En un expediente que tramita un caso de lesa humanidad, la jueza del Juzgado Federal N°1 de Resistencia, Zunilda Niremperger, dispuso la elevación a juicio de la causa seguida contra el ex suboficial mayor Gabino Manader, perteneciente a la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco. La investigación apunta contra el exmiembro de la fuerza de seguridad provincial por la desaparición de Humberto Aníbal Muñoz, militante de la Juventud Peronista, ocurrida el 26 de noviembre de 1976 en la ciudad chaqueña de Barranqueras.
La resolución estuvo en sintonía con el planteo de la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de Resistencia, a cargo del fiscal general Carlos Amad, el fiscal federal Patricio Sabadini y los fiscales Diego Vigay y Horacio Rodríguez. La acusación había requerido la elevación a juicio del ex policía de 80 años como coautor de desaparición forzada, imprescriptible en términos penales. A su vez, junto a las querellas del proceso, propusieron una incriminación alternativa como partícipe necesario de homicidio agravado por alevosía, con el concurso premeditado de dos o más personas y para consumar u ocultar otro delito, informó este martes el portal del Ministerio Público Fiscal (MPF).
En tribunales se especula que la etapa del juicio oral podría tener inicio este año, aunque aún no se ha establecido una fecha precisa.
De acuerdo a las actuaciones del caso, Humberto Muñoz había iniciado su militancia política en la Juventud Peronista del Chaco en 1972. En 1974 trabajó como chofer en la Cámara de Diputados y posteriormente se desempeñó como jornalero en el aeropuerto de la capital provincial, de donde sería desvinculado por razones ideológicas en abril de 1976.
El 25 de mayo de ese año fue detenido y trasladado a la sede de la Brigada de Investigaciones, donde negaron su presencia. Sin embargo, allí estuvo prisionero durante dos meses, donde estuvo sometido a una batería de torturas y amenazas. Fue liberado desde la Alcaidía de Resistencia.
Para los acusadores, en la madrugada del 26 de noviembre de 1976, mientras Muñoz se encontraba en la casa de sus padres en Barranqueras, irrumpió de golpe un grupo armado compuesto por al menos cuatro hombres vestidos de civil. Los intrusos ingresaron en el domicilio, amenazaron a la madre de la víctima, encandilaron a su pareja y lo esposaron antes de llevarlo en uno de los autos que se dirigió hacia la localidad de Antequeras.
Anselma Ocampo, madre de Muñoz, identificó a Gabino Manader como uno de los integrantes del operativo. En ese entonces reportaba como sargento de la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco. Los familiares de Muñoz lo buscaron sin resultados en las distintas comisarías de Barranqueras, Resistencia y en la Brigada de Investigaciones.
En su requerimiento de elevación a juicio, los fiscales expusieron que el secuestro de Muñoz se llevó a cabo bajo la metodología empleada por los grupos de tareas a lo largo de todo el país durante la última dictadura militar (1976-1983): operativos clandestinos sin orden judicial, apariciones repentinas y nocturnas con uso de violencia y una serie de medidas tendientes a impedir la identificación de los agentes responsables. Allí subrayaron, asimismo, el papel protagónico de Manader en el grupo que operaba desde la Dirección de Investigaciones.
El ex suboficial mayor, en tanto, ya había sido condenado anteriormente por crímenes de lesa humanidad en diversos procesos penales. En diciembre de 2010, el hombre nacido en la ciudad de Pirané, Formosa, recibió por parte del Tribunal Oral Federal de Resistencia una sentencia de 25 años de prisión en el marco de la causa “Caballero” por las torturas sufridas por 25 presos políticos.
En agosto de 2018, Manader sufrió otra condena de 25 años de cárcel en las actuaciones “Caballero II”. Allí, el policía retirado resultó culpable por diez hechos de tormentos agravados, privación ilegítima de la libertad, un caso de violación y la desaparición forzada de un matrimonio. En abril de 2021, a su vez, obtuvo nuevamente 25 años de pena en el caso “Caballero III” por delitos similares, que incluyeron torturas, abusos y secuestro.
La última condena que recibió Manader fue en abril de 2022, en el juicio “Conscriptos”, donde le impusieron una pena de 14 años de prisión por 22 casos de tormentos y privación ilegal de la libertad. Además, la semana pasada, la jueza Niremperger lo procesó en la causa “Caballero IV” por delitos de lesa humanidad en perjuicio de 24 víctimas, entre ellas un bebé de ocho meses.
El ex policía imputado también enfrenta cargos en el expediente “Ligas Agrarias II”, que investiga las detenciones ilegales y tormentos aplicados a sacerdotes vinculados a movimientos sociales en 1974.
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