"La única diferencia entre una tienda estable y ésta es el tamaño. No hay nada de nuestra tienda en Buenos Aires que se parezca a las pop up que tenemos en el resto del mundo, es sólo que creemos que es transitoria porque, eventualmente, vamos a necesitar un espacio mayor", aclara Alexandre Frota, CEO regional de Louis Vuitton.
Su aclaración no está de más, sobre todo porque el nuevo desembarco de la marca francesa en Argentina se da en un contexto complicado que impactó en los precios de las colecciones que cuelgan en sus percheros y con una economía muy enfriada. Pero Alexandre no se muestra preocupado ni arrepentido, sino confiado y optimista.
"Vuitton no piensa así. Nosotros nunca nos hubiéramos ido de no haber sido porque las condiciones de importación nos hacían imposible mantener abierta la operación", explica, y agrega que –a pesar de haber cerrado su local en 2012– nunca perdieron el contacto con sus clientes.
En lo que se percibe como el rencuentro más esperado, la marca decidió apostar por un formato que no hay en el resto de los países de la región: un local en el que además de carteras y accesorios se puede comprar la última colección ready to wear y la colección de muebles nómades que la marca desarrolló con distintos diseñadores y que sólo se consigue en algunas tiendas puntuales del mundo.
NATURALEZA AFÍN. "Creo que los argentinos en general tienen algo que los hace particularmente afines a Vuitton. Son gente que consume de modo muy consciente y que elije bien las cosas. Valora la calidad, lo hecho a mano, y es elegante", explica. Algo de eso tiene que haber, ya que la lista de clientes más importantes de la maison francesa en América Latina, Argentina, está entre los primeros.
El dato es llamativo, sobre todo porque teniendo en cuenta el tamaño del mercado, uno imaginaría que hay otros países más factibles de liderar el ranking. Que la marca haya decidido traer uno de los locales más variados en cuanto a oferta a nuestro país, a pesar del momento complicado, es la prueba.
"La importancia de un mercado no tiene que ver sólo con la facturación. Nosotros no lo vemos así y elegiríamos estar acá incluso si no ganáramos", aclara el CEO. Contra todo pronóstico, la primera semana de la tienda superó ampliamente las expectativas de facturación e incluso por momentos se vieron obligados a regular el ingreso, por la cantidad de gente que había.
"Sabemos que nuestros clientes siguieron comprando afuera, pero nos gusta que nos puedan tener cerca. Para el que compraba en nuestras tiendas en otros lugares esto significa que puede evitarse todos los problemas para ingresar los productos, comprar con más comodidad de tarjetas y cuotas a veces hasta un 10% más barato (por una cuestión impositiva) y tener su tienda cerca, que le ofrece lo mismo que puede haber en París o Nueva York", concluye.
Texto: Lucía Benegas (lbenegas@atlantida.com.ar) Fotos: Gentileza Louis Vuitton
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