Tomás Escobar: "En Argentina hay una demanda tecnológica de 10 mil personas, que si se formasen a mayor velocidad, todas tendrían trabajo"

El director ejecutivo y cofundador de la academia tecnológica líder en América Latina sostiene que, de la necesidad urgente de conseguir talentos, surgió la idea de crear una nueva metodología de estudios diferente a la tradicional, que dura entre cuatro y cinco años. Hoy, en menos de un año, miles de estudiantes de su Institución, egresan capacitados para competir en el mercado mundial. Muchos de ellos ya con un puesto laboral concreto. “Nuestra metodología está basada en la práctica, en el aprender haciendo dentro de una empresa”, asegura.

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Tomás Escobar en Acámica.
Tomás Escobar en Acámica.

Tomás Escobar (30) nació en San Juan y la curiosidad por la tecnología se despertó a sus trece años, "cuando el modem de internet hacía ruidito al conectarse". Ya por ese entonces sentía la necesidad y el deseo de crear algo propio –"no ser sólo un consumidor"–, por eso empezó, de manera autodidacta, a aprender a programar y a dominar distintas habilidades para crear páginas web, sitios, aplicaciones y juegos. Fue así que comenzó a "cranear" varios proyectos.

Pero claro, aún era un preadolescente. Finalmente, a los dieciocho inició sus estudios de Ingeniería en computación en la Universidad Nacional de Córdoba. Y una vez más sintió un freno.

"Me choqué fuerte a nivel expectativas porque yo venía aprendiendo de una forma súper dinámica, ágil, muy pragmática y aplicada desde chico. La universidad tenía otros ritmos y formas que me aburrían", cuenta. "Volvía a mi casa, me ponía a estudiar en la compu y avanzaba mucho más rápido. Eso hizo que le dedicara cada vez más tiempo a aprender por mi cuenta y, eventualmente, a considerar: 'Tal vez la universidad no sea para mí'".

“Tenemos una misión muy clara: empoderar a las personas para ser protagonistas de la transformación del mundo, porque sabemos que las nuevas tecnologías están generando rápidas disrupciones en todas las industrias y eso genera grandes oportunidades”, dice Tomás.
“Tenemos una misión muy clara: empoderar a las personas para ser protagonistas de la transformación del mundo, porque sabemos que las nuevas tecnologías están generando rápidas disrupciones en todas las industrias y eso genera grandes oportunidades”, dice Tomás.

Y no lo fue. Tomás siguió su camino independiente y varios de sus proyectos personales tuvieron exposición a nivel mundial. "Cuevana fue una creación mía, por ejemplo", revela. "La usaban millones de personas todos los meses. Por eso pensé: `Tengo que confiar más en esas habilidades y en caminos menos tradicionales. Y fue como un salto de fe. Dejé la universidad y me radiqué en Buenos Aires, donde vivo desde hace ya nueve años" .

“En Acámica, las aulas están diseñadas como espacios de trabajo. Los pilares sobre los que construimos nuestra metodología de aprendizaje se basan en la horizontalidad”, dice Escobar.
“En Acámica, las aulas están diseñadas como espacios de trabajo. Los pilares sobre los que construimos nuestra metodología de aprendizaje se basan en la horizontalidad”, dice Escobar.

–¿Cómo surgió el proyecto de Acámica?

–Me contactaron quienes hoy son mis tres socios cofundadores: Gonzalo Orsi, Ignacio Puig Moreno y Juan Badino, porque querían llevar a cabo un emprendimiento con eje en la educación y la tecnología. Y por mi experiencia personal, advertí que lo que me había pasado a mí, era más común de lo que creía. Así, en 2013 arrancamos full time. Siempre con una mirada global.

–¿Comenzaron dando clases presenciales como ahora?

–No. En un primer momento iniciamos en nuestras casas, en cafés… No teníamos un espacio físico. En ese momento Acámica era una plataforma online de cursos y no había clases presenciales. Recién el año pasado empezamos con las comisiones semipresenciales en nuestra oficina y en espacios de otras compañías.

Celebrando la gran apertura del espacio de Palermo: Martín Migoya (CEO y cofundador de Globant), Ignacio Puig Moreno (cofundador de Acámica), Mariano Mayer (Secretario de Emprendedores y PyMes), Marcos Galperín (CEO y fundador de Mercado Libre), Tomás Escobar (CEO y cofundador de Acámica), Gonzalo Orsi (cofundador de Acámica) y Juan Badino (cofundador de Acámica).
Celebrando la gran apertura del espacio de Palermo: Martín Migoya (CEO y cofundador de Globant), Ignacio Puig Moreno (cofundador de Acámica), Mariano Mayer (Secretario de Emprendedores y PyMes), Marcos Galperín (CEO y fundador de Mercado Libre), Tomás Escobar (CEO y cofundador de Acámica), Gonzalo Orsi (cofundador de Acámica) y Juan Badino (cofundador de Acámica).

–¿En qué consiste exactamente la metodología de estudios de Acámica?

–Tenemos una misión, un propósito muy claro que es empoderar a las personas para ser protagonistas de la transformación del mundo. Puede parecer un poco ambicioso, pero es que sabemos que las nuevas tecnologías están generando cambios y disrupciones en todas las industrias, cada vez más rápido, generando un montón de oportunidades. Esto ha creado una diferencia gigante entre oferta y demanda de talento digital. En América Latina estamos hablando de una brecha de 450 mil personas. En Argentina es de más de diez mil. Es decir, son diez mil personas que si hoy se formasen en esas habilidades, todas tendrían trabajo. Queremos que la gente no vea el cambio desde afuera sino que sea parte.

“La tecnología cambia tan rápido que cuatro o cinco años es mucho. Por eso proponemos dar herramientas en menos de un año”, asegura el cofundador de Acámica.
“La tecnología cambia tan rápido que cuatro o cinco años es mucho. Por eso proponemos dar herramientas en menos de un año”, asegura el cofundador de Acámica.

–¿En qué se diferencia de la enseñanza universitaria o tradicional?

–La tecnología cambia tan rápido que cuatro o cinco años es mucho. Por eso proponemos dar herramientas en menos de un año. Trabajar esas habilidades, incentivar la productividad y el entusiasmo por seguir aprendiendo. Tenemos que estar en constante aprendizaje. Entonces cuanto más podamos acortar ese proceso inicial y reducirlo a menos de un año, mas rápido podemos seguir aprendiendo pero ya sobre una base más sólida y de mayor sustentabilidad personal. Nuestra metodología está basada en la práctica, en el aprender haciendo.

Por Paula Labonia

Fotos: Julio Ruíz y Gentileza Acámica.

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