Cerró un monasterio de Mendoza por denuncias de abuso sexual contra dos monjes

Lo ordenó el Arzobispado hasta tanto "se esclarezcan los hechos" que analiza la Justicia

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El Monasterio del Cristo Orante
El Monasterio del Cristo Orante en Mendoza

El Monasterio del Cristo Orante, ubicado en Gualtallary, departamento de Tupungato, cerró de forma preventiva y provisoria. La decisión la adoptó el Arzobispado de Mendoza debido a las denuncias de abuso sexual sobre dos monjes que estaban a cargo del lugar y que se encuentran detenidos.

En una circular, el arzobispo Marcelo Colombo informó: "Luego de hacer las consultas pertinentes, incluido el Consejo Presbiteral, y mientras se esclarecen los hechos sometidos a juicio, he tomado la decisión cautelar de cerrar preventiva y provisoriamente el Monasterio".

Los dos monjes identificados como Oscar Portillo y Diego Roqué Moreno fueron detenidos dos días después de Navidad acusados de abusar sexualmente de un ex seminarista en el Monasterio Cristo Orante ubicado en Valle de Uco, a unos 120 kilómetros al sudoeste de la capital mendocina.

Los religiosos detenidos están imputados por delitos contra la integridad sexual que van desde abuso simple, hasta abuso agravado por acceso carnal con perversión de menores. Los hechos que se investigan habrían ocurrido entre 2009 y 2015, cuando la supuesta víctima ya era mayor de edad.

En la Circular Nro. 20/2018 emitida el pasado 31 de diciembre pero conocida ayer, Colombo informó: "En estos días hemos tomado conocimiento de la detención de dos sacerdotes, fundadores del Monasterio del Cristo Orante, una institución conocida entre nosotros y más allá de nuestra provincia desde hace varios años. La pequeña comunidad de cuatro hermanos que allí viven han quedado sin sus responsables máximos".

El arzobispo Marcelo Colombo
El arzobispo Marcelo Colombo

"Sin prejuzgar sobre la culpabilidad de estos sacerdotes, la cual está siendo evaluada por la justicia penal, canónica y del estado, se nos hace necesario, en lo inmediato, considerar el modo de continuar esta experiencia de vida religiosa en este contexto", aclaró el prelado.

"Hemos escuchado el sufrimiento de quienes se han acercado a declarar estos hechos dolorosos que originaron la causa en la sede penal canónica y en la justicia penal estatal. También hemos tenido en cuenta los distintos elementos aportados a estas causas, algunos de los cuales no fueron efectuados en la declaración en la causa canónica, pero referidos públicamente por las máximas autoridades de la procuración penal. Todo ello nos exige velar por el bienestar de los jóvenes religiosos que han permanecido en el Monasterio", explicó.

Sobre los cuatro religiosos que se encontraban en el Monasterio, Colombo sostuvo: "Los hermanos más jóvenes, apenas ingresados, regresarán a sus domicilios familiares y seguirán siendo acompañados espiritualmente en su búsqueda vocacional. Los hermanos mayores, uno profeso y otro novicio, ya sacerdote, vivirán en adelante en una comunidad parroquial a designar y podrán seguir discerniendo su llamado vocacional en un clima de contención espiritual".

"En cuanto a la administración y gestión del Monasterio, ahora responsabilidad directa de la Arquidiócesis, y mientras continúe este doloroso estado de cosas, serán encomendadas a un sacerdote que desempeñará el oficio de Moderador diocesano del Monasterio del Cristo orante. Para eso, he elegido al Pbro. Aldo Vallone, de vasta trayectoria ministerial y muy reconocido por su generoso servicio de distintas misiones pastorales", apuntó el obispo.