El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que cualquier persona o empresa que invierta al menos 1.000 millones de dólares en el país recibirá “aprobaciones y permisos totalmente acelerados, incluidos, aunque no limitados a, todos los permisos ambientales”.
El republicano dio a conocer la iniciativa en su red social Truth Social, en la que no aportó más detalles.
“Cualquier persona o empresa que invierta MIL MILLONES DE DÓLARES, O MÁS, en Estados Unidos recibirá aprobaciones y permisos totalmente acelerados, incluidos, aunque no limitados a, todos los permisos ambientales”, escribió Trump, quien añadió en mayúsculas: “¡PREPÁRENSE PARA LA ACCIÓN!”.
El mensaje del presidente electo no aclara quiénes podrán solicitar estos permisos, qué tipo de proyectos podrían resultar beneficiados ni cómo el Gobierno federal planea sortear el habitual entramado de regulaciones.
Sin embargo, la referencia específica a las aprobaciones ambientales ha puesto el foco sobre Lee Zeldin, el ex congresista de Nueva York que Trump ha designado para dirigir la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés).
Zeldin, que cuenta con poca experiencia en políticas medioambientales, es conocido por su firme respaldo a la agenda de Trump para acabar con las regulaciones del Gobierno y reducir la burocracia federal.
Esta propuesta se suma a la promesa de Trump de ampliar los recortes de impuestos para las grandes empresas que introdujo en su primer mandato mediante la reducción de la tasa impositiva del 21% al 15% para las compañías que produzcan todos sus productos en Estados Unidos.
Tensiones entre Trump y Powell
Durante su campaña, Trump prometió reducir los altos costos de endeudamiento y aliviar la carga financiera de los hogares estadounidenses. Sin embargo, la posibilidad de que las tasas de interés se mantengan elevadas podría generar su choque con la Reserva Federal (Fed), especialmente con su presidente Jerome Powell, quien fue nominado por Trump en 2017 para liderar el banco central estadounidense.
Trump ha ridiculizado en repetidas ocasiones a Powell y su política de la Fed durante su primer mandato, acusando a la institución de mantener las tasas de interés demasiado altas. En sus intervenciones públicas, el entonces presidente presionó para que el banco central redujera las tasas, lo que genera preocupaciones sobre una posible interferencia política en la formulación de las políticas monetarias.
En respuesta, Powell subrayó recientemente la importancia de la independencia de la Fed: “Eso nos da la capacidad de tomar decisiones para el beneficio de todos los estadounidenses en todo momento, no para ningún partido político en particular”.
Las políticas económicas propuestas por Trump, que incluyen una reducción de impuestos y la imposición de elevados aranceles, podrían generar presiones inflacionarias en una economía que ya está operando cerca de su capacidad máxima.
Si la inflación se acelera, la Fed probablemente responderá frenando o deteniendo sus recortes de tasas, algo que podría frustrar los planes de Trump de reducir los costos de endeudamiento. El banco central incluso podría elevar las tasas si la inflación empeora.
En este sentido, Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió sobre el alto riesgo de conflicto entre el gobierno de Trump y la Fed.
(Con información de EFE)