Dorian, el huracán de categoría 4, continúa su camino hacia Florida donde se prevé que toque tierra este domingo o lunes con una potencia devastadora.
Los especialistas en meteorología lo han catalogado como "extremadamente peligroso" por su fuerza, trayectoria y magnitud, por lo que recomendaron reforzar las medidas de seguridad y desalojo para los posibles afectados en Estados Unidos.
Uno de los posibles afectados es el Centro Espacial Kennedy de la NASA, ubicado en Cabo Cañaveral, Florida.
"Como huracán #Dorian continúa su movimiento hacia la tierra, @NASAEarth y @NOAASatellites están vigilando la tormenta desde el espacio. Después de rozar Puerto Rico, la tormenta comenzó a intensificarse en aguas abiertas", explicó la NASA en su cuenta de Twitter.
El principal sitio para el lanzamiento de cohetes de EEUU está lleno de edificios y estructuras sensibles a los intempestivos vientos huracanados y el mismo devastador huracán, que puede hacer estragos en el complejo espacial.
Uno de los principales recaudos fue proteger el Lanzador Móvil Masivo, un lugar clave donde se realizan las pruebas del próximo cohete espacial que prepara EEUU como parte del programa Artemis, el sucesor del Apolo, que tiene como fin aterrizar astronautas en la luna en 2024.
Este Mobile Launcher es una torre diseñada para soportar el enorme cohete similar al SaturnoV del Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA cuando está situado en la plataforma de lanzamiento para misiones a la Luna y más allá.
"Tenemos un huracán, que se pronostica que vendrá a Florida, por lo que esta torre de lanzamiento en particular, que mide 400 pies de alto (122 metros), obviamente está en riesgo de ser dañada por un huracán si golpea en esta área", aseguró el ingeniero Derrol Nail de la NASA.
El miércoles último, la NASA trasladó su descomunal transportador de orugas de la era Apolo, el único que puede trasladar los cohetes desde la zona de ensamblaje hasta la plataforma de despegue, al complejo de lanzamiento 39B. Ese despliegue debe realizarse con mucha anticipación porque el transportador de orugas viaja a solo 1 mph (1.6 km/h).
La torre de lanzamiento en sí tiene 400 pies (122 metros) de altura, lo que la convierte en un peligro claro en los fuertes vientos de un huracán. La NASA decidió hoy (29 de agosto) que Dorian es una amenaza lo suficientemente grande como para merecer mover la torre de lanzamiento al cavernoso edificio de ensamblaje de vehículos de 52 pisos del compejo Kennedy por seguridad.
Además, el Complejo de Visitantes del Centro Espacial Kennedy estará cerrado hoy por precaución, según un comunicado de prensa.
Así como la NASA se prepara para la llegada del huracán Dorian, también lo es la compañía privada de vuelos espaciales SpaceX, que lanza sus cohetes Falcon Heavy y Falcon 9 desde el Centro Espacial Kennedy y la cercana Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral.
SpaceX también está construyendo un prototipo para su nuevo cohete reutilizable Starship en sus instalaciones de Florida.
"En coordinación con nuestros socios en la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral y el Centro Espacial Kennedy, estamos monitoreando de cerca las condiciones climáticas y planeamos tomar todas las precauciones necesarias para proteger a nuestros empleados y salvaguardar las instalaciones en las áreas potencialmente afectadas", dijo un portavoz de SpaceX.
El huracán, se prevé, permanecerá durante horas sobre las islas Ábaco y la de Gran Bahama, situada a 56 millas (90 km) al este de la costa de Florida, lo que podría causar grandes daños, pues en ese momento Dorian mantendría su categoría de huracán mayor.
Posteriormente, calculan, virará al norte poco antes de tocar tierra en Florida, cuyo litoral recorrería hasta impactar posiblemente, ya algo debilitado, sobre la costa de las Carolinas, en el sureste de Estados Unidos.
Aún así, los efectos se sentirían en Florida, pues los vientos huracanados superiores a 74 millas por hora (119 km/h) se extienden hasta 30 millas (45 km) desde el ojo del ciclón.
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