Enrique Florescano: el puente literario de los estudios históricos y la mexicanidad

A días de su fallecimiento, la trayectoria y obra del escritor mexicano será recordada en la conferencia “La historia y el historiador Enrique Florescano 1937-2023″ en Veracruz (México).

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Enrique Federico Florescano Mayet (1937-2023). Foto: (El País / Mónica Gonzáles).
Enrique Federico Florescano Mayet (1937-2023). Foto: (El País / Mónica Gonzáles).

El pasado 6 de marzo de 2023 se anunciaba el fallecimiento del escritor e historiador mexicano Enrique Federico Florescano Mayet. Pasados pocos días de su deceso se ha anunciado la conferencia, “La historia y el historiador Enrique Florescano 1937-2023″, en la que se recorrerá su obra y memoria. Así lo informó, Raúl Romero Ramírez, director de la Facultad de Historia de la Universidad Veracruzana. Los encuentros se llevarán a cabo en el Museo Córdoba, en el estado de Veracruz (México).

Enrique Florescano nació en Coscomatepec (Veracruz) el 7 de julio de 1937. Fue un historiador que se formó en las aulas de la Universidad Veracruzana, poco después comenzó una maestría en Colegio de México y, posteriormente, obtuvo un doctorado en la Escuela Práctica de Altos Estudios de la Universidad de París. Entre 1977 a 1982 estuvo a cargo de la Dirección de Estudios Históricos (DEH), y en 1988 asumió la dirección del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia).

Con sus publicaciones buscó establecer cómo los estudios históricos eran una forma de unir el presente con el pasado. A lo largo de su trayectoria, el escritor se encargó de enaltecer la labor de los historiadores como puentes de conexión con los tiempos remotos. En sus obras también planteaba la importancia de acercar a lector gracias a la narrativa a otras realidades.

"La Función Social de la Historia" fue editado bajo el sello Fondo de Cultura Económica (FCE).
"La Función Social de la Historia" fue editado bajo el sello Fondo de Cultura Económica (FCE).

Florescano veía en las investigaciones históricas una posibilidad de reconstruir relatos que ayudaran a fortalecer los valores ciudadanos y poder despertar en sus compatriotas el amor por los acontecimientos históricos. Como parte de su legado literario se encuentran títulos como: Colección Historia Ilustrada de México; Origen y desarrollo de los problemas agrarios de México 1500-1821; y La Función Social de la Historia; El poder y la lucha por el poder en la historiografía mexicana, Etnia, Estado y nación, entre otros.

En 1985, Florescano se desempeñó como director del INAH, cargo que lo llevó a lidiar con uno de los episodios más polémicos y mediáticos del arte en México, y para la antropología internacional, el llamado “robo del siglo”. En plena nochebuena de aquel año, un par de jóvenes hurtaron 140 piezas del Museo Nacional de Antropología, ubicado en la capital mexicana.

“Fui el chivo expiatorio de todo eso. No podía salir a la calle, ir a la universidad, porque me perseguían los periodistas. Lo que tenía a mano eran libros de la antigüedad, que ya había trabajado en artículos, pero no tan intensamente, porque mi especialidad era la historia agrícola”, compartió Federico Florescano a El País sobre cómo llegó a escribir Memoria mexicana.
En "Los orígenes del poder en Mesoamérica" el autor narró los mitos y simbolos que poblaron el imaginario mesoamericano.
En "Los orígenes del poder en Mesoamérica" el autor narró los mitos y simbolos que poblaron el imaginario mesoamericano.

El escandaloso robo trascendió fronteras y se convrtió en noticia mundial. En consecuencia, la opinión pública y la atención se concentró en Florescano, quien se encargó de enfrentar las críticas públicas ante los fallos de seguridad que propiciaron el hurto; lejano a ese episodio, se dedicó a consolidarse como escritor en textos de enfoque más científico como: Memoria mexicana; El mito de Quetzalcóatl y Dioses y héroes del México antiguo.

El autor no solo reconstruyó hechos históricos a partir del sentido social, también realizó una serie en ensayos en los que en los que reconocía la importancia de los pueblos originarios, el espíritu de la mexicanidad y hasta los dioses prehispánicos como legado cultural. Su colección no puede estar completa sin mencionar sus publicaciones como: Memoria indígena, ensayos sobre la reconstrucción del pasado, y Los orígenes del poder en Mesoamérica.

Entre sus reconocimientos internacionales se encuentran el de Las Palmas Académicas, por parte del gobierno francés (1982); el de la Presea Miguel Othón de Mendizábal (2000) y el Premio Francisco Javier Clavijero (2002), ambos otorgados por el INAH. Además, en 2021 recibió el Premio Alfonso Reyes por la institución Colmex, con la que guardaba un enorme vínculo.

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