Argentina llegó a los 100.000 muertos y se ubica quinta a nivel mundial en el promedio semanal de nuevos fallecimientos diarios

Más de la mitad de los decesos se produjo este año pese al comienzo de la vacunación. En los últimos siete días, hubo 402 fallecidos cada 24 horas en promedio, un 10% menos que la semana anterior

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En este mapa, los colores indican la mayor cantidad de muertos por millón de habitantes para los últimos 7 días. Al posicionarse sobre cada país, se despliega la cifra.

A un año y cuatro meses de iniciada la pandemia, Argentina superó los 100.000 muertos por COVID-19. En abril de 2020, cuando se cumplían las primeras tres semanas de cuarentena, el presidente Alberto Fernández le decía a Jorge Fontevecchia, CEO de Perfil, que “prefería tener 10% más de pobres y no 100.000 muertos”. En el semestre de diciembre a mayo, según datos del INDEC, nuestro país alcanzó el 43%, ocho puntos más que a finales del 2019, antes de la irrupción del virus. Y luego de una cuarentena que se extendió 234 días en 2020, la cifra de fallecidos diarios en la segunda ola superó a la de la primera ola, pese a la vacunación, o quizás porque la inoculación no tuvo la velocidad deseada.

Con los 614 muertos reportados hoy en una jornada, Argentina llegó a los 100.250. Más de la mitad de los que perdieron la vida desde que empezó la vacunación a principios de este año. Si se toman los 21 días establecidos como el período mínimo para adquirir la inmunización desde la primera dosis, los muertos desde el 23 de enero suman 53.684.

En una entrevista esta semana con Radio 10, el Presidente aseguró “lamentar cada una de las muertes que han ocurrido” y agregó: “Cada muerte es un puñal en el corazón”. Lo cierto es que una cantidad de los 110.250 muertos no hubiera ocurrido si la vacunación hubiera adquirido mucho mayor ritmo antes. Recién a partir de mayo, y especialmente en el último mes, se aceleró la llegada de vacunas al país. La inoculación no previene los contagios, pero sí reduce sensiblemente la mortalidad. Hoy el 45,7% de la población total de Argentina tiene la primera dosis, pero solo el 11,23% la segunda.

El país tuvo serios problemas en el inicio de la segunda ola para conseguir las dosis suficientes, por una mezcla de impericia y falta de previsión ante el incumplimiento de los laboratorios AstraZeneca y Sputnik para enviar las dosis comprometidas en el plazo estipulado. Y cuando finalmente hubo stock suficiente, en junio, el ritmo de vacunación no adquirió la velocidad recomendada.

Recién en julio el plan vacunatorio se activó y se logró el 7 de este mes 539.207 dosis aplicadas en una sola jornada. Pero, sin embargo, ese ritmo no pudo sostenerse y el promedio de aplicaciones diarias la última semana se ubicó en 362.633, según los últimos datos del Ministerio de Salud de Nación.

Y si bien los contagios diarios parecen haber comenzado a bajar en forma sostenida, aunque las muertes vienen experimentando un descenso mucho más lento. En la última semana, el promedio fue de 402 fallecidos cada 24 horas. Como si se estrellara un avión por día en suelo argentino. Esta cifra representa apenas un 10% menos que la semana anterior. Y si se considera el último mes, 475 personas perdieron la vida por el virus por día en promedio.

Con estos valores, Argentina está hoy 5ta en el mundo con 8 muertos diarios por millón de habitantes en la última semana, solo debajo de Namibia (22), Túnez (13), Colombia y Paraguay (9). Chile, por ejemplo, tuvo la mitad de fallecidos por día en el mismo período, de acuerdo a los datos de la Universidad Johns Hopkins y de Our World in Data (OWID).

La Unidad de Datos de Infobae calculó el promedio de nuevos muertos diarios en los últimos 7 días y la cantidad de fallecidos por millón de habitantes para 240 países, para poder establecer comparaciones sobre una misma base poblacional.

En este gráfico se visualiza el promedio semanal para los últimos 7 días de los muertos diarios en Brasil, México, Perú, Reino Unido, Italia, Francia, Colombia, Argentina, España y Chile.

Y si se tiene en cuenta la mortalidad acumulada desde que empezó la pandemia, nuestro país está en el puesto número 11 a nivel mundial, con 2.188 fallecidos por millón de habitantes, detrás de Perú, Hungría, República Checa, Bosnia, Macedonia del Norte, Bulgaria, Brasil, Eslovaquia, Colombia y Bélgica.

Segunda ola vs primera

El ritmo de fallecimiento no fue igual a lo largo de la pandemia en el país. De hecho, Argentina tardó 495 días en llegar a los 100.000 muertos, mientras que otros países que superaron esa cifra tardaron menos: Colombia 456 días, Francia 425, Italia 381, Reino Unido 326, Perú 325, México 245 y Brasil 144 días.

