Aplicaciones, sexo y buen sueño: la receta para el bienestar de Sebastián Campanario, el economista “diferente”

En su nuevo libro "El futuro del bienestar" habla de soluciones individuales pero también acerca las tendencias globales. Y alerta contra las soluciones fáciles.

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Sebastián Campanario fue desde el inicio de su carrera un economista diferente. Quizás empalagado por el “matematismo” de la economía académica, quizás abrumado por las dificultades económicas de su país y la imposibilidad de hallar una solución para sus tragedias, fue uno de los primeros economistas argentinos en emprender un camino alternativo.

En lugar parlotear sobre a cuánto estará el dólar o perseguir el santo grial de las soluciones macroeconómicas, eligió dedicar su carrera a escrutar los bordes de la disciplina y a explorar las conexiones entre lo que estudió, la creatividad, la innovación y, en su último libro, el bienestar. Habrá quienes digan que Campanario ya no es estrictamente un economista, y a juzgar por los resultados esa es una gran noticia.

Es difícil eludir la tentación de analizar sus libros bajo el prisma de su psicología personal. Con su primer trabajo, La Economía de lo insólito, nos convenció de que “la ciencia sombría” tenía su costado recreativo. Su segundo libro, Otra vuelta a la Economía (coautorado con Martín Lousteau), soltó nuevas amarras y siguió tomando distancia de la economía tradicional.

En Ideas en la Ducha desplegó las alas de la creatividad y abrió, a la manera de Narnia, puertas hacia un mundo fascinante que nunca más abandonó. Modo Esponja, su siguiente proyecto, profundiza esta tendencia pero también lo presenta en su faceta escéptica, notificando sobre los mercachifles de la creatividad y de la tecnología y tratando de distinguir aquello que agrega valor de lo que, finalmente, es puro humo.

Entender para entenderse

Otra rasgo personal que Campanario no se preocupa en ocultar es su predilección por aquello que contribuye directa o indirectamente a sus desafíos de vida. ¿Y por qué no? Después de todo el interés propio, además de un poderoso incentivo individual, es la mejor garantía de que se dejará todo en cada investigación, en cada articulación, y en cada frase. Esto es explícito en su trabajo anterior al que reseñamos aquí, Revolución senior. Mientras se recorren sus páginas es posible imaginar al autor preguntándose “ya tengo más de 40… ¿y ahora qué?”. Pese a no demostrar académica o formalmente su caso, el libro aporta una investigación amplia y original sobre todo lo que tenemos para aportar a la sociedad nosotros, los maduros. En una sociedad marcada por las supuestas ventajas indescontables de la Generación Z (los nacidos a fines del siglo pasado) en el uso de las nuevas tecnologías, esto no es poca cosa.

Sebastián Campanario. Un economista diferente.
Sebastián Campanario. Un economista diferente.

El futuro del bienestar sigue esta línea etaria e invita a los +45 a encontrar la receta personal para pasarla lo mejor posible en la segunda mitad de la vida. Que quede claro desde el principio, El futuro del bienestar no es un libro sobre economía de la felicidad; en todo caso nos explica hacia dónde nos llevan las nuevas tendencias del bienestar y cómo distinguir lo valioso de lo improbable. Como lo marca su estilo inconfundible, el autor nos bombardea con una catarata de datos, opiniones y novedades. En este torbellino es inútil buscar su “ideología personal”, su visión no es otra que la que marca la selección de ideas que vuelca en sus páginas. En lugar de sostener una hipótesis particular, Campanario nos ofrece senderos que se bifurcan y se bifurcan, y que nos invitan a crear nuestra propia aventura.

Además de su mente, a sus investigaciones el autor le pone el cuerpo. Su actitud proactiva incluyó en los últimos años un “entrenamiento de bienestar” en el programa del ex basquetbolista de la Generación Dorada Pepe Sánchez, un cambio de su terapia tradicional por la meditación guiada, la adopción de una mascota, la participación en un libro sobre la “economía del sueño” junto a Diego Golombek, y un viaje a Estados Unidos a hacer (¡y dictar!) un curso en la NASA. Una cita anónima de Twitter que abre el capítulo 8 reza “Nadie puede competir con la gente que se divierte haciendo lo que hace”, y él está listo para encarar una olimpíada. Campanario aprendió así a ser él mismo, y comparte generosamente su fórmula con los lectores.

