¿Por qué 10 de los 21 países participantes en el APEC Perú no tienen presidentes?

La diversidad política en el APEC Perú 2024 se destaca por la ausencia de presidentes en 10 de las economías participantes: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Papúa Nueva Guinea, Singapur, Malasia, Brunéi, Tailandia, Hong Kong y Japón. Estas naciones presentan estructuras de liderazgo distintas que reflejan la variedad de sistemas gubernamentales de la región.

Desde monarquías antiguas hasta repúblicas con presidentes que no gobiernan. Así es el poder ejecutivo en estas latitudes del globo.

Estos cuatro países son miembros de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth of Nations), organización de estados soberanos que comparten lazos históricos con Reino Unido.

Las naciones mencionadas tienen un sistema de gobierno parlamentario. En cada una de ellas, el monarca británico Carlos III es el jefe de Estado, un cargo que es simbólico y ceremonial. En consecuencia, el liderazgo político recae en los primeros ministros, quienes son los líderes de los partidos políticos mayoritarios en sus respectivos parlamentos.

Australia y Nueva Zelanda operan bajo sistemas democráticos parlamentarios donde las decisiones políticas son el resultado del consenso parlamentario. Canadá, aunque similar, toma sus decisiones políticas de un modo alineado con los principios de la democracia parlamentaria. De ese modo, refleja su enfoque en diplomacia y consenso cooperativo.

Papúa Nueva Guinea, con su legado británico, adapta este modelo a su rica diversidad cultural, con un primer ministro que lidera el gobierno basado en una representación parlamentaria equilibrada, lo que resulta en decisiones en sintonía con sus numerosas comunidades.

En Singapur, el presidente tiene funciones principalmente ceremoniales pero posee ciertos poderes de veto. La dirección política está en manos del primer ministro, quien lidera el gobierno, el cual está enfocado en la eficiencia y la innovación. Este sistema único pretende equilibrar las funciones ceremoniales y ejecutivas de manera eficaz.

Malasia y Tailandia son monarquías constitucionales, en las que el monarca, a pesar de su papel ceremonial, influye culturalmente, mientras que el primer ministro dirige las políticas cotidianas. En Malasia, el Yang di-Pertuan Agong es el monarca ceremonial; en Tailandia, el que cumple dichas funciones es el rey.

Brunéi, por su parte, es gobernado por una monarquía absoluta liderada por el Sultán, quien actúa como jefe de Estado y de gobierno. La estructura singular de Brunéi combina tradición con autoridad centralizada.

Dentro del modelo especial de “un país, dos sistemas”, Hong Kong es dirigida por un Jefe Ejecutivo elegido localmente. Aunque goza de autonomía económica y financiera, está subordinada a la estructura política de China, lo cual influye en su funcionamiento y decisiones políticas.

El sistema político de Japón es de carácter parlamentario, donde el primer ministro, el líder del partido mayoritario en el parlamento, actúa como el jefe ejecutivo. Mientras tanto, el papel de líder máximo lo tiene el emperador, figura que existe desde hace 2.000 años, aunque desde 1989 no se le otorga poder político.

Este sistema permite a Japón alinearse eficientemente con sus objetivos de desarrollo tecnológico y económico.