El mismo Tribunal Oral Federal que en agosto pasado condenó y detuvo al ex vicepresidente Amado Boudou por el caso Ciccone lo excarceló ayer. ¿Qué cambió? Uno de los jueces se fue a la Cámara Federal impulsado por el Gobierno.
Esa salida y la llegada de otra jueza al tribunal fue lo que modificó las mayorías y las minorías sobre el criterio de la detención y libertad del ex vicepresidente.
El Tribunal Oral Federal 4 condenó el 7 de agosto pasado a Boudou a cinco años y 10 meses de prisión. Los jueces Pablo Bertuzzi, Guillermo Costabel y Gabriela López Iñiguez lo encontraron culpable pero disintieron sobre si debía quedar detenido.
Bertuzzi y Costabel dijeron que sí. Entendieron que había una serie de elementos por los que Boudou debía ir a la cárcel en ese momento. Peligro de fuga por los vínculos y capacidad financiera, otras causas en trámite y que se trataba de un caso de corrupción grave que el estado argentino se comprometió internacionalmente a prevenir y condenar. Con esos dos votos, Boudou se fue a la cárcel de Ezeiza.
En disidencia, la jueza López Iñiguez consideró que Boudou no debía ir preso. La condena no estaba firme, siempre estuvo a derecho y el peligro de fuga no puede inferirse por haber sido funcionario público. Agregó que no puede pensarse que el ex vicepresidente tenga vínculos en el actual gobierno porque es de un partido político diferente al suyo y que la notoriedad pública de su figura disminuye los riesgos de la causa.
La defensa de Boudou, a cargo de los abogados Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, pidió poco días después su excarcelación. Se volvió a repetir la mayoría de 2 a 1 con los mismos argumentos. El ex vicepresidente se quedaba en la cárcel de Ezeiza.
Pero Bertuzzi dejó el tribunal oral y fue trasladado a la Cámara Federal. Ocurrió un mes después del fallo por el caso Ciccone. El cambio fue impulsado y con el apoyo del macrismo. Esa situación le valió a Bertuzzi una recusación en el juicio a Boudou. Su defensa y la de su socio y amigo, José María Nuñez Carmona, también condenado y detenido, señalaron que Bertuzzi no les daba garantías de imparcialidad porque estaba en plena negociación con el oficialismo para ir a la Cámara Federal.
Para eso, Bertuzzi necesitaba el apoyo de los integrantes del oficialismo en el Consejo de la Magistratura de la Nación y de un decreto del presidente Mauricio Macri, lo que finalmente logró. Y que a su vez el Gobierno pidió en el juicio la condena y detención del ex vicepresidente a través de Oficina Anticorrupción (OA) y la Unidad de Información Financiera (UIF). La recusación fue rechazada.
Con la salida de Bertuzzi llegó al tribunal como subrogante la jueza Adriana Palliotti, titular en el Tribunal Oral Federal 5. Fue designada por sorteo entre los magistrados de los tribunales orales federales, tal como establece la ley. Las cartas de las mayorías y minorías se volvieron a barajar. Boudou volvió a pedir su libertad. Y el cambio de juez ahora lo benefició.
Costabel mantuvo su criterio y rechazó la excarcelación. López Iñíguez también y votó por la libertad. Definía Palliotti y lo hizo acompañando la posición de López Iñíguez.
El cambio de un juez modificó las mayorías del tribunal y allí Boudou encontró la salida de la cárcel. Indirectamente el macrismo terminó siendo su aliado.