Sin embargo, este cálculo no tiene en cuenta el volumen poblacional. En ese sentido, solo Colombia con una población de casi 50 millones, y España, de casi 47 millones, son comparables con la situación de Argentina.

Lo cierto es que con la llegada de la segunda ola en nuestro país, la cantidad de nuevas víctimas mortales por el COVID-19 se aceleró en junio último, en el pico de la segunda ola, cuando los fallecidos pasaron a ser cinco veces más que en marzo último. El 24 de ese mes eran 102 en promedio por día, contra los 602 registrados el 11 de junio, según los números reportados por el Ministerio de Salud.

El pico de 515 fallecidos el año pasado se alcanzó el 9 de octubre de 2020, según la fecha de reporte del Ministerio de Salud de la Nación. Este año, el récord fue de 745, según informó la cartera sanitaria el último 18 de mayo.

Y mientras en la primera ola, entre septiembre y octubre de 2020, murieron 20.905 personas; en la segunda, entre mayo y junio de este año, 28.171. O sea que hubo un 35% más de muertos este año con relación a los del pico del año pasado.

La edad y sexo de los fallecidos

El 57% de los fallecidos en Argentina eran hombres; el 41% mujeres; y el 2% restante, aparecen sin especificar, debido a errores en la carga luego cuando los Registros Provinciales reciben las partidas de defunción.

En el total de acumulados de muertos por el virus desde el comienzo de la pandemia, casi un tercio - el 30% - tenía más de 80 años. Otro 27% entre 70 y 79 años; el 22% entre 60 y 69 años; el 12% entre 50 y 59 años; el 6% entre 40 y 49 años y apenas el 2% entre 30 y 29 años. El resto era menor de 30.

Pero producto de que los adultos mayores fueron el primer grupo en ser vacunados - junto al personal de salud - mientras que en la primera ola, el 84% de los fallecidos tenía más de 60 años, en la segunda, ese porcentaje bajó al 68%.

“La mortalidad es alta en los pacientes con COVID-19, casi el doble que la mortalidad habitual en las terapias intensivas de pacientes no COVID. La relación es de 49-55% a 20-35%, por las lesiones propias del virus. Se llegó incluso al 60%”, sostuvo ante Infobae Rosa Reina, presidente de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).

“Entre los fallecidos siguen predominando las personas mayores, debido a sus comorbilidades, pero los pacientes que mueren de COVID-19 hoy son de distintas edades”, agregó esta especialista.

La franja de fallecidos que más disminuyó fue la de los mayores de 80 años: pasó del 35% en la primera ola al 20% en la segunda.

Esta situación se invirtió con los más jóvenes, entre quienes las proporciones aumentaron: la franja de 30 a 39 años pasó de representar el 1% de los muertos al 3%. La de 40 a 49 años pasó de 4,5% a 9%, y la de 50 a 59, de 9% a 18%.

“En abril y mayo, la edad promedio en las terapias intensivas era de 53 años promedio, y fue bajando en junio a 45-50 años. La explicación está en la vacunación de los grupos de mayor edad. Prácticamente no ingresan pacientes mayores de 70 años con COVID. Los jóvenes empezaron a circular mucho y no estaban incluidos en un principio en el plan de vacunación. Por eso, hay una mayor afluencia de pacientes más jóvenes a los hospitales. De a poco vamos viendo un descenso porque ellos ya se están empezando a vacunar”, señaló Reina.

La cantidad de personas hospitalizadas con coronavirus aumentó drásticamente durante la segunda ola. El punto máximo se alcanzó el 14 de junio con 7.969 pacientes COVID-19 internados en camas UTI, lo cual representó el 62% del total de camas de terapia intensiva en todo el país.

“Si bien bajó el número de ocupación de camas en pacientes con COVID, cuando se desocupan esas camas, se están ocupando con aquellos pacientes no COVID a los cuales se les pospuso la cirugía este tiempo. Es muy difícil tener terapias intensivas desocupadas”, advirtió sin embargo Reina.

La presidenta de la SATI advirtió en este sentido que “los médicos de terapia necesitan mucho hoy poder tomarse unos días de descanso por el agotamiento físico y emocional que arrastran. Nunca dejaron de estar en la primera línea y no tuvieron respiro”.

Cómo se procesó la información

La Unidad de Datos de Infobae procesó la base de datos de la Universidad Johns Hopkins y analizó el repositorio del sitio OWID. Sobre la base de la progresión de fallecimientos para 240 países, se calculó el promedio de nuevos muertos diarios en los últimos 7 días y se calculó la cantidad de fallecidos por millón de habitantes, lo cual permite la comparación de países sobre una misma base poblacional.

Para los datos nacionales, se analizó la base de datos del Ministerio de Salud de la Nación.

Si desea acceder y/o descargar la hoja de cálculo, siga este enlace.

Visualizaciones interactivas: Daniela Czibener

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