Un enfermero explica cómo afecta el consumo de refrescos a la salud: “Solo es azúcar”

El Ministerio de Derechos Sociales y Consumo está preparando un decreto para restringir la venta de productos con alto contenido en azúcar, grasas y sal, incluyendo bollería industrial y bebidas energéticas. Según adelantó el lunes 3 de marzo el diario El País, la normativa busca regular la disponibilidad de estos alimentos en máquinas expendedoras y cafeterías de colegios e institutos, con el objetivo de fomentar hábitos de consumo más saludables entre los menores.

La asociación Facua-Consumidores ha respaldado la iniciativa, aunque ha señalado que su implementación llega con 14 años de retraso. Además, ha instado a que la prohibición se extienda a hospitales y centros sanitarios para garantizar un acceso más equilibrado a la alimentación en estos espacios.

Asimismo, la norma establece límites nutricionales específicos: los productos no podrán superar cinco gramos de azúcar por porción envasada ni contener niveles elevados de grasas o sal. En el caso de las bebidas energéticas, los especialistas en nutrición desaconsejan su consumo en menores de edad debido a sus efectos adversos en la salud.

Esta regulación se basa en recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

En este contexto, es importante tener en cuenta que este tipo de medidas responde al objetivo de preservar la salud general. En este sentido, hay que tener en cuenta que las bebidas energéticas y los refrescos pueden dañar gravemente el bienestar individual debido a su alto nivel de azúcar. Así lo explicaba en 2020 el conocido influencer farmaceúticofernández.

Según indica el experto, los refrescos “solo aportan calorías vacías, ningún tipo de aontioxidante, vitaminas o minerales”. Por tanto, su aporte es solo de azúcar y este último “altera completamente el metabolismo y aumenta las probabilidades de sufrir diabetes”.

Además, el exceso de azúcar también aumenta las probabilidades de sufrir osteoporosis y sobrepeso. Lo que afecta directamente a muchos órganos. “Puede acabar produciendo hígados graso, ya que aumenta los triglicéridos y su acumulación el hígado”.

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Los expertos recomiendan controlar el consumo de azúcar para evitar riesgos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que su ingesta no supere el 10% de las calorías diarias y, si es posible, que se mantenga por debajo del 5%. Esto equivale a un máximo de 50-60 gramos al día para adultos y 30-35 gramos para niños, aunque la recomendación es reducir esta cantidad a la mitad.

Para cumplir con estas pautas, es clave limitar el azúcar añadido en la alimentación, moderando su uso y evitando productos ultraprocesados con alto contenido en este ingrediente. Leer el etiquetado nutricional y elegir alternativas más saludables es fundamental.

El problema no radica solo en el azúcar que añadimos a los alimentos, sino en el que está presente en productos como mermeladas, bollería, zumos e incluso en alimentos con sabores ácidos o salados, donde su presencia pasa desapercibida, como las lasañas congeladas.