Con la lupa en el conurbano bonaerense, Alberto Fernández se reunió con Eduardo Duhalde y los curas villeros

En encuentros separados, el Presidente recibió a la Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión acompañado por Máximo Kirchner y Andrés “Cuervo” Larroque. Le pidieron que las medidas de cuarentena tengan en cuenta la realidad de los barrios humildes. Duhalde destacó la rápida reacción presidencial ante la pandemia

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Eduardo Duhalde llegando a la asunción de Alberto Fernández, el 10 de diciembre último. (Maximiliano Luna)
Eduardo Duhalde llegando a la asunción de Alberto Fernández, el 10 de diciembre último. (Maximiliano Luna)

El Presidente tiene hoy una agenda exigida en la Residencia de Olivos, enfocada en garantizar la efectividad del aislamiento social, preventivo y obligatorio que decidió la semana pasada y buscando ampliar su base de legitimidad, para incorporar nuevos puntos de vista que refuercen las drásticas medidas y logren el resultado buscado. Es decir, el aplanamiento de los contagios para que el sistema de salud brinde la respuesta que se espera.

Luego de la videoconferencia que tuvo con el Banco Mundial y la reunión con las fuerzas de seguridad, que fue coordinada por la ministra del área, Sabina Frederic, Alberto Fernández mantuvo un encuentro con el ex presidente Eduardo Duhalde, a quien convocó para escuchar consejos prácticos para desplegar en la provincia de Buenos Aires.

Como ya se dijo, los barrios humildes del conurbano bonaerense son los que más preocupan al Gobierno, ya que las condiciones de hacinamiento y hábitat muy por debajo de los índices acordes para el desarrollo humano, junto con las dificultades para acceder a elementos básicos de higiene indicados, como agua y jabón, no son sencillos entre las franjas indigentes del cordón más poblado de la Argentina.

En diálogo con Infobae, Duhalde contó que cuando volvió de España hizo la cuarentena obligatoria para quienes venían de países de riesgo y, luego, accedió a esta invitación que le hizo el Presidente. “Vine a ponerme a disposición y ayudar en lo que sea necesario, para hablar, convencer y facilitar los consensos en las decisiones que tomó Alberto, que respaldo absolutamente”, dijo.

El ex presidente y ex gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 1995 y 1999 sigue viviendo en Lomas de Zamora y aseguró: “Estoy gratamente sorprendido por la capacidad que está demostrando el Presidente para comandar una situación por demás compleja”.

Fernández también convocó a los curas villeros a una reunión en la Residencia de Olivos, luego de conocer el documento que la Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión emitió el viernes pasado, apoyando las medidas de cuarentena social, preventiva y obligatoria que dispuso, pero alertando por la imposibilidad de que grandes franjas de la población no están en condiciones de cumplirlas dadas las condiciones de hábitat.

El Presidente recibió a los sacerdotes Lorenzo de Vedia, Juan Isasmendi, Eduardo Drabble, Nicolás Angelotti, Carlos Olivero, José María Di Paola y el obispo Gustavo Carrara. Por su lado, Fernández estuvo acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el presidente del bloque Frente de Todos, Máximo Kirchner, y el diputado Andrés Larroque. Este último es el dirigente de La Cámpora con mayor trabajo territorial, a quien los intendentes suelen ver en las barriadas más alejadas del Conurbano, adonde ni siquiera llegan los punteros políticos tradicionales.

Antes de que el Presidente asumiera la Presidencia. (@alferdez)
Antes de que el Presidente asumiera la Presidencia. (@alferdez)

Los curas villeros, conocidos porque su tarea pastoral es desarrollada en villas y asentamientos, donde también viven, tienen la vocación de colaborar en un comité de emergencia en medio de la crisis y buscan dar ejemplos ante la feligresía que faciliten la incorporación de hábitos apropiados para la emergencia sanitaria.

Los sacerdotes de villas y barrios populares de CABA y el Gran Buenos emitieron luego un comunicado donde afirmaron que “en un clima de diálogo fluido y escucha atenta, el tema convocante fue cómo se está viviendo la pandemia en los barrios populares, el impacto de la cuarentena y sus consecuencias en los barrios donde el entramado es esencialmente comunitario”. Al salir de la reunión, los sacerdotes expresaron que “el Presidente se puso a disposición y nosotros también al servicio de esta pandemia que nos involucra a todos”.

En los últimos días, fuentes eclesiásticas hicieron trascender que en la última reunión que la Comisión Episcopal tuvo con el Presidente “nadie habló de pobreza, ni los obispos ni el Presidente. Y tampoco cumplieron con las medidas de distanciamiento social en las fotos que se tomaron para distribuir en los medios”.

La Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión que se expresó la semana pasada se formó hace aproximadamente dos años, y reúne a personas involucradas con el compromiso por el bien común de la Argentina, por eso participan sacerdotes, religiosas, magistrados como el Dr. Gustavo Moreno o líderes sociales como María Elena Costa.

Está integrada por los presbíteros José María “Pepe” Di Paola, Lorenzo “Toto” De Vedia, Carlos “Charly” Olivero, conocidos como los “curas villeros”, además del hermano salesiano Mario Daniel “Coco” Romanín y las hermanas Cecilia Lee, Yolanda Galka y Marta Pelloni, además de los mencionados Acosta y Moreno y otras personas reconocidas por su trabajo social, como Ángela García Elorrio, Alberto Palacio y Gustavo Barreiro.

Alberto tiene una vieja relación con los curas villeros
Alberto tiene una vieja relación con los curas villeros

La Comisión de Derechos Humanos por la Inclusión emitió después de la implementación de la cuarentena obligatoria una declaración pidiendo a los distintos estamentos de gobierno que se adopten medidas específicas para villas y asentamientos y proponiendo una mesa de trabajo con participación vecinal que permita consensuar políticas “eficaces en nuestros barrios”.

En ese documento, la Comisión alertó porque “muchas de las medidas preventivas aconsejadas por las autoridades sanitarias gubernamentales en materia de dengue (no acumular agua) o en materia del coronavirus (lavarse las manos varias veces por día con agua y jabón, usar alcohol en gel, limpiar superficies de contacto frecuente con agua y lavandina, aislarse catorce días ante la presentación de síntomas), resultan de imposible o de muy difícil cumplimiento en barrios donde existe un fuerte déficit de agua potable, de calidad de agua segura y donde muchas personas viven en los pasillos de los barrios sin acceso a condiciones elementales (adolescentes y jóvenes afectados por el paco, por ejemplo), y solamente acceden a la alimentación a través de comedores comunitarios”.

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