Transportistas de Junín se unieron a un paro de transportistas en protesta contra la extorsión, según informó un medio local. La medida, que se llevó a cabo el 10 de octubre, fue convocada por un sector del transporte público en Huancayo y la provincia de Chupaca, en respuesta a un llamado nacional de los transportistas de Lima. Aunque en la región central del país el paro se limitó a un solo día, en Lima se extendió por 72 horas, desde el 10 hasta el 12 de octubre.
El paro fue respaldado por diversas organizaciones educativas, ya que universidades, colegios y entidades como la Ugel y Drej suspendieron las clases presenciales. Néstor Chávez, dirigente de camionetas rurales, explicó que la decisión de parar las actividades fue unánime entre los transportistas de Huancayo, con el objetivo de frenar el aumento de la delincuencia.
Las categorías de transporte que participaron en el paro incluyeron a los buses M3, camionetas rurales M2 y algunas empresas de autos colectivos y taxis M1. Además, el Sindicato Único de Transportistas Conductores de la Provincia de Chupaca también decidió no operar en la ruta Huancayo - Chupaca durante la jornada de protesta.
Por otro lado, los transportistas de servicio interprovincial de la ruta Huancayo - Pampas también se sumaron a la medida, según las reuniones de coordinación realizadas. La protesta refleja el descontento de los transportistas ante la creciente inseguridad y extorsión que enfrentan en sus actividades diarias.
Bloqueo de manifestantes paraliza Huancayo
Huancayo vivió una jornada de tensión desde las primeras horas del día, cuando manifestantes bloquearon los principales accesos a la ciudad, afectando el tránsito de vehículos interprovinciales. Según los reportes, los manifestantes encendieron fuego a neumáticos en diversos puntos de la Carretera Central, lo que generó restricciones en el flujo vehicular.
El terminal terrestre de Huancayo recibió buses provenientes de Lima con normalidad, pero decidió cerrar sus puertas como medida de protección para los usuarios. Esta decisión fue replicada por otras instituciones públicas y privadas, que optaron por cerrar o atender de manera discreta para evitar posibles ataques.
En el distrito de El Tambo, específicamente en la Ciudad Universitaria, se registraron enfrentamientos que resultaron en la detención de una persona. Mientras tanto, en el puente La Breña, otro punto clave de ingreso a Huancayo, los manifestantes también realizaron bloqueos, afectando el tránsito durante varios minutos.
El dirigente de camionetas rurales, Néstor Chávez, destacó que las camionetas y cústers detuvieron sus labores completamente, lo que, según él, demuestra la unidad del sector. Sin embargo, mencionó que algunos autos de dos asociaciones continuaron operando con normalidad, ya que no quisieron sumarse a la protesta.
La actividad comercial en Huancayo también se vio afectada. Los mercados, bodegas y otros comercios atendieron al público de manera limitada debido a la presencia de los manifestantes, lo que generó un ambiente de incertidumbre entre los habitantes de la ciudad.
Paro contra altos índices de criminalidad en el país
A pesar de las declaraciones del premier, quien aseguró que la ciudad estaba en calma y que solo los transportistas informales acataron el paro, la realidad en las calles fue diferente. Miles de usuarios se encontraron sin opciones de transporte en las principales vías de Lima y en distritos como San Juan de Lurigancho, Puente Piedra, Ancón, San Juan de Miraflores y Chosica. Además, los mercados no abrieron sus puertas, lo que llevó a los comerciantes a marchar exigiendo al gobierno medidas contra la delincuencia.
Los comerciantes de los mercados Unicachi y otros centros de abastos en Comas y Los Olivos se dirigieron al Congreso para exigir la derogación de la Ley 32108. En paralelo, vecinos de Puente Piedra realizaron marchas y cacerolazos en apoyo al paro de transportistas. El alcalde de La Victoria expresó su desacuerdo con el paro, afirmando que “no es tiempo de parar, es tiempo de trabajar”, en clara oposición a la medida de fuerza.
En el emblemático centro comercial de Gamarra, los comerciantes realizaron un banderazo en apoyo al paro y en demanda de mayor seguridad, ya que empresarios y trabajadores de la zona han sido víctimas de la delincuencia. En el Cercado de Lima, el paro fue acatado casi en su totalidad, dejando las calles sin transporte público, buses o combis.