Una ONG internacional advirtió sobre la llegada de médicos cubanos a la Argentina y exigió que revaliden sus títulos

Un decreto del presidente Alberto Fernández de Argentina de marzo 2020 permite, por necesidad y urgencia, “en forma excepcional y temporaria, el ejercicio de profesionales de la salud titulados en el extranjero, cuyo título de médico no esté revalidado en la Argentina.”

Casi un mes después y en medio de las fuertes críticas instaladas en la opinión pública por la posible llegada de los médicos cubanos, el ministro de Salud de la nación, Gines González García, confirmó el arribo de los médicos, con una aclaración: “No es para que atiendan en primera línea a los enfermos, sino para que ocupen algún lugar en el sistema desocupando a los médicos más experimentados.”

Para asegurar que no falte personal sanitario en la provincia de Buenos Aires, el Ministerio de Salud de la Nación y el gobierno bonaerense diseñaron un plan para enfrentar un pico de contagios de coronavirus y lanzaron una campaña para sumar más médicos.

El 22 de abril 2020 el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, citó a los profesionales de la salud y los colegios médicos llevaron un listado de más de 170 médicos extranjeros (bolivianos, colombianos, peruanos, chilenos y venezolanos) residentes en Argentina que tienen sus títulos de reválida en el Ministerio de Educación en trámite y buscan ocupar primero el lugar que ocuparían los cubanos. Pero Provincia insiste en el desembarco de los médicos cubanos.

Ante este panorama, una ONG internacional advirtió que es “controversial” la llegada de médicos cubanos a la Argentina y exige que revaliden sus títulos. Se trata de Cuba Salud, un proyecto sin fines de lucro de Cuba Archive que proporciona información objetiva sobre el trabajo de los médicos cubanos en el mundo, vela porque se respeten los derechos humanos en materia sanitaria y analiza la diplomacia de Cuba a la hora de relacionarse con los demás gobiernos.

Entre las recomendaciones que hizo Cuba Salud figuran:

• Exigir que se haga público todo contrato o acuerdo, proyectado o concretado, con el Estado cubano o cualquiera de sus entidades que esté vinculado con el ingreso de cubanos a Argentina, particularmente en una relación laboral en materia de sanidad.
• Exigir, sin excepciones, que toda persona titulada en el extranjero valide sus credenciales y calificaciones para poder ejercer o practicar cualquier servicio de salud en Argentina.
• Exigir que, de requerirse o solicitarse la contratación personal de salud extranjero para enfrentar la emergencia sanitaria de la pandemia o cualquier otra eventualidad en Argentina, sean contratados directamente, sin intermediarios, en igualdad de salario y condición.
• Dar a conocer las características de la “colaboración” médica cubana a la opinión pública argentina y, particularmente a asociaciones médicas, sindicatos, y organizaciones de derechos humanos.

La pandemia del coronavirus hizo posible que, desde comienzos de marzo hasta el 23 de abril de 2020, el gobierno de Cuba haya enviado brigadas médicas de emergencia a 24 países con un total de 1.953 trabajadores (médicos, enfermeros, técnicos y personal “logístico”).

El gobierno cubano envió médicos a América Latina y el Caribe, a Africa, y a Europa. Entre los países se destacan Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Perú, San Vicente y Granadinas, Santa Lucia, San Cristóbal y Nevis, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, y en otros continentes, a Andorra, Angola, Cabo Verde, Catar, Italia (Lombardía y Piamonte), Sudáfrica y Togo. Según sus propias explicaciones, éstos generan la mayor fuente de ingresos y divisas de todo el país y el 75% son trabajadores de la salud.

De acuerdo al informe elaborado por Cuba Salud, “la mayoría de estos acuerdos comerciales se presentan al mundo como asistencia humanitaria y se utilizan con fines propagandísticos, para comprar lealtad e influencia política en el ámbito internacional traducido, entre otras cosas, en votos en organizaciones internacionales, para legitimar a la dictadura cubana, y para conseguir asistencia, préstamos, inversiones y mercados para las exportaciones de Cuba en términos favorable”.

Y sostiene: “Cuba usa las misiones para establecer enclaves que llevan a cabo tareas de inteligencia para monitorear al estado anfitrión y, en el caso de gobiernos aliados, informar sobre la población y apalancar sus agendas políticas e ideológicas”.

En lo que respecta a los médico, advierte que “si no completan la misión se los castiga con hasta ocho años de prisión el abandono de un puesto en el extranjero y el no regresar a Cuba después de completar una misión”.

Asimismo, están sujetos a prácticas de reclutamiento coercitivas y engañosas, así como a numerosas restricciones arbitrarias, vigilancia constante y medidas disciplinarias a la vez que carecen de acceso a asesoría legal o a recursos de protección jurídica.

Para los países que acogen las misiones médicas cubanas, sostiene el informe, existen numerosas implicaciones desfavorables en adición a las arriba mencionadas. “Muchas asociaciones médicas y el gobierno de Bolivia, entre otros, han reportado que se utilizan credenciales dudosas o que la capacitación de profesionales de la salud cubanos es deficiente”. El documento asegura que no hay ni hubo programa de médicos cubanos en el Argentina.

El Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires también asegura que “no hay convenio entre la República Argentina y la de Cuba para el reconocimiento de los títulos de médicos cubanos que aspiren a ejercer en nuestro país”.

El último Anuario Estadístico de Salud de la República de Cuba, de 2018, incluye a Argentina entre los países donde Cuba presta colaboración en salud. Sin embargo, la investigación realizada para este informe no encontró que, al menos hasta la emergencia del COVID-19, estuviera vigente acuerdo alguno entre la República de Argentina o gobiernos regionales con el Estado cubano (o cualquiera de sus entidades o empresas) para que médicos enviados por Cuba ejercieran funciones sin la requerida homologación de sus títulos. De existir, serían secretos.

“La ley del ejercicio de la profesión en Argentina dice que para ejercer en nuestro país puede ser médico argentino o con la convalidación correspondiente. Si el gobierno los toma a los (médicos) cubanos ellos serán responsables. Hemos aplicado una resolución, donde les pedimos a los hospitales que nos remitan el listado con nombre y apellido y número de pasaporte, y saber así en que hospital estarían trabajando. En nuestro Colegio de Médicos no los vamos a matricular e inscribir. No están legalizados para brindar el servicio de salud”, advirtió Salvador Lo Grasso, Presidente del Consejo Superior de Médicos de la Pcia. de Buenos Aires, quien fue consultado por los profesionales que elaboraron el documento de Cuba Salud.

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