Tres disparos y un testigo clave: la historia detrás del femicidio de una joven de 28 años a manos de un sindicalista de la UOCRA

Juan Carlos “Kuki” Solalinde le disparó a su ex pareja Johana Galdeano y luego se presentó en la comisaría para confesar el crimen

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El galpón de Solalinde: el cuerpo de Johana quedó tendido en el piso, justo debajo de donde ella misma había escrito “golpeador”
El galpón de Solalinde: el cuerpo de Johana quedó tendido en el piso, justo debajo de donde ella misma había escrito “golpeador”

“Buenas tardes, me vengo a entregar porque le dispare a mi ex”.

Faltaban todavía algunos minutos para las 16 de ayer cuando Juan Carlos “Kuki” Solalinde, secretario gremial de la UOCRA, ingresó a la comisaría 8va de Villa Mercedes, San Luis, y se puso de pie frente a un oficial para contarle, con esa frase escueta, lo que había sucedido apenas una hora antes en un galpón de su propiedad en el barrio Justo Daract. El hombre no mentía ni exageraba. Mientras se ponía a disposición de la Justicia, el cuerpo de Johana Galdeano de 28 años todavía seguía tendido en el piso con tres disparos encima. El sindicalista quedó detenido acusado de femicidio, un delito que prevé prisión perpetua.

Según allegados a la víctima que accedieron a hablar con Infobae, la pareja se había separado hacía 2 meses en medio de peleas y discusiones luego de una relación que duró 4 años. “Desde la ruptura habían dejado de vivir juntos y él pasaba casi todo el tiempo en un galpón que había comprado hacía un tiempo que fue finalmente donde la asesinó”, explicó una persona que conocía a ambos.

Juan Carlos “Kuki” Solalinde, secretario gremial de la UOCRA
Juan Carlos “Kuki” Solalinde, secretario gremial de la UOCRA

Solalinde era un dirigente de peso en la zona que vio acrecentar su poder cuando llegó a ser el máximo dirigente de la UOCRA de Villa Mercedes hace algunos años. Antes había tenido un paso por la administración pública cuando en 2018, bajo el mandato del gobernador Alberto Rodríguez Saá, fue nombrado como jefe del Programa Relaciones Laborales. Además de su actividad gremial, es dueño de un restaurante llamado “The Night”.

En la causa que lleva adelante el juez Leonardo Estrada hay declaraciones de vecinos que escucharon los disparos pero, fundamentalmente, está la palabra de un testigo directo del hecho. Un albañil, cuya identidad no trascendió, que estaba trabajando dentro del galpón y pudo ver todo lo sucedido. A partir de ese testimonio la justicia empezó anoche a realizar una reconstrucción de lo sucedido.

Johana Galdeano, la víctima, tenía 28 años.
Johana Galdeano, la víctima, tenía 28 años.

Según se investiga en base a esa declaración clave, Johana llegó al lugar a bordo de su auto Honda Civic entre las 14.30 y las 15. Apenas traspasó el portón de ingreso fue recibida por Solalinde y comenzó una discusión fuerte que incluyó gritos e insultos. Cuando la pelea llegó a su punto más álgido, el sindicalista sacó de su cintura un revolver y ejecutó a Johana de tres disparos. El médico legista que revisó el cadáver en el lugar, confirmó dos impactos en el pecho y un tercero en la frente que le provocó una muerte instantánea.

La secuencia que siguió al asesinato es de una frialdad llamativa. El gremialista se quedó mirando por unos segundos el cuerpo de su ex pareja, sacó su celular y llamó a su abogado para contarle lo que había pasado y para contarle que iba a ir a la comisaría más cercana. Inmediatamente después salió del lugar pasando por encima el cuerpo de Johana para subir a su camioneta e ir directo a la comisaria a entregarse.

Una vez en el destacamento, luego de explicar lo sucedido, y antes de que le pongan las esposas y lo encierren en un calabozo, Solalinde alcanzó a dar la dirección del galpón donde yacía su víctima y a entregar el revolver con el que la había asesinado.

“Si bien hacía varios meses que la relación se había vuelto sumamente toxica, desde que tomaron la decisión de separase todo fue peor. Incluso con violencia de género de él hacía ella”, explica una amiga de la víctima.

Si bien en la Justicia no hubo denuncias formales al respecto por parte de la víctima, sí existió un escrache publico realizado unos días antes del hecho. Según explicaron vecinos a la policía, Johana se acercó la semana pasada al galpón, que se encontraba cerrado y, con un aerosol negro, escribió sobre el portón de ingreso: “Juan Carlos Solalinde HDP”, “Golpeador”, “delincuente” y “tránsfuga”.

Antes de que las pintadas sean borradas, uno de los vecinos tomó la fotografía que ilustra esta nota. Allí se ve el frente del galpón de Solalinde. Irónicamente, la imagen sirve también para conocer el lugar del femicidio. El cuerpo de Johana quedó tendido a escasos centímetros del portón, justo debajo de donde ella misma había escrito “golpeador” algunos días antes.

El juez Estrada, explicó en declaraciones a la agencia de noticias AFNI que más allá de la indagatoria que deberá tomarse en la tarde de hoy, se ordenó la inspección ocular del galpón y del auto en el que llegó la víctima. También se espera que en las próximas horas se realice la autopsia al cadáver.

Johana no era solamente la ex pareja de Solalinde, era también la madre de su hijo de dos años que ahora quedará a cuidado de sus abuelos maternos.

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