El escribano de la familia Etchevehere aseguró que “Dolores firmó un contrato en 2018 y cedió sus tierras”

José Luis Zuffiaurre habló con Infobae y dio detalles de los acuerdos entre los hermanos luego de la sucesión. Pone en tela de juicio la resolución del primer magistrado Raúl Flores de la causa que ya terminó su subrogancia

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Juan Grabois se cansó de hablar en los medios. Llegó a decir que los documentos que tiene la familia Etchevehere son “apócrifos”. También se expresaron los hermanos Etchevehere y hasta su madre. Durante el fin de semana hubo movilizaciones en la provincia Entre Ríos, donde la tensión sigue en aumento. La definición del conflicto está en manos de la Justicia de esa provincia. Hasta ahora, el gobierno nacional esquiva una postura pública sobre la toma. Apenas hubo una mención del ministro de Economía Martín Guzmán, en una entrevista radial, donde se desligó de la toma. Fuera de los micrófonos, los asesores del presidente se quejan sobre las acciones del denominado “Proyecto Artigas”. ¿Qué dicen los documentos sobre los campos en disputa?

Infobae entrevistó al escribano de la familia Etchevehere, José Luis Zuffiaurre, que intervino en los últimos cuatro años. Según su testimonio, Dolores Etchevehere vendió los animales que le correspondían por el 12,5% de las acciones del campo y en octubre de 2018 cedió las tierras a una sociedad anónima denominada Mirus SA. Según registros societarios consultados por este medio, esa sociedad fue creada en agosto de 2014 con un objeto amplio que le permitiría funcionar como constructora e inmobiliaria. Sus autoridades actuales serían Adela Goya Fernández y Ulises Javier Cappiello. ¿Por qué cedió sus acciones? Dolores Etchevehere habría tomado un préstamo millonario con esa firma. “Con el acuerdo de 2018, ella quedó prácticamente desvinculada totalmente de Las Margaritas SA”, dice el escribano.

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—La familia Etchevehere afirma que Dolores está cediendo algo que no es suyo. ¿Hubo un acuerdo donde ella se desprendió de su parte en la estancia?

—Luego de la sucesión ella fue retirando las partes que le correspondían. En 2016, por ejemplo, recibió departamentos que se escrituraron a nombre de ella y los vendió. Ella cedió derechos hereditarios que le correspondían en los bienes de la persona humana de Luis Félix Etchevehere, no de las sociedades. Ella venía desarrollando un proceso de retiro de sus partes.

El 31 de agosto de 2018 se firma un acuerdo de adjudicación y partición de bienes (animales, automotores, inmuebles y acciones). En ese acuerdo, que tiene 16 fojas, se hizo un resumen de la historia desde que fallece el padre y declara herederos a la cónyuge y a los cuatro hijos.

Hay una cláusula donde ella dice que ha tomado conocimiento de toda la documental de la sucesión, de los balances de la sociedad Las Margaritas y de todas las inspecciones. “En mérito de las explicaciones brindadas a través de la documental, Dolores Etchevehere entiende que no hay ninguna razón jurídica, económica ni moral para proseguir con el trámite en sede penal” (había una denuncia por estafa contra sus hermanos y su mamá), dice esa cláusula.

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—¿Qué cede en ese contrato respecto al campo?

—Por el 12,5% de las acciones de la estancia ella recibe animales, que se los vende a la misma sociedad, y otros animales que les vende a sus hermanos. Esas compraventas figuran en contratos separados, con firma certificada. También recibe un lote de 128 hectáreas agrícolas que están dentro del establecimiento “Casa Nueva”. En total, “Casa Nueva” tiene 1.300 hectáreas. El lote que ella elige no tiene mejoras. Además recibe otra fracción de 389 hectáreas. Esa es la representación de las acciones a nivel tierra.

—¿En ese contrato ella se compromete a ceder las tierras a dos sociedades?

—Ella dice que los va a trasladar a dos sociedades nuevas. La ley de sociedades permite que cuando un socio se va a retirar se produce la escisión societaria. Yo fui designado por ambas partes como escribano y se le presenta un escritorio al juez de la sucesión. El juez Furman me convoca y acepto el cargo para llevar adelante la escisión.

En ese momento ocurrió algo imprevisto. El 16 de octubre, 46 días después, ella llega a Paraná con una nota para certificar la firma. Ese contrato dice: “Al día de la fecha cedí la totalidad de mi tenencia accionaria a favor de Mirus SA, con domicilio en el partido de Pilar, provincia de Buenos Aires”. Labré un acta ante su pedido y ella firma mi libro original. Con eso, ella quedó prácticamente desvinculada totalmente de Las Margaritas SA.

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—Grabois y Dolores Etchevehere dicen que no hay una escritura pública inscripta en el Registro de la Propiedad...

El estatuto social de Las Margaritas SA no exige escritura pública para ceder sus acciones. Es una sociedad que se creó hace sesenta años como una sociedad de familia. Hubo una cesión de acciones de una sociedad anónima para lo cual se cede y transfiere por un contrato privado con firma certificada ante notario y se registra la cesión en el libro de registro de acciones que lleva la sociedad.

—¿Ella está en los dos lotes que cedió?

—No, ella ingresó con sus amigos al casco principal, donde ella nunca tuvo nada que ver. Sus lotes están en un rincón de la estancia.

—¿Dolores podría estar en esos dos lotes que cedió en 2018?

—Siempre y cuando acredite que es accionista de Mirus SA.

—Si la documentación es tan clara, ¿por qué la Justicia no actúa?

—Me quedé asombrado con la sentencia del juez (Raúl Flores. N de la R: que ya no está más con la causa porque finalizó la subrogancia que tenía a cargo) porque dice que los errores que cometió obedecen al desconocimiento del derecho penal. “Mi formación judicial desde el derecho de las familias me lleva a la necesidad de ofrecer a los hermanos Etchevehere poder pensar una solución pacífica y armónica”, dice la resolución. Esa es una frase desafortunada del juez.

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—¿El juez pudo ver toda la documentación?

—Los fiscales de La Paz me convocaron la semana pasada como testigo calificado y me pidieron que exhiba la documental. El abogado de la otra parte interrumpió y no me dejó terminar. Yo llevé los biblioratos originales, las actas, pero con tantas interrupciones el tiempo no alcanzó. La reunión duró una hora y media. Los fiscales se fueron a la audiencia con el juez y dijeron que no tenían toda la documentación. El juez Flores no quiso recibir explicaciones, menospreció la información que yo le podía dar.

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