Miguelito?’. Cuestión que un miércoles a la tarde le dejamos el salón limpio para la fiestita con 20 nenitos, globos, torta, hasta que en un momento entra Charly. Casi me desmayo de la emoción. Pasado un rato le pregunta a María por el dueño del lugar, entonces ella me señala. Fuimos presentados y Charly me dice “Yo quiero tocar acá”, creí que me estaba jodiendo pero no. Le digo que cuando quiera, “Bueno, andá a arreglar con Grinbank a la oficina para que yo toque acá, decile que dije yo que quiero tocar acá. Llamo, y voy a la oficina de Daniel en Santa Fe y Rodriguez Peña. Entro y Daniel divino me comenta: ‘A vos te parece este, lo que se le ocurre, pasó que los Stones en Inglaterra probaron su show nuevo de incógnito en un pub, igual que hace Steely Dan, y Charly siempre está atento a todas esas movidas. Bueh, te mando las luces de Quaranta, el sonido de Milrud, a ver, te va a operar la consola Amílcar Gilabert…’ O sea, un equipamiento digno de un teatro del centro...”

El plan de Charly estaba en marcha.

Asi es como en ese pub donde ya tocaban la Yorio, Sumo, Los Redonditos de Ricota, Soda Stereo, Suéter y Los Abuelos de la Nada entre otras luminarias incipientes, un sábado se anuncia a todo trapo el show de Giovanni y los de Plástico.

¿?

Nadie sabía de qué estaban hablando cuando hablaban de Giovanni y los de Plástico, pero ya se sabe cómo corren los rumores entre esta gente.

Siempre pensé que los del servicio de inteligencia deben tener contratados solapadamente a esos tipos que andaban por los pasillos de las radios sin una ocupación muy clara portando una carpeta con un cronómetro colgando del cuello siempre yendo a algún lado a los pedos. Esos tipos tenían siempre los datos que a los demás nos faltaban. Bueno, empezó a correr el rumor que Giovanni era Charly y los de Plástico la ex banda de Raúl Porchetto mas uno de Baglietto.

Sigue Gustavo DeRosa: “No me olvido más, eran Charly mas Pablo Guyot en guitarra, Willy Iturri en la batería. Alfredo Toth de bajista, Fito Paéz en los teclados y Dani Melingo a veces aparecía a tocar el saxo. Tocaron ese sábado todo ‘Yendo de la cama al living’ y después venían a ensayar en la semana, iba mi hermana a abrirles la puerta y se quedaban hasta la noche que empezaba a llegar la gente. Una tarde de esas, no me olvido más ya te dije, empiezan a tocar una canción que era tara ta tara tara (Empieza Gus a hacer la intro de Cerca de la Revolución) Charly solo decía “I´ll be there...”. le dijeron que era parecida a “Venus” de Shocking Blue, una canción de 1969, y dijo, que copia ni homenaje... si te gusta algo hacelo tuyo y listo... Avisó que al otro día traía la letra, y al otro día trajo eso de -Porqué no vienes hacia mi, y la parte de I´ll be there se transformó en Te conseguiré...”_

Los Redondos en La Esquina del Sol
Los Redondos en La Esquina del Sol

Así nació Cerca de la Revolución, que integraría el track list del siguiente disco de Charly “Piano Bar”, nada menos.

Por qué no vienes hasta mí

Por qué no puedo amarte

Por qué no vienes hasta mí.

Por qué cambias como el sol

Por qué eres tan distante

Por qué no cambiás como el sol.

Me siento solo y confundido a la vez

Los analistas no podrán entender.

No se muy bien que decir, no se muy bien qué hacer

Todo el mundo loco y yo sin poderte ver.

Pero si insisto yo se muy que conseguiré

Pero si insisto

Yo sé muy bien que conseguiré.

Cerca de la revolución el pueblo pide sangre

Cerca de la revolución yo estoy cantando esta canción

Que alguna fue hambre

Yo estoy cantando esta canción.

Eran días así, empezaban lo más estándar y quizás terminaban encontrándonos en el medio de la noche a Charly García y su nueva banda rompiéndote la cabeza por dentro. Reseteándote el sistema, poniéndote en la mano una hasta ahora desconocida herramienta para enfrentar las nuevas verdades.

