Juan Manuel Urtubey: "Obvio que me gustaría Lavagna dentro del mismo espacio, sería buenísimo"

"Belita empezó a caminar y ya casi habla… En realidad, la única palabra que dice es 'papá'. Así que es espectacular, me desarma todos los días". Cuando se refiere a su hija, al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey (49, también precandidato a presidente por Alternativa Federal) parece que se le aflojara hasta el nudo de la corbata. La campaña, que recién comienza, estresa, y son buenos esos oasis que comparte con Isabelita (11 meses) y su mujer, Isabel Macedo (43).

"Ellas me acompañan muchísimo. Estamos más tiempo juntos del que yo creía que podríamos compartir, porque viajo bastante. Y cuando eso sucede, nos mandamos videos. Ahora que estamos en Buenos Aires, Isabel aprovecha para hacer cosas que tiene pendientes, y trae a la bebé. Así que amanecemos juntos, y a la noche, la mitad de las veces está despierta", completa.

La agenda de Urtubey está completa. El jueves, en el Teatro Sony, presentó la Semana Santa en su provincia (fue rebautizada "Semana Salta") junto al ministro de esa cartera, Juan Manuel Lavallén. "Tenemos una oferta muy variada. Venimos creciendo fuertemente como uno de los destinos turísticos elegidos y queremos invitar a los argentinos a nuestra provincia", señaló.

Al día siguiente voló a Salta para recibir a Marcelo Tinelli, y regresó a Capital Federal por la tarde. El sábado, junto a Macedo, fueron al Multiplex de Belgrano, en el marco del Bacifi, para ver Badur Hogar, la película del director salteño Rodrigo Moscoso.

–¿Cómo sigue su marcha en pos del sueño de ser presidente?

–Estamos trabajando fuerte. Estoy convencido de que la Argentina, cuando llegue el momento de elegir, va a buscar alternativas superadoras a esta pelea entre el macrismo y el kirchnerismo, que ya genera un hastío importante y cuyos resultados son el desastre que vemos a diario. Todavía falta mucho. Me parece que la sociedad va a empezar a discutir eso cuando falten veinte días para la elección, no mucho antes. Hoy, en la política moderna, las campañas y la atención electoral nunca duran más de un mes.

–¿Con quiénes han coincidido para la campaña frente al macrismo y el kirchnerismo?

–En Alternativa Federal establecimos un mecanismo muy interesante, que permite la competencia en las primarias, para que de ellas salga un candidato no sólo competitivo, sino el futuro presidente de la Argentina. Eso es porque generamos un espacio amplio, participativo y plural.

–Muchos pensaron que Roberto Lavagna se les uniría. Pero, al hablar de Massa, dijo que está en un proyecto distinto y que él está en busca de consensos…

–Nosotros construimos Alternativa Federal como un espacio más amplio que lo estrictamente partidario. Está integrado por dirigentes de distinta procedencia política y social. Y hemos tomado la decisión de que esos sectores compitan en las primarias. Nuestro valor agregado es que los candidatos se darán desde la participación de los ciudadanos, no desde los acuerdos entre políticos. Si logramos un gran apoyo de la gente en las primarias, que es lo que va a pasar según creo, nos vamos a consolidar como el espacio ganador, obviamente detrás del candidato que logre más votos.

–¿Pero a usted le gustaría o no que esté Lavagna dentro de su mismo espacio?

–Ah, obvio, sí, sería buenísimo. La mayor cantidad de sectores que quieran darle más fuerza a este espacio político será bienvenida. Nosotros planteamos que acá hay dos espacios definidos: el kirchnerismo y el macrismo. Y somos una tercera opción electoral, que a mi juicio será la más competitiva.

–¿Cuando estén por llegar las elecciones, podrían tener diálogo con el kirchnerismo?

–Nosotros creemos en una alternativa superadora de la grieta. Entonces, si planteamos ser diferentes al macrismo y al kirchnerismo, no lo podemos hacer con ellos. Perdería razón de ser nuestro espacio.

–¿Y si Cristina decidiera bajar su candidatura, integrarían a los kirchneristas que quedaran sin referente?

