Los cinco alimentos que Isabel Preysler evita en su dieta para cuidar su salud y su imagen

Tamara Falcó publicaba en su libro ‘Las recetas de mi madre’ los secretos mejor guardados de la dieta de Isabel Preysler

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Isabel Preysler en una foto
Isabel Preysler en una foto de archivo (Europa Press)

A sus 74 años, Isabel Preysler sigue siendo icono de elegancia y llenando portadas de la prensa rosa en España. La llamada “Reina de corazones” despierta el interés, tanto por su vida amorosa como por su férrea disciplina para cuidar su imagen. En buena parte, una apariencia bien atendida gracias a su alimentación.

En 2021, su hija Tamara Falcó publicaba Las recetas de mi madre, un libro donde se adentraba en los gustos culinarios de su familia. Entre estas páginas, la socialité revela los secretos de la estricta dieta de su madre, en la que recoge algunos alimentos prohibidos.

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Los alimentos que Isabel Preysler evita incluir en su dieta son las carnes rojas, los productos lácteos, los refrescos azucarados, las especias picantes y el azúcar blanco, que lo sustituye por sirope de agave o estevia.

Las carnes rojas, como la carne de res, cordero y cerdo, son ricas en grasas saturadas y colesterol. Así, el consumo regular de estas carnes se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la arteriosclerosis y el infarto de miocardio.

Además, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten que una ingesta elevada de carnes rojas podrían estar relacionadas con un aumento del riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer colorrectal. Las carnes procesadas, como las salchichas y algunos embutidos, también contienen aditivos y conservantes que pueden ser perjudiciales para la salud intestinal y el sistema cardiovascular.

Los refrescos y otras bebidas azucaradas son una fuente significativa de calorías vacías en la dieta moderna, pues suelen contener altas cantidades de azúcares añadidos, que contribuyen al aumento de peso y al desarrollo de obesidad.

El consumo frecuente de bebidas azucaradas también se ha asociado con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, debido a la carga glucémica que representan y su impacto en la resistencia a la insulina, . Además, el ácido fosfórico presente en muchos refrescos puede afectar negativamente la salud ósea y dental, aumentando el riesgo de caries y osteoporosis.

El azúcar añadido en la dieta, presente no solo en refrescos sino también en productos procesados como cereales de desayuno, dulces y postres, puede tener efectos adversos significativos en la salud metabólica y cardiovascular. De esta manera, el consumo excesivo de azúcar está vinculado con un mayor riesgo de enfermedades del corazón, debido a su capacidad para elevar los niveles de triglicéridos y LDL (el conocido como colesterol “malo”) en sangre.

Por otra parte, el azúcar añadido puede provocar picos de glucosa en sangre seguidos de caídas bruscas, lo que puede contribuir a la fatiga y la irritabilidad, además de aumentar el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, según una investigación publicada en la Nature Medicine.

Episodio: Diabetes.

Una alimentación sana y equilibrada

En lugar de estos alimentos y bebidas, se recomienda una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras como aves de corral, pescado y legumbres, ya que estos alimentos proporcionan nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra dietética, sin los efectos negativos asociados con las carnes rojas y los azúcares añadidos.

Adoptar un patrón de alimentación saludable puede no solo reducir el riesgo de enfermedades crónicas, sino también mejorar la calidad de vida a largo plazo, promoviendo un peso corporal saludable y un estado general de bienestar físico y mental.