La fresa, una pequeña fruta con su característico color rojo, aroma dulce y sabor jugoso, son un combo completo de vitaminas, minerales, fibra, y antioxidantes. A nivel nutricional, las fresas contribuyen a obtener una buena salud cardiovascular, apoyo al sistema inmunológico y potencial reducción del riesgo de ciertas enfermedades crónicas.
La aplicación de fresas en la piel puede aportar diversos beneficios ya que son una fuente significativa de vitamina C, un antioxidante que puede ayudar a combatir el daño causado por los radicales libres y promover la producción de colágeno; lo que resulta en una piel más firme y joven. Además, contienen ácido elágico, que puede proteger la piel contra el daño UV y prevenir la formación de arrugas.
Asimismo, aportan ácido salicílico, un componente utilizado en tratamientos contra el acné por su capacidad para limpiar los poros y reducir la inflamación. Otros nutrientes presentes en las fresas, como las vitaminas del complejo B, flavonoides, y antioxidantes, contribuyen a la mejora de la salud de la piel, promoviendo su regeneración, hidratación, y protección contra agentes externos.
Por lo tanto, la aplicación tópica de fresas o productos derivados de éstas son perfectos para una buena limpieza del rostro.
Mascarilla natural de fresas
Para preparar una mascarilla de frutos rojos, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 3 fresas maduras
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharadita de yogurt natural
Elaboración
- Lava bien las fresas y retira las hojas.
- Tritura las fresas con un tenedor hasta obtener una pasta.
- Añade la miel y el yogurt natural a las fresas trituradas. Mezcla bien hasta conseguir una pasta homogénea.
- Asegúrate de tener el rostro limpio.
- Aplica la mezcla sobre la cara, evitando el contacto con los ojos.
- Deja actuar la mascarilla durante 15 a 20 minutos.
- Enjuaga con agua tibia y seca.
Esta mascarilla de fresas puede ayudar a hidratar tu piel, aportarle luminosidad y suavidad, gracias al complemento de la miel y el yogurt que equilibran el pH de la piel.