–Eso es algo que deberán resolver ellos. No es una variable que podamos manejar.

–Pero en su caso compartió un buen trayecto junto a muchos de ellos…

–Son hipótesis. Eso se evaluará en su momento.

–¿Con Sergio Massa ya definieron cómo será la interna?

–Sí. En Alternativa Federal, desde el primer momento, decidimos que el candidato no sería producto de un acuerdo entre dirigentes, sino de la participación ciudadana. No hay ningún elemento para modificarlo.

–De acuerdo a los movimientos que hubo en los últimos días, ¿ve que el radicalismo, o parte de él, podría romper con Cambiemos?

–(Duda)… No tengo información respecto de eso. No se qué harán, pero no abrigo muchas expectativas respecto de algo institucional que salga de ahí. Hay discusiones de posiciones de poder en la alianza de gobierno, pero no veo que lleguen a tanto.

–Y si un sector rompiera, ¿podrían sentarse a hablar con Alternativa Federal, como sucedió en otro momento en que se hizo una construcción más transversal?

–Sí. Alternativa Federal es un movimiento mucho más amplio que el peronismo. De hecho, el Frente Renovador de Misiones tiene un claro origen radical; el Frente Cívico de Santiago del Estero también; en Río Negro participan partidos provinciales, también Libres del Sur. Tenemos una expresión mucho más abierta. Naturalmente, si hay dirigentes de la Unión Cívica Radical que estén dispuestos a competir en este espacio, en buena hora, buenísimo.

–Se reunió con Tinelli. ¿Cómo ve su ingreso a la política?

–A mí me parece súper interesante que ciudadanos que no tuvieron participación anterior se involucren. Es bueno. Esta cosa de entender a la política como un gueto de un grupo elegido y que la gente tiene que mirar desde afuera nunca me enganchó.

–¿Pero se puede empezar desde arriba, sin hacer un camino?

–Se empieza por dónde te pone la sociedad. Hay que ser práctico, me parece.

–Usted, al principio del mandato de Mauricio Macri, participó en varias movidas junto a él. ¿Qué pasó ahora? ¿El Gobierno se cerró?

–Yo planteé lo mismo entonces que ahora. Tenemos que ayudar y dar gobernabilidad para que a la Argentina le vaya lo mejor posible. Si al Gobierno le va mal, a la gente le va peor, como vemos hoy. Debemos garantizar, hasta el último día de Macri, que tenga las herramientas para gobernar. Si no, es el drama histórico de la Argentina: cuando gobierna otra fuerza política que no sea el peronismo da la sensación de que no los dejamos gobernar, que somos los culpables de que las cosas salgan mal. Eso no lo podrán decir hoy. El Gobierno tuvo todas las herramientas que pidió. Después, cómo les salen las cosas es responsabilidad suya. Y, claramente, las cosas están mal. No hay que ser muy profundo para verlo.

–¿Cree –como dijo Tinelli– que Macri y Cristina son dos caras de una misma moneda?

–Lo vengo diciendo hace rato. Se necesitan como el aire para respirar. No existen el uno sin el otro. Esa dialéctica es la que puso a la Argentina en el lugar donde está hoy.

–Todos los gobiernos dicen que les dejaron una herencia pesada. En el caso de que usted llegue a la presidencia, ¿qué va a heredar de éste?

–Está difícil. Para mí, lo peor es el déficit social. La pobreza es alarmante. El problema es que los políticos ocupan el 70 por ciento del tiempo en buscar al culpable de la situación y sólo el 30 en resolverla. Hay que invertir esas prioridades.

–¿Cuál sería su prioridad?

–Crecer. Si no, no podremos ni pagar la deuda y generaremos un proceso social cada vez más excluyente. Necesitamos integrar a los argentinos en el mercado del trabajo, el consumo interno y la producción de bienes. Hay que tomar una orientación diferente a la elegida por este gobierno, que es restringir la actividad económica para enfriar la economía y que baje la inflación. Pero no veo elementos para que esto se recupere en el corto plazo.

Por Hugo Martin.
fotos: Alejandro Carra, Enrique García Medina, prensa gobierno de Salta i Instagram (@isabelmacedophoto)

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