Caso Sheylla Gutiérrez: todo lo que se sabe de su desaparición en Estados Unidos, asesinato y la acusación contra su pareja

La muerte de Sheylla Gutiérrez Rosillo, una joven peruana que residía en California, ha conmocionado tanto a su familia en el Perú como a la comunidad latina en Estados Unidos. La víctima, madre de tres niños de 9, 5 y 3 años, fue reportada como desaparecida el pasado 9 de agosto y encontrada sin vida días después. Hoy, su caso está rodeado de interrogantes, mientras su entorno familiar señala directamente a su pareja, Jossimar Cabrera Cornejo, como principal sospechoso.

Desaparición y hallazgo en California

El último contacto que tuvo Helga Rosillo, madre de la víctima, con Sheylla fue a través de una videollamada. Durante esa conversación, la joven le confesó que planeaba denunciar a Cabrera por los constantes maltratos que sufría. Según Rosillo, incluso su nieto menor, de apenas tres años, había sido víctima de agresiones.

La madre recuerda que, mientras hablaban, Cabrera escuchaba atento y con gesto de enojo. “La miró con una expresión feroz”, relató. Más tarde, Sheylla volvió a llamar para decir que llevaría a sus hijos al parque. Fue la última vez que su familia escuchó su voz.

Al día siguiente, al no responder las llamadas, su madre contactó a Cabrera. La respuesta la desconcertó: le dijo que Sheylla había sido detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Sin embargo, esta versión resultó falsa, pues la institución no atiende fines de semana y la cita de Sheylla estaba programada recién para septiembre.

La desconfianza se agudizó cuando se difundieron imágenes de cámaras de seguridad del condominio en el que vivía la pareja. En ellas, se observa a Cabrera cargando un bulto envuelto en sábanas el mismo día de la desaparición. Esa grabación es ahora una pieza clave en las investigaciones.

Sospechoso en la mira y temores de la familia

El caso dio un nuevo giro cuando Cabrera llegó al Perú. Fue intervenido en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y trasladado a la Comisaría del Callao, pero poco después fue liberado debido a que no existía una orden de detención en su contra. Actualmente, se encuentra como no habido.

La familia de Sheylla teme que intente acercarse a los tres niños que quedaron en la orfandad. “Mis sobrinos no pueden salir a un parque ni a un supermercado. Tememos que los rapte”, declaró Jessy Gutiérrez, hermana de la víctima.

El pedido de los familiares es contundente: que el Ministerio del Interior y las autoridades de inteligencia trabajen en conjunto para ubicar a Cabrera y evitar un riesgo mayor para los menores.

Repatriación del cuerpo y nuevas evidencias

Además de la búsqueda del sospechoso, la familia pide que se agilicen los trámites de repatriación del cuerpo de Sheylla, con el fin de darle sepultura en el Perú. “Agradezco al Ministerio de la Mujer y a todas las entidades que nos están ayudando, pero pido que nos apoyen para culminar con la repatriación de mi hija”, manifestó Jorge Gutiérrez, padre de la joven.

Las investigaciones en Estados Unidos también han revelado un detalle significativo: la forense confirmó que las cortinas con las que fue hallado el cuerpo de Sheylla coinciden con las que aparecen en el video donde Cabrera carga el bulto. Esta coincidencia refuerza las sospechas de la familia sobre su implicancia en el crimen.

La versión del acusado

Por su parte, el abogado de Cabrera, Roberto Robles, ha señalado que su patrocinado se declara inocente. “Hasta el momento no hay una imputación concreta. Es un sospechoso mediático, pero no existe ninguna investigación abierta en el país contra él”, indicó.

Pese a ello, la familia insiste en que la evidencia es clara y que debe existir cooperación entre las autoridades peruanas y estadounidenses para esclarecer el caso. La exigencia principal es que se emita una orden de captura internacional que permita detener al sospechoso y avanzar en el proceso judicial.

Mientras tanto, la incertidumbre golpea a la familia en Lima. Han pasado varios días desde que se confirmó el hallazgo del cuerpo, pero aún no se concreta su traslado. Este retraso prolonga el dolor y aumenta la preocupación por la situación emocional de los tres niños.

La madre de la víctima resume el sentimiento familiar: “Soy una madre que se hace fuerte por sus nietos, pero decaigo al ver que mi hija sigue sin ser repatriada. Lo único que pedimos es justicia para Sheylla y protección para sus hijos”.