Si bien El futuro del bienestar presenta fundamentalmente novedades destinadas a mejorar la vida individual, también comenta sobre las tendencias globales. Un tema que preocupa al autor son las conexiones entre la explosión de innovación tecnológica y el futuro de la economía.

Se advierte que las velocidades tecnológicas se suelen tomar más tiempo del asumido y que nuestra generación no necesariamente es la bisagra entre un mundo arcaico y uno flamante

Entendiendo que esta relación es básicamente un sistema complejo, cita al economista Rudiger Dornbusch, quien observa que “las cosas siempre suceden más lentamente de lo que uno supone, pero cuando suceden, lo hacen más rápido de lo que se pensaba”.

En general, su visión es que si el bienestar futuro puede inferirse a partir de las dinámicas pasadas, puede haber espacio para el optimismo. Varios analistas, entre los cuales resalta el psicólogo canadiense Steven Pinker, han remarcado que la ilustración, con sus ideales racionalistas y sus rasgos democráticos, han sido una de las claves para el florecimiento de la mayoría de los indicadores sociales, políticos y económicos en gran parte del mundo. Pero no todo es tan claro.

El cambio climático, las desigualdades crecientes de las economías de mercado, los retrasos en el impacto de la tecnología sobre el crecimiento real, y ahora la pandemia han echado un mar de dudas respecto de la evolución de una tendencia que podría suavizarse o incluso saturarse. Por supuesto, todas estas dificultades podrían ser atendidas si se desarrollan en tiempo y forma los recursos de la creatividad y de la innovación. Pero la pregunta que surge naturalmente es si se ganará bienestar para la humanidad en su conjunto, o si las ventajas de una vida más plena será privilegio de aquellos con suficientes recursos y capacidades para construirse a sí mismos un futuro mejor.

El papel de nuestra psiquis

El otro tema que nunca falta en los textos del autor es su interés por la Economía del Comportamiento, esa disciplina relativamente nueva que estudia el papel de la psicología humana en las decisiones económicas, a la cual dedica un capítulo completo. Si bien las ciencias del comportamiento han tenido éxito y sus herramientas fueron adoptadas por muchos Estados como una parte no menor de las políticas públicas, las últimas noticias no han sido todo lo buenas que se esperaba. La Economía del Comportamiento ganó las discusiones sobre lo impropio de asumir un homo economicus maximizador (esa criatura caricaturesca de los modelos económicos), pero no pudo poner en su lugar a un homo sapiens más realista con características concretas. Aún no sabemos bien qué somos y cómo somos, y los últimos desarrollos que cita Campanario dejan esto muy en claro.

La receta de bienestar de Campanario dispone de algunos ingredientes clave para la vida diaria como dormir más y mejor, exprimir el sexo, o habituarnos a la creatividad, todo esto con la ayuda de modernas aplicaciones. Para los emprendedores, nos actualiza sobre el presente y el futuro de la inteligencia artificial, sobre cómo crear tu propia startup, y sobre las estrategias de las empresas para captar la atención de sus clientes. El capítulo final alerta contra la soluciones fáciles. En un mundo que percibimos como convulsionado por el cambio, se advierte que las velocidades tecnológicas se suelen tomar más tiempo del asumido, y que nuestra generación no necesariamente es la bisagra entre un mundo arcaico y uno flamante.

No puede darse mejor consejo al lector de El futuro del bienestar que relajarse y gozar. Su flexibilidad y frescura permite leerlo o no de corrido, recorrerlo o no en orden, entretenerse por un rato o disponerlo como referencia permanente. Si hay una filosofía que Campanario profesa es la de buscar, renovar, y criticar ideas nuevas. Y si nos animamos a acompañarlo, las chances de mejorar nuestro bienestar futuro crecerán exponencialmente.

Quién es Sebastián Campanario

♦ Nació En La Plata en 1973.

♦ Estudió Economía y Periodismo.

♦ En 2005 publicó su primer libro, La economía de lo insólito, reeditado en 2009.

♦ Regularmente da talleres sobre creatividad e innovación.

♦ También es autor de Economía de lo insólito, Ideas en la ducha y Revolución senior.

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