Luego de varias idas y vueltas en torno al tema, el gobierno bonaerense decidió que este sábado no realizará durante el día los controles sanitarios y de tránsito en los ingresos a la provincia de Buenos Aires que la semana pasada provocaron grandes demoras.
A pesar de que el viernes fue la propia ministra de Gobierno, María Teresa García, la que ratificó la continuidad de estos operativos, más tarde fuentes de la administración que conduce Axel Kicillof admitieron a Infobae que por el momento “no hay nada programado”.
No obstante, aclararon que sí se mantendrán los controles nocturnos que se realizan en la franja horaria en la que está prohibida la circulación (de 20 a 6 de la mañana) según estableció el decreto presidencial al que la Provincia adhirió.
Después de la jornada de caos de tránsito del sábado pasado, el Poder Ejecutivo bonaerense había confirmado que se mantendrían durante este fin de semana los controles sanitarios en los accesos vehiculares a Buenos Aires, como parte de las restricciones para prevenir la propagación de contagios de coronavirus.
En ese sentido, García reivindicó durante una entrevista radial la importancia de la fiscalización de vehículos en los peajes de las autopistas que conectan la Provincia con la Capital Federal.
“Mañana (por hoy) va a haber controles en todos los accesos. Van a seguir los controles como los tiene la Ciudad”, expuso la funcionaria en diálogo con El Destape Radio.
El fin de semana pasado, la Policía Bonaerense instaló puestos de control vehicular en el ingreso a la Panamericana mano hacia el Norte, en la Autopista del Oeste, la Autopista Riccheri hacia el Sur y en el Puente Pueyrredón. El dispositivo generó demoras en el tránsito y muchas quejas de los ocupantes de los vehículos. Durante horas la circulación fue “a paso de hombre”, ya que en los retenes se controlaba la documentación y la temperatura.
El endurecimiento de la fiscalización estaba en sintonía con la decisión del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que había anunciado la intensificación de los controles, sobre todo de los autos que provienen de la ciudad de Buenos Aires.
Las medidas tuvieron como consecuencia el cierre de la mayoría de los carriles en algunos puntos de control, con importantes embotellamientos y largas filas de autos en la cercanía a las salidas de la Capital Federal hacia Provincia. En el operativo, los efectivos de seguridad instalaron carpas de salud y supervisaron al transporte público de pasajeros, que permanece habilitado solo para trabajadores considerados esenciales.
Ante esta situación, por esos días el secretario de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, Juan José Méndez, manifestó su malestar con el operativo y aseguró que no le encontraba ningún “sentido sanitario”.
“Hubo un gran control en medio de la autopista y lo que llama más la atención que esta medida es contraproducente, pues si está cortada la autopista, la gente tomaría el transporte público y eso no está bueno. No encuentro el sentido sanitario de tomar una decisión de estas características”, dijo Méndez en radio Rivadavia.
Por el contrario, Teresa García reiteró su respaldo a las restricciones y destacó que “la velocidad con la que venían creciendo los casos era exponencial semana a semana”, con una aceleración “muy vertiginosa” antes del DNU de Alberto Fernández que suspendió las clases presenciales. “Eso se frenó y comenzó a amesetarse y a bajar un poquito, pero en un nivel muy alto”, agregó.
De esta manera, la ministra de Gobierno bonaerense afirmó: “Nosotros seguimos sosteniendo las medidas sanitarias bien estrictas, y con todos los controles, porque comenzó la estacionalidad invernal. Esto hace que se combinen otras enfermedades respiratorias, hace que la gente vuelva a encerrarse. En los espacios cerrados es donde se siguen produciendo los contagios”.
Por último, la funcionaria de Axel Kicillof reiteró que el distrito se encuentra “en un momento límite para seguir con las medidas estrictas de cuidados, para ver si en los próximos días sigue bajando el nivel de contagios y sean mucho más bajos”. Y sostuvo que el objetivo de las restricciones sanitarias es “llegar a la mitad de los casos que tenemos hoy, por lo menos”, para que el sistema hospitalario de la provincia de Buenos Aires descomprima su tensión. Finalmente, en la noche del viernes el gobierno bonaerense dio marcha atrás con una de las medidas.
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