Sigue Gustavo DeRosa: “Vos te acordás Bob lo que era esa Esquina del Sol, a todos les encantaba pero tenía piso de ladrillo, techo de Eternit, se juntaban 200 personas a escuchar un show, el diseño de luces lo hacíamos con 3 tachos viejos sacados de alguna parrilla de iluminación en desuso, la máquina de humo era un barril de 200 lts. en el que hundíamos con una bolsa hielo seco que salía por una manguera para el lado donde estaban los músicos, no duraba nada el humo ese, ni un tema, pero había humo. Cuando fue lo de Giovanni y los de Plástico, David Lebón se enteró y armó El Ruso y sus Cometas para hacer la misma, ensayaban en la semana y mostraban las canciones el sábado.

Otra vuelta llega Horacio Moby Nieto para decirme

-Tenés que traer a Edelmiro Molinari

-Si, Edelmiro, lo tengo, ¿pero te parece que meterá gente?

-Va a meter gente, tiene un guitarrista que se llama Skay que lo sigue mucha gente. Poné en el cartel Edelmiro y La Galletita que así se llama la banda, con Skay…

“Mandé a hacer los afiches y el tipo no me entendió, no sé qué pasó, de manera que los afiches decían Skay más grande que Edelmiro Molinari, cuando los vió Edelmiro me quería cagar a trompadas con muchísima razón, no supe qué decirle. No vino mucha gente al show, pero este tal Skay después del show viene a mi con una morocha de la mano, ella me dice que venían de La Plata, que tenían una banda propia, que les gustaba el lugar y les encantaría tocar acá. Se estaban afincando en Palermo, por ahí cerca, y me dicen

–Nos llamamos Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Yo digo:

-Puta madre, a mi me caen siempre estos, siempre a ver si meten gente, nunca un consagradísimo que me salve la noche...

Pero los contrato”.

“Primer noche y llegan los Redonditos con Laura Hatton que tocaba flauta traversa con Marilina Ross, Claudia Puyó en coros, Enrique Symns que los presentaba monologando, el gordo Pierre una leyenda viviente, empiezan a repartir unos redonditos de ricota el Gordo, Laura, la Puyó y Willy Crook. Estaban también Semilla, el Piojo con Tito Fargo, mandaban Skay y el Indio. Empezó a explotar, escuchá esto. Yo no tenía caja fuerte, así que empecé a meter la plata en bolsas de consorcio, conseguimos con la Negra Poli una heladera Siam de esas que tenían una bocha en la manija. Esa era nuestra caja fuerte. De ahí pasaron a Paladium y se dispararon desmesuradamente. Que grande esa gente...”

Charly como Giovanni y los de Plástico: la presentación de los músicos y Estoy Verde

Y si, estábamos cerca de la revolución:

Y si mañana es como ayer otra vez

Lo que fue hermoso será horrible después

No es solo una cuestión de elecciones.

No elegí este mundo pero aprendí a querer.

Pero si insisto yo se muy qué conseguiré

Pero si insisto

Yo sé muy bien que conseguiré.

Si estas palabras te pudieran dar fe

Si esta armonía te ayudara a crecer

Yo sería,

Yo sería tan feliz en el mundo

Que moriría arrodillado a tus pies

Pero si insisto

Yo se muy bien te conseguiré

Pero si insisto yo se muy bien te conseguiré

Seguiré.

Siempre se supo que en una de esas noches en La esquina del Sol, la de Gurruchaga y Guatemala, porque después se mudó la Esquina a Libertador y Olazábal transitando sus últimos 6 meses gloriosos, pero esa es otra historia.

En una noche de show se supo que Charly viendo el show de los Redonditos de Ricota, en medio de las sesiones que estaba llevando con los Twist en su rol de productor, les ofrece a los del Indio y Skay producirles su disco debut, oferta que fue amablemente rechazada por la banda. Asi que Charly fue por los Abuelos de la Nada.

El rock era eso.

Siempre se supo que el gran aporte del rock a la cultura de masas fue que por primera vez los que estaban arriba del escenario eran iguales a los que estaban abajo. En La esquina del Sol te cruzabas casi todas las noches con tus amigos de siempre mas León Gieco, Raúl Porchetto, Coleman, Poloseki, Stuka, Lebón, el Negro Fontova, Lalo Mir, Charly, Mediavilla, Luca, Rada, Cerati arriba o abajo del escenario, como vos si pintaba.

Era solo Rock’n’Roll en la Esquina del Sol,

But I like it.

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