Luego de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos ratificara que aplicará aranceles de hasta 72% en las importaciones de biodiésel desde la Argentina, el Gobierno argentino aseguró que no descarta recurrir esa decisión ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En un comunicado, la Cancillería reiteró que "el Gobierno no subsidia en forma alguna la producción o exportación de biodiésel", y reveló detalles de la negociación: "Durante los últimos días se intensificaron las tratativas bilaterales entre ambos gobiernos y los respectivos sectores privados involucrados para lograr un acuerdo que suspenda tanto la investigación antidumping como las alegadas subvenciones".
"Lamentablemente, estos esfuerzos se vieron frustrados frente a la falta de voluntad de llegar a un acuerdo por parte de la industria estadounidense, que se colocó en una postura que resultó inaceptable, amparada por derechos preliminares injustificadamente elevados", agregó el comunicado.
En la misiva, la Cancillería detalló que "queda ahora abierta la fase de la investigación donde la industria estadounidense deberá probar ante la Comisión de Comercio Internacional (USTIC) que las importaciones argentinas le causaron daño o amenazan con provocarlo", y adelantó que "el Gobierno argentino continuará defendiendo los intereses de sus exportadores en la fase final de la investigación sobre subsidios, así como la de antidumping".
"Si la Comisión de Comercio Internacional no revirtiera esta decisión, el Gobierno argentino se reserva el derecho de recurrir al mecanismo de solución de diferencias de la OMC", concluyó la cancillería.
Este jueves, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos resolvió que los aranceles para el biodiésel argentino en base a aceite de soja se ubicarán en un rango de entre 71,45% y un 72,28%. "El Departamento de Comercio determinó que la Argentina está otorgando subsidios injustos a sus productores de biodiésel", confirmó la oficina a cargo de Wilbur Ross, que en agosto ya había fijado aranceles preliminares para compensar los subsidios de un 50,29% a un 64,17% para el biodiésel de Argentina.
El 90% de las exportaciones de biodiésel argentino tenía como destino el mercado estadounidense en operaciones por USD 1.200 millones anuales.
La decisión se conoció dos días después de que el presidente Mauricio Macri precisó en Nueva York que era optimista de que se podría alcanzar un acuerdo con el sector privado estadounidense para desactivar las trabas comerciales.
Por otro lado, Argentina también rechaza una acusación de las empresas estadounidenses de que su biodiésel se vende a precios demasiado bajos y que eso motiva las tasas antidumping.
El comunicado completo
En el día de la fecha, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunció la determinación final de existencia de alegadas subvenciones en la investigación iniciada a las importaciones de biodiesel provenientes de Argentina y estableció márgenes de subsidios en niveles incluso superiores a los fijados preliminarmente.
El Gobierno argentino reitera que no subsidia en forma alguna la producción o exportación de biodiesel. Los derechos de exportación aplicados al poroto de soja no constituyen de ninguna manera un subsidio en términos de las normas de comercio internacional.
Durante los últimos días se intensificaron las tratativas bilaterales entre ambos gobiernos y los respectivos sectores privados involucrados para lograr un acuerdo que suspenda tanto la investigación antidumping como las alegadas subvenciones. Lamentablemente, estos esfuerzos se vieron frustrados frente a la falta de voluntad de llegar a un acuerdo por parte de la industria estadounidense, que se colocó en una postura que resultó inaceptable, amparada por derechos preliminares injustificadamente elevados.
Queda ahora abierta la fase de la investigación donde la industria estadounidense deberá probar ante la Comisión de Comercio Internacional (USTIC) que las importaciones argentinas le causaron daño o amenazan con provocarlo. En este sentido, cabe hacer notar que todos los indicadores de dicha industria son positivos y, lejos de demostrar perjuicio alguno causado por las importaciones argentinas, evidencian una actividad muy rentable.
El Gobierno argentino continuará defendiendo los intereses de sus exportadores en la fase final de la investigación sobre subsidios, así como la de antidumping. Si la Comisión de Comercio Internacional no revirtiera esta decisión, el Gobierno argentino se reserva el derecho de recurrir al mecanismo de solución de diferencias de la OMC.
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