Monique Lhuillier, la diseñadora elegida para las red carpets

La red carpet de los Golden Globes es una de las pasarelas más deseadas por los diseñadores top del mundo de la moda. Razones sobran: es transmitida en directo por televisión e Internet, además, vía Instagram y Twitter se describen minuto a minuto los looks de las estrellas y lanzan encuestas para ver quién fue el creador del mejor vestido de la noche. Para los diseñadores, vestir a las celebrities de la red carpet supone réditos incalculables y es la mejor de las publicidades.

Desde hace tiempo, quienes capitalizaron con mayor éxito las ventajas de este tipo de premios han sido firmas como Dior, Chanel, Givenchy, Armani, Elie Saab y Valentino, entre otros. Sin embargo, el pasado domingo 6 de enero, la ceremonia de los Golden Globes fue testigo de la aparición de una nueva firma preferida por las celebs: Monique Lhuillier.

DEL ALTAR AL READY TO WEAR. Hija de un exitoso hombre de negocios y una sofisticada modelo y diseñadora de modas infantil, Monique Lhuillier nació en 1971 en Filipinas. A los 11 años ya dibujaba sus diseños, elegía telas y personalizaba sus vestidos con las modistas de la marca de su madre. Pasó su juventud en un internado suizo, y luego estudió en el Fashion Institute of Design and Merchandising.

Allí conoció a su futuro esposo, Tom Bugbee, con quien se casó en 1995. Mientras planeaba su boda, Monique descubrió que en el mercado faltaban vestidos de novia para mujeres sofisticadas, de siluetas más modernas y a la vanguardia. Así, en 1996 fundó su marca homónima y lanzó la primera colección nupcial con mucho éxito. Al año siguiente, su esposo se sumó a la compañía como CEO y juntos lograron establecer la firma Monique Lhuillier como una de las marcas de novia, alta costura y prêt-à-porter más reconocidas a nivel mundial.

Es que Monique no se encasilló en los diseños nupciales. Al verse a sí misma como novia, le pareció lógico dedicarse a estas creaciones, pero luego comenzó con su colección de vestidos de noche, y en 2003 creó la línea ready to wear con el objetivo de acompañar a la mujer no sólo en ocasiones importantes sino también en el día a día.

Sus prendas son sinónimo de lujo sofisticado. Ella entiende la moda como una expresión de arte y busca que quienes luzcan sus diseños se vean femeninas y llenas de glamour", sostiene Laura Malpeli de Jordaan, asesora de imagen y fundadora de www.styletto.com.ar.

En tanto el designer Benito Fernández, quien también empezó realizando vestidos de novias, cuenta: "Cuando comenzás con diseños nupciales encontrás ese lugar desde donde podés reinterpretar a la mujer y comunicarte de otro modo". Y agrega: "Las colecciones de Monique Lhuillier guardan una esencia nupcial, interpretan a una mujer actual y sensual, realzan la figura con la justa cuota de sencillez y sofisticación".

Entre sus diseños de novia más célebres se destacan el de la actriz Reese Witherspoon, en 2011 (en tono rosado nude), el vestido negro del casamiento de la cantante Avril Lavigne en 2013, el de Britney Spears para su boda con Kevin Federline en 2004, y recientemente el de la actriz Amy Schumer.

¡Y hay más! Monique creó el vestido nupcial para el personaje de Anastasia Steele (Dakota Johnson) en la saga Cincuenta sombras de Grey.

Al principio la firma no contaba con una estrategia de relaciones públicas, su difusión se fue dando a medida que recibía llamados de estilistas y asesores de celebridades que pedían determinados diseños o sus variantes. Hasta que en 2001 abrió su primera tienda en Beverly Hills.

"Las redes sociales y la rapidez con que se puede conseguir y compartir información son esenciales a la hora de mantener la vigencia", afirmó la diseñadora filipina.

Hoy en día el imperio Lhuillier, además de indumentaria incluye calzado, carteras, joyas y colabora con la cadena de muebles y objetos para el hogar, Pottery Barn.

ELLAS TIENEN EL LOOK. Tras su repetida presencia en la 76° entrega de los Golden Globes, Lhuillier recibió varias críticas. El diario El País sentenció: "Monique Lhuillier es la nueva Marchesa", en alusión a los diseños vaporosos, femeninos y sofisticados que caracterizan a ambas firmas.

Debido a que Georgina Chapman, una de las fundadoras de Marchesa, es la mujer de Harvey Weinstein, la firma no vistió a ninguna celebridad y la diseñadora filipino-estadounidense parece haber aprovechado esta excelente oportunidad para mostrar su creatividad y variedad de diseños. ¡Y sus estilismos dieron lecciones! Vistió a ocho celebridades con creaciones de distintos estilos, pero sin dejar de ser fiel a su impronta.

"Las más destacadas de la red carpet fueron la actriz Keri Russell, quien lució un conjunto de dos piezas en lentejuelas plateadas (a muchos engañó porque parecía un vestido) –detalla Malpeli–; el body aportó volumen en los hombros y destacó el escote profundo. La falda larga con una leve cola complementó a la perfección la prenda superior, sin opacarla".

Kaley Cuoco llevó un strapless azul, falda blanca con bolsillos y moño en la cintura. Para la mayoría fue "un acierto total".

Amber Heard se convirtió en una de las favoritas de la noche. "Sorprendió con un vestido strapless bicolor. La parte superior era más larga, ideal para elongar el torso –detalla Malpeli–, y el volumen de la falda se replicó en el pelo y los aros generando armonía visual".

La exmodelo Heidi Klum –que no suele acertar en las alfombras rojas– esta vez pasó la prueba. Llevó un vestido que evocaba de diseño de novias, de escote corazón, con transparencias en la parte superior y una falda voluminosa con apliques florales. El team de famosas by Lhuillier se completó con Jameela Jamil, Emmy Rossum, Isla Fisher y Linda Cardellini.

¡Atención! El encanto de las creaciones de Lhuillier no sólo atrajo al mundo de Hollywood, sino también a personalidades de la política. Desde que Melania Trump se convirtió en la primera dama de Estados Unidos, sus firmas de cabecera son Hervé Pierre, Dior, Ralph Lauren y Dolce & Gabbana. Pero el año pasado sumó a su guardarropas a Monique Lhuillier.

Para la gala del Teatro Ford de Washington, Melania apostó por la creadora filipina. Llevó un vestido largo con drapeado delantero y realizado en crepé de seda color champagne (ronda los 3.000 euros). También se la vio con vestidos midi de estampados florales.

Según las palabras de Monique: "La gente ve esta marca y sabe qué significa: belleza y feminidad. Logramos que una mujer se sienta realmente hermosa al vestirse". La carrera hacia los Oscars ha comenzado y parece que Lhuillier ya está lista.

Textos VALERIA MARIÑO (vmarino@atlantida.com.ar)

Fotos GENTILEZA E! ENTERTAINMENT/ INSTAGRAM MONIQUE LHUILLIER

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