Elección en el BID: Alberto Fernández fue abandonado por López Obrador y Biden apoya en silencio al candidato de Bolsonaro

El presidente mexicano se había comprometido con su colega argentino, pero no bajará a su candidato, complicando así las posibilidades de Todesca Bocco, mientras la Casa Blanca respaldará a Goldjan, que es la propuesta de Brasil y del establishment financiero en Washington

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Alberto Fernández y Andrés López Obrador durante su último encuentro oficial en Ciudad de México
Alberto Fernández y Andrés López Obrador durante su último encuentro oficial en Ciudad de México

Alberto Fernández intentó durante semanas encontrar un candidato de consenso en América Latina para ocupar la dirección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero mañana son las elecciones y todas sus propuestas fueron enterradas por sus aliados y amigos Andrés Manuel López Obrador y Lula da Silva.

El jefe de Estado mexicano juró a su colega argentino que bajaría a su candidato frente a la propuesta de Cecilia Todesca Bocco, mientras que el presidente electo de Brasil no hizo un solo movimiento detrás del cortinado para bloquear la carrera de Illan Goldjan, empujado por Jair Bolsonaro y avalado en silencio por la Casa Blanca.

La elección para designar titular del BID tiene cinco candidatos: Todesca Bocco (Argentina), Goldfjan (Brasil), Nicolás Eyzaguirre (Chile), Gerardo Esquivel (México) y Gerard Johnson (Trinidad y Tobago). El BID tiene una Asamblea de Gobernadores -directores- que representan a sus 48 miembros.

El candidato ganador debe sumar una mayoría de los votos de los países (por su cantidad de acciones), y además tiene que contar con al menos 15 sufragios de los 28 Estados de la región.

Estados Unidos tiene 4.820.973 votos (30,006 por ciento), Argentina y Brasil detentan -cada uno- 1.609.577 (11.354 por ciento), México posee 1.034.744 (7,299 por ciento), Chile cuenta con 442.130 (3,119) y Colombia con un número similar.

Es decir: la Casa Blanca ordena la votación por su minoría relativa, que sólo podría ponerse en jaque si Argentina, Brasil y México -al menos- jugaran la partida de manera coordinada. Una hipótesis de trabajo que no tiene espacio en la actual coyuntura política de América Latina.

Alberto Fernández y Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden, durante un encuentro oficial en la quinta de Olivos
Alberto Fernández y Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden, durante un encuentro oficial en la quinta de Olivos

Alberto Fernández dialogó con Jake Sullivan -consejero de Seguridad Nacional de Joseph Biden- sobre las elecciones en el BID antes de iniciar su gira por París, Bali y Madrid. Sullivan ratificó que Estados Unidos no pretendía la dirección del organismo regional de crédito, elogió la nominación de una mujer y señaló que la Casa Blanca apoyaría un candidato de consenso.

Santiago Cafiero también sondeó a Antony Blinken durante la cumbre del G20 en Bali. Y la respuesta del Secretario de Estado fue idéntica: la presidencia sería de la región, consideró muy importante que se haya presentado a Todesca Bocco y reiteró que la administración demócrata respaldará una propuesta consensuada por los países líderes de América Latina.

Con esa información de la Casa Blanca, Alberto Fernández desplegó una agenda de diplomacia presidencial que podía empujar la nominación de Todesca Bocco hacia la conducción del BID. El jefe de Estado evaluó -a priori- que México y Lula jugarían a su favor.

Pero esa predicción política no se confirmó.

El presidente olvidó una frase de Lord Palmerston, que conoce desde años: “No tenemos aliados eternos, ni tampoco enemigos perpetuos. Nuestros intereses son eternos y perpetuos y es nuestro deber seguir esos intereses”, dijo el primer ministro británico a mediados del siglo XIX.

AMLO le juró a Alberto Fernández -varias veces por teléfono- que haría caer a su candidato Esquivel y que usaría sus votos para sostener la candidatura de la Argentina. Hasta hoy a la mañana, el presidente de México mantenía en carrera a Esquivel y la votación es el domingo.

-López Obrador no cumplió con su palabra, y no lo va a hacer este sábado-, confirmó un miembro del Gabinete que sigue la votación del BID.

-¿Y cómo sigue?-, preguntó Infobae.

-El domingo será todo rosca y ajedrez.

Alberto Fernández y Lula da Silva durante una reunión informal en San Pablo, tras la victoria del PT frente a Jair Bolsonaro
Alberto Fernández y Lula da Silva durante una reunión informal en San Pablo, tras la victoria del PT frente a Jair Bolsonaro

La variable mexicana del axioma de Lord Palmerston también tuvo su correlato con Lula. El presidente electo de Brasil y su amigo Alberto Fernández se encontraron en San Pablo para festejar el triunfo electoral. Alberto Fernández le describió a Lula su estrategia para obtener un candidato de consenso para el BID, y el presidente electo explicó que no podía hacer nada para voltear la designación de Goldfjan, pese a haber sido nombrado por Bolsonaro.

Lula sabe como funciona el poder y optó por el silenzo stampa frente a la estrategia de Alberto Fernández. Goldfjan es un funcionario influyente en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Casa Blanca jugará a su favor si Argentina y México no se ponen de acuerdo.

La elección es mañana. Goldfjan corre en punta, seguido por Esquivel. Si ninguno de los dos candidatos principales obtienen la mayoría de sufragios por acciones y 15 votos de países de América Latina, empieza una ronda de negociaciones que podría beneficiar Todesca Bocco.

Argentina depende de México -primero- y a continuación de Lula y Biden. Si al final AMLO cumple con su palabra, y Lula baja el pulgar sin estridencias, la Casa Blanca apoyará a Todesca Bocco.

En caso contrario, y sin un iceberg a la vista (el candidato de Chile), Goldfjan puede ser el futuro presidente del Banco Interamericano de Desarrollo.

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