Lavagna no descartó su candidatura presidencial y cuestionó la gestión económica de Cristina Kirchner y Mauricio Macri

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Roberto Lavagna habló en un almuerzo de la Fundación Mediterránea
Roberto Lavagna habló en un almuerzo de la Fundación Mediterránea

(Desde Córdoba) Roberto Lavagna camina como un candidato, habla como un candidato y sonríe como un candidato. Pero se resiste a reconocer que desea ser el candidato presidencial de un "amplio consenso político" que permita superar las propuestas electorales de Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Durante un almuerzo frugal que organizó la Fundación Mediterránea, el ex ministro de Néstor Kirchner cuestionó los programas económicos de "los últimos ocho años", aseguró que será indispensable una nueva negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y propuso la creación de un gobierno de "unión nacional" para superar las consecuencias actuales del plan de ajuste.

-A partir de sus opiniones políticas y económicos expresadas en su charla durante el almuerzo, ¿se puede suponer que esas opiniones serán los ejes de su campaña electoral?, preguntó Infobae a Lavagna.

-Para que no haya confusiones. ¿En carácter de qué estoy yo acá? Estoy en carácter de alguien que está absolutamente convencido de que ya heredamos un enorme riesgo de colisión, de un choque mayor, si no cambiamos las conductas. Y de que hay que crear consensos sobre los peligros que se corren para evitar tener que decidir entre dos alternativas que fracasaron. Mi tarea es cómo creamos consenso, por encima de las banderas partidarias, para poder hacer algo distinto, con rigor y con seriedad. De manera tal que no le puedo contestar sobre la campaña, porque no estoy en campaña…

-Todavía…

-(Se ríe) Eso es el futuro. Y el futuro es difícil…

Lavagna fue recibido por la presidente de la Fundación Mediterránea, Pía Astori, y compartió la mesa principal con el ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, y Alejandro Asrin, presidente de Naranja. Apenas comió la ensalada de palmitos, langostinos y tomates, y fue recibido con un aplauso cerrado cuando subió al escenario.

Los invitados de la fundación Mediterránea –pudo constatar este enviado especial—no quieren a CFK y están defraudados con Macri. Para ellos, Lavagna puede significar una alternativa, si finalmente Juan Schiaretti no se presenta como candidato a presidente por el peronismo federal. Schiaretti va por la reelección como gobernador de Córdoba, pero no descarta su candidatura presidencial.

Lavagna utilizó su discurso para poner en el mismo escenario a CFK y a Macri. Desde su perspectiva histórica y política, el ex ministro planteó que la ex presidente y el actual presidente son responsables de "los siete u ocho millones de argentinos" en condiciones precarias de empleo, "de los 47 mil millones de deuda externa" que se tendrá que renegociar y de "los 107 mil millones de dólares que se fueron" del país. Lavagna sabe que la situación económica es clave en la campaña electoral, y cuestionó con sutileza y decenas de números a Cristina y Macri.

Pero Lavagna no solo hizo hincapié en la economía nacional. El eventual candidato presidencial explicó que está en "la búsqueda de consensos políticos", que será necesario un proyecto de "unión nacional" a continuación de las elecciones y que no promoverá un indulto presidencial si llegara en diciembre a la Casa Rosada. "!No, terminantemente, no"!, enfatizó Lavagna cuando le sugirieron desde el público si firmaría un indulto a favor de CFK y sus familiares, amigos, socios y ex funcionarios acusados de múltiples actos de corrupción.

Lavagna regresó con una sonrisa a Buenos Aires. Se transformó en el blanco móvil del gobierno, crece en las encuestas y ya es un referente del denominado peronismo federal. Tiene 75 días para decidir si es candidato o no. En la Argentina, una eternidad.